Nina Miranda, voz uruguaya del tango
Est¨¢ considerada como la int¨¦rprete m¨¢s destacada de su naci¨®n
Nina Miranda (Montevideo, 1925) era uruguaya, pero viv¨ªa en Buenos Aires. Fue seguramente la mejor voz tanguera nacida en ese peque?o pa¨ªs. Se llamaba en realidad Nelly Mar¨ªa Hunter y hasta el ¨²ltimo momento sigui¨® conservando el brillo y potencia de su voz y actuando ocasionalmente. Su nombre art¨ªstico lo tom¨® del personaje dram¨¢tico que interpretaba Libertad Lamarque en la pel¨ªcula Puerta cerrada, que vio a los 13 a?os y que, en aquel mismo momento, decidi¨® que adoptar¨ªa el d¨ªa que fuese artista. Falleci¨® en Buenos Aires el pasado domingo, a los 86 a?os.
Su progenitora se entusiasmaba escuchando a Gardel, Ignacio Corsini o Imperio Argentina. La ni?a, acostumbrada a escuchar las tragedias que describ¨ªan los tangos desde peque?a, los entonaba en casa, en el colegio o en el jard¨ªn, donde la escuch¨® un vecino que era actor, inst¨¢ndola a presentarse a un concurso de radio. As¨ª lo hizo y con apenas ocho a?os obtuvo el primer premio. Algo que repetir¨ªa cinco a?os m¨¢s tarde y donde ya adopt¨® el nombre que la har¨ªa famosa.
Por imposici¨®n de su marido, dej¨® los escenarios durante casi medio siglo
M¨¢s adelante se incorporar¨ªa a otras orquestas uruguayas de los a?os cuarenta -Francisco Reinares, Emilio Pellejero, Roberto Luratti- y empezar¨ªa a grabar con el conjunto de Juan Cao. En 1948 ya era una artista renombrada y durante una temporada form¨® un d¨²o con una figura como Eduardo Adri¨¢n. El timbre de su voz, que no hab¨ªa pasado por maestros sino por ancestros, penetr¨® en la memoria de la gente, siendo ungida por la popularidad que le permitir¨ªa lucirse en la formaci¨®n de Pirincho Mart¨ªnez como ¨²ltimo paso para ingresar en la popular¨ªsima orquesta de Donato Racciatti. All¨ª, su femenino compadraje, y la cuota de melancol¨ªa que despleg¨® en muchos momentos le permitieron crecer r¨¢pidamente. A¨²n hoy puede escucharse en los salones de baile de medio mundo sus creaciones con dicha formaci¨®n: Gloria, De tardecita, Vencida, Sin estrellas y especialmente: Tu coraz¨®n. Su meta inmediata era Buenos Aires, donde el tango movilizaba a miles de bailarines y oyentes. El periodista y conductor de televisi¨®n Augusto Bonardo, exiliado en Montevideo, la contrat¨® para actuar en Argentina, donde debut¨® con la orquesta de Lucio Demare. M¨¢s adelante compartir¨ªa gira y grabaciones con el maestro Graciano G¨®mez. La ciudad porte?a, rendida a la elocuencia de su voz, le entreg¨® su aplauso hermano y sincero.
El casamiento con un poderoso industrial cortocircuit¨® su carrera. "El tango o yo" fue la disyuntiva. Estuvo fuera de los escenarios desde 1958 hasta la muerte de su esposo, en 2004, a?o en el que a instancia de su amiga Elba Cosentino decidi¨® volver al tango; para su sorpresa, la voz, que cre¨ªa oxidada, se mantiene en plena forma. Hace vocalizaci¨®n con H¨¦ctor de Rosas y la gente la recibe como si nunca se hubiese ido. Con otras dos veteranas, Mar¨ªa de la Fuente y Elsa Rivas, realiza varias actuaciones importantes y con el elenco del Caf¨¦ de los Maestros recorri¨® Francia, Inglaterra, China y Brasil.
Su disco Por la vuelta simboliza el regreso tan esperado y las noches triunfales registran ritualmente la geograf¨ªa de marquesinas y calles de un ayer m¨¢s rom¨¢ntico. De sobria modalidad, su voz cristalina, su perfecta afinaci¨®n y el don natural de su fraseo han quedado registrados en los 68 t¨ªtulos que grab¨®.
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