La dama de hierro
Es muy sugerente el debate que se ha abierto en todos los pa¨ªses, reflejado en los medios de comunicaci¨®n, por el estreno de la pel¨ªcula La dama de hierro, sobre Margaret Thatcher. En los extremos unos la consideran una hagiograf¨ªa (por las cosas que oculta de ella) y los otros opinan que la denigra, relativizando su importancia hist¨®rica en aspectos como la ca¨ªda del comunismo. La unanimidad se consigue en la valoraci¨®n de Meryl Streep como la se?ora Thatcher, un papel tan prodigioso que a menudo logra que los espectadores se olviden del plano ideol¨®gico.
Considerar a la Thatcher, Reagan y a Juan Pablo II los grandes l¨ªderes del siglo XX (poni¨¦ndolos por encima, por ejemplo, de Churchill, Roosevelt, Juan XXIII...) ha sido un perezoso chicl¨¦ propagand¨ªstico de los neocons (v¨¦ase el libro El Presidente, el Papa y la Primera Ministra, de John O'Sullivan, publicado en Espa?a, no por casualidad, por la editorial de la FAES), mil veces repetido, en un bucle ideol¨®gico sistem¨¢tico.
Thatcher fue la que dijo que "la sociedad civil no existe" o que el Estado es el problema y el mercado la soluci¨®n
En la pel¨ªcula hay algunas ausencias notables -en un filme de una hora y tres cuartos es dif¨ªcil que est¨¦ todo- que merece la pena recordar casi un cuarto de siglo despu¨¦s de la vigencia del thatcherismo:
-Thatcher llega al poder tras el invierno del descontento, que enfrenta a los sindicatos con el gobierno laborista de Callagham, sucesor del m¨ªtico Harold Wilson. Callagham no fue capaz de entrever la profundidad de los problemas ("Crisis, ?qu¨¦ crisis?", declar¨®), pero fue el primero que intent¨® enfrentarse a unos sindicatos entonces hiperpoderosos.
-La d¨¦cada de Thatcher en el poder (destruida por sus propios correligionarios por subir los impuestos) impuls¨® la econom¨ªa del Reino Unido, pero dej¨® la sociedad m¨¢s desigual y menos cohesionada del mundo occidental (junto a los EE UU de Reagan).
-La complicidad de la primera ministra con Pinochet. Thatcher atribuy¨® la persecuci¨®n judicial al dictador chileno "a una venganza de la izquierda internacional por la derrota del comunismo, por el hecho de que Pinochet salvara a Chile y salvara a Latinoam¨¦rica". Thatcher ("una autoritaria", la califica su sucesor, John Major, en sus memorias) se sent¨ªa muy c¨®moda con el modelo de ultraliberalismo econ¨®mico y f¨¦rrea dictadura pol¨ªtica que aplic¨® la Operaci¨®n C¨®ndor en el cono sur latinoamericano en la d¨¦cada de los setenta.
-Tampoco se aborda el big bang que impuls¨® en los mercados de valores a partir de 1986, y que convirti¨® a la City londinense en el para¨ªso de la desregulaci¨®n y del mundo de los derivados y los productos financieros opacos, origen de la actual Gran Recesi¨®n. El eslogan de la sociedad de propietarios es el inicio de la burbuja inmobiliaria y las tesis thatcherianas sobre que la sociedad civil no existe y que el Estado es el problema y el mercado la soluci¨®n desequilibran el sistema hacia los abusos que dos d¨¦cadas despu¨¦s padece la mayor¨ªa.
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