Sumidos en la miseria
Definitivamente, la credibilidad de los mil y un instrumentos de predicci¨®n (los or¨¢culos, las v¨ªsceras de los augures, la bola de cristal, el tarot o los avezados expertos) ha entrado en barrena. Nadie nos avis¨® de lo que se nos ven¨ªa encima cuando celebr¨¢bamos el fin del corto y cruento siglo XX. Y sin embargo en USA ya se estaba cociendo la diab¨®lica conjunci¨®n de la desregulaci¨®n financiera neoliberal, los avances de la ingenier¨ªa financiera y un boom inmobiliario que facilitaba la generaci¨®n de productos t¨®xicos en forma de subprime's y otros derivados financieros, como los Credit Default Swaps. Conjunci¨®n que acab¨® como el rosario de la aurora cuando pinch¨® en 2007 la burbuja inmobiliaria americana y los t¨ªtulos de valor ficticio provocaron una inmensa crisis financiera global que afect¨® a la solvencia y liquidez del sistema y que acab¨® socavando las bases de la econom¨ªa real de muchos pa¨ªses situ¨¢ndolos en el carril de la recesi¨®n econ¨®mica.
Nos siguen vendiendo la quimera de que todo se arreglar¨¢ cuando los mercados "conf¨ªen"
La prospectiva tampoco funcion¨® en nuestros pagos. No fuimos advertidos del aquelarre que estaba a punto de celebrar la no menos diab¨®lica triada de una banca que practicaba la barra libre en los pr¨¦stamos hipotecarios, unos poderes p¨²blicos permisivos o corruptos y unos promotores de insaciable voracidad. El resultado: una burbuja inmobiliaria de mil pares de narices que pinch¨® con gran estruendo cuando fue yugulada por la crisis financiera internacional y que nos sumi¨® en la miseria provocando altas tasas de paro -que no han dejado de crecer- gracias a nuestra especializaci¨®n inmobiliaria. Una burbuja irresponsablemente alentada que vino aderezada por la est¨²pida insistencia de nuestros gobernantes -los valencianos con nota- en dejar huella, lo que se tradujo en una manada de elefantes blancos (Adolf Beltran dixit): eventos de todo tipo, grandes equipamientos culturales sin demanda, aeropuertos sin aviones pero con estatuas ad maiorem Dei gloriam, tramos de AVE sin tr¨¢nsito, televisiones auton¨®micas ineficaces y ruinosas, estudios de cine subvencionados. La lista valenciana es tan larga como dolorosa: Terra M¨ªtica, Copa del Am¨¦rica, f¨®rmula 1, la visita del Papa, la Ciudad de la Luz, la Ciudad de las Lenguas, Ciegsa, RTVV, el complejo calatraviano de CACSA... Y el d¨¦ficit y la deuda subiendo como la espuma cuando los ingresos ya hab¨ªan bajado sensiblemente por la crisis.
Tuvo que llegar el 2011 para que la tragicomedia pasara del nudo al desenlace. Un desenlace que se nos presenta como irremediablemente duro y cruel, sometidos como estamos al poder omn¨ªmodo de los mercados que nos exigen la m¨¢xima austeridad sin que las sensatas opiniones de los Krugman, Stiglitz, Richard Koo o Ant¨®n Costas tengan el eco necesario y sin que el viejo proverbio oriental de "si no quieres que el pozo se haga m¨¢s profundo, no sigas cavando" abra los ojos a nuestros pr¨®ceres. Un desenlace que nos es vendido como "fat¨ªdico" e inexorable sin que nadie entone el mea culpa ni pague por los desprop¨®sitos de un pasado traducible por ayer y antes de ayer. Un desenlace en el que paga poca ropa (como siempre) y que afecta a sectores tan sensibles como la sanidad, la educaci¨®n o la ciencia. Con un gasto p¨²blico a la baja y un consumo privado deprimido por los recortes y los impuestos, la depresi¨®n est¨¢ servida y el aumento del paro, garantizado. La tasa del 25% y del 50% en paro juvenil est¨¢ a la vuelta de la esquina y el ?vente a Alemania Pepe! es solo un alivio marginal donde los haya.
Nos han sumido en la miseria y nos siguen vendiendo la quimera de que todo se arreglar¨¢ cuando los mercados "conf¨ªen". Ya se habla de japonizaci¨®n (no hemos aprendido nada de la larga crisis nipona, como explica Richard Koo) y cada vez estamos m¨¢s cerca de reproducir el s¨ªndrome griego. En esta tesitura, al presidente Fabra s¨®lo se le ocurre pedirnos que "apretemos los dientes, cerremos los ojos y tiremos adelante" ?De d¨®nde sacaremos el patriotismo necesario? ?Del comportamiento ejemplar de nuestras ¨¦lites? ?Del rosario de juicios en curso o previstos (G¨¹rtel, Brugal, Emarsa, Fabra...)? ?De los regalos habituales y de las prebendas y est¨®magos agradecidos? ?De d¨®nde sacaremos la paciencia? ?C¨®mo evitaremos pasar del estatus de indignados al de cabreados? Si somos (Josep Torrent dixit) reino del desvar¨ªo y tierra de saqueo, lo menos que podemos pedir es que se identifique a los culpables y se inhabilite a corruptos e ineficientes. Y, ya puestos, otros recortes (austeridad donde toca) y otra pol¨ªtica econ¨®mica que priorice el crecimiento y el empleo, ¨²nica forma de superar el principal drama del pa¨ªs y de poder pagar a medio y largo plazo las deudas. La utop¨ªa necesaria como el aire que respiramos treinta veces por minuto. Queda prohibida toda referencia al cintur¨®n y al cilicio. Los responsables en fila india y con el carn¨¦ de identidad en la boca. Am¨¦n.
Josep Sorribes es profesor de Econom¨ªa Regional y Urbana de la Universitat de Val¨¨ncia.
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