Ocultaci¨®n de la verdad

Lo que m¨¢s me ha sorprendido del final de la pasada legislatura y del comienzo de esta ha sido la desfachatez con que se comenta y se acepta que un partido que ten¨ªa la pretensi¨®n fundada de dirigir la acci¨®n del Estado pudiera ocultar su programa a los ciudadanos antes de que estos acudieran a las urnas e incluso que pudiera hacerlo, despu¨¦s de las elecciones, ante los propios diputados que hab¨ªan de otorgar la confianza al candidato del partido en la sesi¨®n de investidura.

La distancia entre lo que se dice en un programa electoral y la acci¨®n de gobierno existe siempre y en todos los pa¨ªses y es hasta cierto punto inevitable. La distancia entre lo que se dice en un programa de Gobierno que se presenta en una sesi¨®n de investidura y la acci¨®n del Gobierno a continuaci¨®n no es frecuente y no solamente no es inevitable, sino que deber¨ªa ser evitada.

En Espa?a hemos asistido en el final de la pasada legislatura y en el comienzo de esta a una operaci¨®n de ocultaci¨®n de su programa por parte del partido que se sab¨ªa que iba a ganar las elecciones durante la campa?a electoral y por parte del candidato que se sab¨ªa con seguridad que iba a ser presidente del Gobierno durante la sesi¨®n de investidura. Esto es algo que no se hab¨ªa visto nunca antes en todas las legislaturas anteriores y que tampoco se ha visto en pa¨ªses de nuestro entorno.

A los ciudadanos se les ha dicho en campa?a electoral por el partido que sab¨ªa que iba a ganar las elecciones algo que no se corresponde con lo que el Gobierno de dicho partido est¨¢ haciendo tras haberlas ganado. Y lo que es no menos grave, a los diputados se les ha dicho en el discurso de investidura algo distinto a lo que se ha decidido en los primeros consejos de ministros.

La ocultaci¨®n de la verdad es una de las formas de mentir. Todav¨ªa en campa?a electoral se podr¨ªa pensar que el PP no estaba seguro de que iba a tener que subir los impuestos. Pero en el debate de investidura era imposible que no lo supiera. No es cre¨ªble que tras haber recibido la informaci¨®n del Gobierno anterior respecto de la Administraci¨®n central en el traspaso de poderes y ocupando la mayor parte de los Gobiernos de las comunidades aut¨®nomas y de las capitales de provincia, el presidente del Gobierno no supiera el d¨ªa de la investidura qu¨¦ iba hacer en cuanto hubiera recibido la confianza de la C¨¢mara.

Es un secreto a voces que esta operaci¨®n de ocultaci¨®n de la verdad se va a prolongar hasta que se celebran las elecciones andaluzas el pr¨®ximo 25 de marzo. Con la mayor de las desfachateces se viene comentando que hasta ese momento ni se informar¨¢ de ni se adoptar¨¢n determinadas medidas que se estima que puedan afectar a los resultados electorales del PP en nuestra comunidad. Completar el aumento de la presi¨®n fiscal con la subida del IVA despu¨¦s del 25 de marzo es lo que abiertamente se comenta.

Hasta el momento esta operaci¨®n de ocultaci¨®n de la verdad se est¨¢ llevando a cabo con un extraordinario ¨¦xito. El PP ha conseguido una mayor¨ªa parlamentaria m¨¢s que absoluta y, por lo que dicen los estudios de opini¨®n, los ciudadanos no desaprueban el desacuerdo entre lo que se dijo que no se iba a hacer en el debate de investidura y lo que se est¨¢ haciendo. Cabe esperar, en consecuencia, que la operaci¨®n de ocultaci¨®n se mantendr¨¢ en la campa?a de las elecciones andaluzas. Posiblemente por partida doble, es decir, tanto por el Gobierno de la naci¨®n como por la direcci¨®n andaluza del PP.

Esta ocultaci¨®n de la verdad es una perversi¨®n del proceso de legitimaci¨®n democr¨¢tica, de la que, en distinta medida, todos somos responsables. Por acci¨®n o por omisi¨®n. No puede ser presagio de nada bueno.