Ocho creadores contra el Gai¨¢s

Una de las claves para entender el arte contempor¨¢neo es la alteraci¨®n de las reglas convencionales para sorprender al espectador y obligarle a ver las cosas de otra manera. Esta idea est¨¢ en la base de las sorprendentes propuestas art¨ªsticas que pueden verse desde hace ya algunos d¨ªas en diversos espacios de la Cidade da Cultura, que presentar¨¢ hasta mediados de abril un aspecto distinto al habitual gracias a las intervenciones realizadas por ocho artistas contempor¨¢neos que aportan visiones y tem¨¢ticas muy diferentes entre s¨ª.

Lo parad¨®jico es que las obras se presentan en lugares que no fueron concebidos para albergar piezas art¨ªsticas, mientras que a pocos metros se encuentra un gran museo que permanecer¨¢ abierto pero vac¨ªo hasta que se inaugure la primera muestra en la pr¨®xima primavera, que estar¨¢ dedicada a la historia del arte p¨¦treo en Galicia a lo largo de varios siglos.

Perianes juega con la capacidad de sorpresa del espectador

Pamen Pereira recupera el concepto del jard¨ªn bot¨¢nico de Hejduk

El comisario de la muestra Inside, Rafael Doctor, se?ala que uno de los objetivos principales del proyecto es dotar de contenido a un recinto al que no dejan de lloverle las cr¨ªticas por la falta de una programaci¨®n adecuada a la magnitud del proyecto arquitect¨®nico ejecutado. "Los espacios en los que se presentan las obras dan mucho juego pero al mismo tiempo son complicados", indica Doctor, quien destaca que todas las piezas han sido dise?adas espec¨ªficamente para esta muestra y se ha dado prioridad a la presencia de artistas gallegos como Jorge Perianes, Pamen Pereira o Dami¨¢n Ucieda.

Sin duda hay dos piezas que llaman especialmente la atenci¨®n por su espectacularidad. Una de las primeras cosas que llaman la atenci¨®n a los visitantes que llegan estos d¨ªas al Gai¨¢s es una gran estructura de forma esf¨¦rica construida con libros a la entrada del edificio del Archivo de Galicia. Singularidad es una obra de la artista madrile?a Alicia Mart¨ªn, quien plantea una reflexi¨®n sobre el exceso de informaci¨®n existente en la sociedad actual. Para realizar la pieza se han empleado m¨¢s de 7.000 libros. Doctor apunta que se trata de una de las obras m¨¢s potentes realizadas por Mart¨ªn a lo largo de toda su trayectoria.

La otra pieza que no pasar¨¢ inadvertida para los visitantes son las grandes piedras -construidas con cart¨®n- que el ourensano Jorge Perianes ha ubicado sobre las estanter¨ªas del edificio de la Biblioteca. La colocaci¨®n de elementos naturales en un espacio que no est¨¢ preparado para acoger este tipo de estructuras le sirve al artista para plantear un conflicto entre la ultramoderna arquitectura del edificio dise?ado por Peter Einsenman y la rotundidad de las formas inspiradas en la naturaleza.

Las relaciones entre el ser humano, los animales y el entorno natural son uno de los temas habituales en la trayectoria de Perianes, quien tambi¨¦n suele utilizar a la iron¨ªa como elemento de trabajo. En este caso el artista juega con la capacidad de sorpresa del espectador al desafiar a la propia arquitectura del lugar y colocar unos objetos que resultan especialmente chocantes al romper la armon¨ªa espacial.

La Biblioteca tambi¨¦n alberga las fotograf¨ªas de Dami¨¢n Ucieda y los dibujos realizados en las columnas por Elena Fern¨¢ndez Prada. En las Torres de Hejduk, otro de los edificios del complejo, se encuentra la instalaci¨®n El invernadero de la esperanza, realizada por la ferrolana Pamen Pereira, quien recupera el concepto original de jard¨ªn bot¨¢nico que el malogrado arquitecto John Hejduk pens¨® inicialmente para las torres y aprovecha su interior para realizar una instalaci¨®n con elementos naturales.

El proyecto expositivo se completa con una pieza realizada por el artista brasile?o Marlon de Azambuja y un contenedor en el que se pueden encontrar cat¨¢logos autoeditados por algunos de los participantes en el encuentro de j¨®venes artistas celebrado en el Gai¨¢s el pasado mes de septiembre. Mientras el arte se desparrama por el exterior del recinto, el museo vac¨ªo espera pacientemente su turno