Irak detiene a cientos de guardas armados de EE UU
El Gobierno de Bagdad toma el control de los agentes de seguridad extranjeros
La detenci¨®n de cientos de contratistas que trabajaban para la misi¨®n diplom¨¢tica de Estados Unidos en Bagdad, algunos de ellos de nacionalidad norteamericana, ha provocado airadas protestas por parte de Washington. El Departamento de Estado ha confirmado que diversos empleados de seguridad han sido detenidos en las ¨²ltimas semanas en el aeropuerto de Bagdad y en puestos de control policiales en la capital iraqu¨ª. Los arrestos obedecen a una campa?a en la que el Gobierno de Bagdad, tras el repliegue norteamericano del mes pasado, quiere controlar a los extranjeros que trabajen como agentes de seguridad y porten armas.
La Embajada norteamericana en Bagdad ha protestado ante el Gobierno iraqu¨ª. Seg¨²n el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, las detenciones, que no han derivado en la presentaci¨®n de cargos, obedecen a "una serie de ajustes en los visados de acreditaci¨®n y registro de veh¨ªculos, los permisos de tenencia de armas, as¨ª como otros procedimientos". "Desde el 31 de diciembre tenemos una nueva relaci¨®n con el Gobierno de Irak. Hay elementos burocr¨¢ticos en esa relaci¨®n que deben ser pulidos y en los que hay que trabajar, en condiciones de seguridad cambiantes", a?adi¨®.
Washington protesta por la ola de arrestos tras el repliegue de todas sus tropas
Durante meses, antes de ordenar el repliegue total, el presidente Barack Obama se hab¨ªa planteado la posibilidad de dejar un contingente de entre 3.000 y 5.000 soldados norteamericanos en Irak para labores de seguridad y protecci¨®n de su misi¨®n diplom¨¢tica. El Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki no se comprometi¨® a ofrecer inmunidad a esos soldados, sobre los que hubiera pendido la amenaza de hipot¨¦ticos procesamientos por acciones de las Fuerzas Armadas de EE UU durante los ocho a?os de guerra. Aquello llev¨® a la Casa Blanca a ordenar un repliegue total, sin dejar en Irak m¨¢s soldados que los que trabajan en la Embajada.
EE UU tiene una de sus mayores embajadas en Bagdad, con 11.000 empleados a los que protegen 5.000 contratistas, muchos de ellos agentes de seguridad. Parte de esos contratistas tambi¨¦n se dedican a entrenar al Ej¨¦rcito nacional iraqu¨ª en el manejo del material b¨¦lico cedido por Washington a Bagdad. En Irak hay un especial resentimiento contra los contratistas norteamericanos despu¨¦s de episodios como el del asesinato de 17 civiles en una plaza de Bagdad en 2007, a manos de mercenarios de la empresa Blackwater. Aquel incidente, en plena crisis de violencia sectaria, provoc¨® la expulsi¨®n de Irak de la compa?¨ªa de seguridad, que hoy se llama Academi.
Despu¨¦s del repliegue final de las tropas norteamericanas, el 18 de diciembre, el Gobierno iraqu¨ª dej¨® de renovar numerosos permisos de trabajo y tenencia de armas a contratistas de EE UU, lo que demuestra una postura incipientemente beligerante del Gabinete de Al Maliki hacia el pa¨ªs que le apoy¨® para convertirse en primer ministro. Las detenciones de contratistas no han desembocado en juicio alguno de momento.
Tal fue el n¨²mero de arrestos que una patronal de empresas contratistas envi¨® una carta a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en la que solicitaba su ayuda para facilitar la labor de los agentes de seguridad que emplea la diplomacia norteamericana en Irak. La pol¨ªtica del Gobierno de Bagdad ha acentuado la divisi¨®n entre facciones chi¨ªes y sun¨ªes, lo que seg¨²n algunos congresistas republicanos se habr¨ªa evitado si se hubiera mantenido un contingente militar norteamericano en suelo iraqu¨ª de forma indefinida.
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