Cuatro inc¨®gnitas en la ¨¦lite

"Todo es posible". La frase es del serbio Novak Djokovic y retrata lo que pasa en Melbourne, donde el Abierto de Australia comienza ma?ana. La manada de los tenistas est¨¢ inquieta. Expectantes, los jugadores observan los cambios en el delicado ecosistema en el que conviven los cuatro mejores del planeta. Nole, intocable durante 2011 gracias a su alto ritmo, lleva sin competir desde noviembre. Rafael Nadal comparece mim¨¢ndose un hombro que le oblig¨® a no coger la raqueta durante dos semanas de la pretemporada. El suizo Roger Federer, torturado por la espalda, se retir¨® sin jugar de las semifinales de Catar, lo que solo hab¨ªa hecho una vez en toda su carrera. Y el brit¨¢nico Andy Murray, finalista de los dos ¨²ltimos Abiertos, se presenta al primer grande acompa?ado de un nuevo t¨¦cnico: Ivan Lendl, ganador de ocho grandes. Algo se mueve en la azotea del tenis.

"?Por qu¨¦ no voy a repetir lo de 2011? Estoy en lo alto de mi carrera", dice Nole

El sorteo ha roto el tradicional cruce Federer-Djokovic y Nadal-Murray

"Hasta cierto punto estoy de acuerdo con esa visi¨®n", dice Federer, que se entrena "preocupado y asustado" por el dolor, que esta semana solo ha completado una pr¨¢ctica libre de problemas en la espalda, que con 30 a?os ve c¨®mo su cuerpo protesta por los rigores de la competici¨®n. "Pero ya me siento bien", cuenta sonriente; "y creo que la verdadera pregunta es la siguiente: ?qui¨¦n? Creo que los cuatro mejores volveremos a jugar bien de nuevo, y que a partir de ah¨ª no sabemos qu¨¦ pasar¨¢", cierra.

Ese qui¨¦n solo tuvo una cara en 2011: Djokovic gan¨® tres grandes, solo perdi¨® seis duelos en todo el a?o, y tras casi 80 encuentros repartidos en 11 meses extenuantes acab¨® con la lengua fuera, hasta el punto de que tuvo que retirarse durante un partido de la Copa Davis con Serbia. "Y por eso me he tomado mucho tiempo para recuperarme y para prepararme", cuenta el n¨²mero uno sobre su par¨®n competitivo, que le vio rebozado en la arena de las Islas Maldivas y arrollando a Federer y Ferrer en una exhibici¨®n. "He tenido tiempo para reflexionar sobre mi ¨¦xito. Me he saltado la primera semana de competici¨®n para estar listo. Va a ser muy dif¨ªcil repetir lo que hice en 2011... pero, ?por qu¨¦ no hacerlo dos veces si ya lo logr¨¦ una? ?Por qu¨¦ no ser optimista, positivo? Estoy en el punto ¨¢lgido de mi carrera, en lo m¨¢s alto, y ahora creo m¨¢s en m¨ª mismo", cierra.

"Lo que ha cambiado en Djokovic es su confianza", le contin¨²a con los rizos revueltos Murray, el ¨²nico de los cuatro que llega ya con un t¨ªtulo bajo el brazo (Brisbane), el ¨²nico que a¨²n no ha ganado un grande, el ¨²nico al que le falta ese gramo de fe en s¨ª mismo para levantarlo. "Lendl le aporta a mi equipo un extra de liderazgo", analiza el n¨²mero cuatro. "Los resultados de su presencia no se ver¨¢n esta semana, sino en los pr¨®ximos seis o doce meses. ?l tuvo muy buena actitud de mejora durante su carrera. Eso me va a ayudar".

Los cuatro candidatos pasaron juntos la tarde de ayer. Debieron asistir a la reuni¨®n obligatoria de jugadores, convocada en un c¨¦ntrico hotel de Melbourne. Hasta all¨ª lleg¨® Nadal tras un intenso entrenamiento con su nueva raqueta, m¨¢s pesada, y estudiando la posibilidad de dejar el Consejo de Jugadores, cansado como est¨¢, dice, de la pol¨ªtica. All¨ª escucharon los cuatro c¨®mo en los corrillos se planteaba la posibilidad de un plante en Indian Wells, en protesta para que se aumenten los premios en las primeras rondas y no solo en las finales. Y all¨ª, reunidos cara a cara, debieron sentirse extra?ados y sorprendidos por las novedades: el sorteo del cuadro del Abierto rompi¨® con el tradicional cruce Federer-Djokovic y Nadal-Murray en unas hipot¨¦ticas semifinales. Por primera vez desde 2005, el espa?ol y el suizo podr¨ªan enfrentarse en la antepen¨²ltima ronda de un grande.

En Melbourne sopla el fr¨ªo y se anuncia sol de agosto para el inicio del torneo. Es uno de los misterios de la ciudad de las cuatro estaciones, imprevisible el parte meteorol¨®gico. No es el ¨²nico misterio en Australia: hay cuatro candidatos y cuatro inc¨®gnitas.