Peor el remedio que la enfermedad

El Gobierno de Rajoy baraja la posibilidad de sancionar a las comunidades aut¨®nomas que se desv¨ªen de su objetivo de d¨¦ficit. En nuestra opini¨®n, el remedio puede ser peor que la enfermedad.

La hip¨®tesis de la disuasi¨®n predice que la introducci¨®n de una sanci¨®n reducir¨¢ la ocurrencia de la conducta sujeta a la multa. Esta hip¨®tesis es la que el gobierno tiene en la cabeza cuando considera estas sanciones. Lo que el gobierno no tiene en cuenta es que dicha hip¨®tesis parece que no se cumple emp¨ªricamente. En un famoso art¨ªculo Gneezy y Rustichini (Una Multa es un Precio) muestran que en algunas circunstancias la introducci¨®n de una multa solo incentiva al comportamiento que se quiere corregir. ?Por qu¨¦? Antes de la introducci¨®n de la multa la consecuencia exacta del comportamiento a corregir no estaba especificada.

Deber¨ªa crearse un Consejo de Estabilidad Presupuestaria que cumpliese las reglas

Pongamos el caso de las comunidades aut¨®nomas. En ausencia de sanciones, los Gobiernos auton¨®micos pueden formarse cualquier creencia sobre las consecuencias de gastar m¨¢s de lo presupuestado y actuar en consecuencia. Gobiernos auton¨®micos que crean que las consecuencias ser¨¢n m¨ªnimas, gastar¨¢n mucho m¨¢s que aquellos que crean lo contrario. La introducci¨®n de la multa clarifica las consecuencias y puede cambiar el comportamiento de algunos gobiernos regionales. Es decir, si la multa (que puede entenderse como el precio de desviarse) es inferior a la percepci¨®n del castigo a desviarse previo a la introducci¨®n de la sanci¨®n, esta pol¨ªtica no arreglar¨¢ nada. Incluso podr¨ªa empeorar el comportamiento de muchos gobiernos auton¨®micos. Esto podr¨ªa da?ar la maltrecha credibilidad de nuestras administraciones p¨²blicas.

La semana pasada sal¨ªa a la luz desde FEDEA el primero de los informes del Observatorio Fiscal y Financiero de las comunidades aut¨®nomas (http://www.fedea.net/ccaa/). Usando los datos de ejecuci¨®n presupuestaria de las comunidades y homogeneizados por el Ministerio de Hacienda, dicho informe que presenta una proyecci¨®n del d¨¦ficit de las distintas comunidades en el a?o 2011, pone de manifiesto dos cosas. Primero, que ninguna comunidad cumplir¨¢ el objetivo de d¨¦ficit. En conjunto, las comunidades aut¨®nomas se gastar¨¢n unos 15.000 millones m¨¢s de lo presupuestado. Segundo, que la contribuci¨®n a este desv¨ªo es muy heterog¨¦nea. Por un lado, tenemos el comportamiento ejemplar de la Comunidad de Madrid (le corresponde menos del 1% del desv¨ªo cuando su econom¨ªa representa el 18% del total) y por el otro Castilla-La Mancha, Murcia, Valencia e Islas Baleares con unos n¨²meros sonrojantes (todas con contribuciones al d¨¦ficit m¨¢s de dos veces sus contribuciones al PIB nacional).

Los 15.000 millones ponen de manifiesto que el gobierno hace bien en estar preocupado por el comportamiento de las comunidades aut¨®nomas y pensar formas de corregirlo. No es posible cumplir con nuestro objetivo de estabilidad sin que lo hagan las comunidades aut¨®nomas ya que estas son responsables de m¨¢s del 60% del consumo p¨²blico. La alta heterogeneidad indica que las percepciones sobre las consecuencias de desviarse del objetivo de d¨¦ficit son muy heterog¨¦neas entre las diferentes comunidades y las consecuencias de un sistema de sanciones son dif¨ªciles de predecir, e incluso, podr¨ªan ser contraproducentes.

Los resultados del observatorio ponen de manifiesto que es posible conocer los d¨¦ficits con alguna antelaci¨®n. As¨ª, se podr¨ªan crear mecanismos que obligasen a las comunidades aut¨®nomas a subir sus impuestos inmediatamente a la luz de cualquier desv¨ªo. Un mecanismo como este har¨ªa a los ciudadanos de las diferentes comunidades responsables de los actos de sus dirigentes regionales. Esto evitar¨ªa reformas fiscales como la presentada el 30 de diciembre en la que los ciudadanos madrile?os tienen que pagar los d¨¦ficits valencianos.

Claro, un sistema como el presentado tiene el problema de que un gobierno de un color puede castigar a autonom¨ªas de otro por razones pol¨ªticas. Por eso, al mismo tiempo, deber¨ªa crearse un Consejo de Estabilidad Presupuestaria de las Administraciones P¨²blicas que hiciese cumplir las reglas. Este consejo deber¨ªa ser independiente y vinculante para todas las administraciones. Consejos de esta ¨ªndole se han creado recientemente en el Reino Unido y Suecia. Como era de esperar, estos pa¨ªses han sido poco castigados por la crisis de deuda soberana que nos asola. Esperemos que Rajoy tome nota de las cosas que se hacen bien en nuestros vecinos del Norte.

J. Ignacio Conde-Ruiz es profesor de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Complutense e investigador de FEDEA y Juan Rubio-Ram¨ªrez es profesor de Econom¨ªa en la Universidad de Duke y director de la C¨¢tedra FEDEA-IBERDROLA.