Los actores de Hollywood se visten de Prada

Con su pelo cano y su papada, Gary Oldman (Londres, 1958) no encaja en el canon de belleza hollywoodiense ni, mucho menos, en el de modelo de pasarela. Pero eso no impidi¨® que ayer cerrase el desfile de Prada dentro de la Semana de la Moda de Mil¨¢n y que solo la tormenta de aplausos silenciase el estruendo de los cientos de flashes que se disparaban a su paso. Junto a ¨¦l, Miuccia Prada reuni¨® a un grupo de actores que ser¨ªa la envidia de cualquier director de casting. Figuras consagradas como Willem Dafoe, Adrian Brody y Tim Roth. Pero tambi¨¦n nuevos talentos: Jamie Bell, que salt¨® a la fama por su papel en Billy Elliott; Garrett Hedlund, protagonista de Tron Legacy y pronto de Akira; los gemelos franceses Alexandre y Victor Carril (Dame la mano); y Emile Hirsch, Chris McCandless de en Hacia rutas salvajes.

La dise?adora asegura el impacto medi¨¢tico con semejante reparto

La marca de moda empez¨® a cotizar en junio en la bolsa de Hong-Kong

Con semejante reparto transgeneracional, la dise?adora se asegura una amplia repercusi¨®n medi¨¢tica para su colecci¨®n de hombre oto?o-invierno 2012, inspirada en el periodo de entreguerras y con el abrigo bat¨ªn como elemento fetiche. Algo que no le viene nada mal a la firma que empez¨® a cotizar el pasado junio en la Bolsa de Hong Kong.

Hace ya tiempo que los desfiles cruzaron la l¨ªnea de la mera presentaci¨®n textil para convertirse en espect¨¢culos, herramientas promocionales, que, en un intento de atraer el inter¨¦s de p¨²blico y medios generales, recurren al valor a?adido de actuaciones en directo de cantantes de moda, o de invitados famosos. Con el peligro de que a veces la primera fila recibe m¨¢s atenci¨®n de los medios que la propia pasarela. Hay quien va 200 pasos m¨¢s all¨¢ y convierte al famoso en dise?ador, como sucedi¨® cuando la actriz Lindsay Lohan fue nombrada directora creativa de Ungaro. La jugada acapar¨® cientos de p¨¢ginas y horas de televisi¨®n, pero los resultados para la imagen de la firma fueron nefastos.

Prada hila m¨¢s fino y en vez de sentar a esos nueve imponentes hombres entre el p¨²blico como invitados de honor, los integra en la puesta en escena de su colecci¨®n y los hace desfilar, con resultados diversos: desde la magn¨¦tica solemnidad de Oldman hasta el indescriptible contoneo a medio camino entre cojera y cadencia rapera de Brody. Una buena forma de sobresalir medi¨¢ticamente de entre los casi 40 desfiles de moda de hombre que acoge Mil¨¢n hasta el martes, y de lograr tambi¨¦n una mayor repercusi¨®n en las redes sociales. El desfile pudo seguirse en directo desde la p¨¢gina web de la marca y desde su perfil de Facebook, que se abri¨® cuatro d¨ªas antes de esta presentaci¨®n y que ya cuenta con casi 900.000 seguidores.