La justicia iran¨ª condena a muerte a un estadounidense acusado de espionaje

Un tribunal revolucionario de Ir¨¢n ha condenado a muerte a un estadounidense de origen iran¨ª al que acusa de espiar para la CIA, seg¨²n informaron ayer los medios locales. Amir Mirza Hekmati fue juzgado a puerta cerrada entre el 27 de diciembre y el 2 de enero y sin posibilidad de designar un abogado. Su caso solo puede agravar la tensi¨®n entre Teher¨¢n y Washington, ya de por s¨ª elevada a causa del programa nuclear del r¨¦gimen, las nuevas sanciones internacionales impulsadas por EE UU para frenarlo y la subsecuente amenaza iran¨ª de cerrar el estrecho de Ormuz.

"Amir Mirza Hekmati ha sido condenado a muerte por cooperar con un pa¨ªs enemigo, Estados Unidos, y espiar para la CIA", anunci¨® el portavoz judicial, Gholamhosein Mohseni-Ejei, citado por la agencia ISNA. Seg¨²n la misma fuente, la sala 15? del Tribunal Revolucionario de Teher¨¢n le encontr¨® mohareb y mofsed, dos cargos sin equivalencia en la legislaci¨®n internacional que suelen traducirse como "enemigo de Dios" y "que extiende la corrupci¨®n en el mundo", y que, seg¨²n la versi¨®n de la shar¨ªa (ley isl¨¢mica) aplicada en Ir¨¢n, est¨¢n castigados con la pena capital. Dispone de 20 d¨ªas para recurrir la sentencia.

Hekmati, de 28 a?os, fue detenido el 29 de agosto en Ir¨¢n, pero su caso no se conoci¨® hasta el 18 de diciembre. Ese d¨ªa, la televisi¨®n iran¨ª difundi¨® un v¨ªdeo en el que el joven confesaba haber sido "enviado por la CIA para infiltrarse en los servicios secretos iran¨ªes". La familia, que siguiendo el consejo de las autoridades iran¨ªes hab¨ªa guardado silencio hasta entonces, emiti¨® un comunicado.

Se supo as¨ª que el joven naci¨® en Arizona (EE UU) en una familia de origen iran¨ª y fue al instituto en Michigan, donde su padre es profesor. Luego se alist¨® en el Ej¨¦rcito, donde trabaj¨® como int¨¦rprete de ¨¢rabe. Seg¨²n los medios iran¨ªes, form¨® parte del cuerpo de marines, recibi¨® entrenamiento especial y sirvi¨® en bases estadounidenses en Irak y Afganist¨¢n antes de dirigirse a Ir¨¢n para su supuesta misi¨®n de espionaje. Ali Hekmati ha negado que su hijo sea un esp¨ªa de la CIA y afirma que estaba visitando a sus abuelas cuando fue detenido.

El Gobierno de EE UU, por su parte, ha exigido la liberaci¨®n de Hekmati, de quien dice que no tiene ninguna conexi¨®n con la CIA. La misi¨®n suiza en Teher¨¢n se ha ofrecido para actuar de intermediaria entre la Casa Blanca y el reo, ya que Washington no tiene relaciones diplom¨¢ticas con Ir¨¢n. De momento, el r¨¦gimen iran¨ª se ha negado a permitirlo. "El r¨¦gimen iran¨ª tiene la costumbre de acusar falsamente a los ciudadanos de ser esp¨ªas, de extraer falsas confesiones y de retener a norteamericanos inocentes por razones pol¨ªticas", ha dicho el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor, informa David Alandete. El Departamento de Estado ha negado categ¨®ricamente que Hekmati trabajara para la CIA, pero no ha desmentido abiertamente que pudiera estar relacionado con otras agencias de inteligencia.

No es la primera vez que Ir¨¢n utiliza casos individuales para dar una lecci¨®n a sus ciudadanos y responder as¨ª a lo que percibe como una guerra paralela que se libra en el terreno cultural y de los medios de comunicaci¨®n. Dos periodistas y una acad¨¦mica, los tres con doble nacionalidad, fueron acusados de espionaje desde 2009. Finalmente, la presi¨®n internacional y la lucha de poder dentro del pa¨ªs hallaron alg¨²n hueco para justificar su liberaci¨®n.