Avance hacia el pasado
Una sala de espera de un aeropuerto a escala reducida, con papeleras llenas, bandejas de comida r¨¢pida por los suelos, maletas, mochilas, alg¨²n peluche abandonado. Est¨¢ vac¨ªa. La instalaci¨®n de Ester Parteg¨¢s abre Aproximaciones I, la muestra de arte contempor¨¢neo espa?ol en la colecci¨®n Helga de Alvear, en C¨¢ceres. Rafael Doctor, comisario de la exposici¨®n, considera esta obra una met¨¢fora de la ¨¦poca en la que vivimos. Un incierto tiempo de espera, un no-lugar de horario globalizado. En esa atm¨®sfera resulta imposible vislumbrar el futuro inmediato. Pero quiz¨¢ sea el tiempo propicio para mirar hacia atr¨¢s. "Creo que es el momento de incidir en el arte espa?ol, en particular el que se ha realizado durante los ¨²ltimos veinte a?os", afirma Rafael Doctor. "Nos toca mirarnos m¨¢s el ombligo". La colecci¨®n de Helga de Alvear cuenta con unas 2.600 obras de las que cerca de 700 son de artistas espa?oles. Entre estas ¨²ltimas han sido seleccionadas 188 para esta exposici¨®n, no solo para dar visibilidad a un sector de sus fondos, sino como portada de un proyecto m¨¢s ambicioso puesto en marcha por el comisario: unas jornadas en varias sesiones a lo largo de este a?o y un grupo de trabajo paralelo a la exposici¨®n, que pretende discutir y sacar en limpio algunas conclusiones, con vistas a publicar una especie de manual de este periodo. "Institucionalmente se ha hecho mucho por apoyar el arte espa?ol, quiz¨¢ demasiado. Pero no ha habido suficiente respuesta por parte de los coleccionistas. Llevamos d¨¦cadas en que ha primado un ansia por estar al d¨ªa con el arte internacional y no se ha prestado la debida atenci¨®n al que se produce aqu¨ª", a?ade.
El arco temporal que cubre Aproximaciones I empieza con algunas piezas de la ¨²ltima etapa del Equipo Cr¨®nica, adem¨¢s de la escultura La espera blanca (1974), de Dar¨ªo Villalba. Obras que no solo conservan su vigencia sino que se revelan all¨ª como hitos dignos de nuevas lecturas. Las piezas m¨¢s recientes son de Ignasi Aball¨ª, que nos incitan a leer esa historia no solo con la perspectiva del presente sino tambi¨¦n a poner atenci¨®n a lo que haya quedado entre l¨ªneas.
El recorrido de la muestra no pretende ninguna cronolog¨ªa, est¨¢ estructurada como n¨²cleos de afinidades y obras que act¨²an como nexo transversal. En t¨¦rminos generales lo que m¨¢s destaca es la pintura. M¨¢s que por la selecci¨®n realizada, por la continuidad y contundencia de la respuesta de los artistas espa?oles a lo largo de todo este periodo. Hay una sala en la que los materiales org¨¢nicos act¨²an como catalizador, con obras de Mitsuo Miura, Susana Solano, Adolfo Schlosser o Eva Lootz. Otra que combina trabajos, en otras circunstancias dispares, de Pablo Palazuelo, Jorge Galindo, Jos¨¦ Guerrero o Prudencio Iriz¨¢bal. Piezas clave de Montserrat Soto, Daniel Canogar y Joan Fontcuberta que integran la tecnolog¨ªa a su po¨¦tica de la imagen. Esculturas de Pepe Espali¨², Cristina Iglesias o Juan Mu?oz en contraste con las de Alberto Peral o Federico Guzm¨¢n.
Un muestrario, con lo m¨¢s positivo de ese t¨¦rmino, que permite hacer una revisi¨®n ciertamente necesaria de la pl¨¢stica espa?ola de las ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo pasado. Una iniciativa que no tiene por qu¨¦ ser solitaria, ni aislada. Mirar hacia dentro es la mejor manera de conocerse, de darse a conocer en la justa medida y al nivel que corresponde. No por ser -o pretender ser- cosmopolitas hay que minimizar lo propio. Esa es solo la mejor manera de que sea casi invisible.
Aproximaciones I. Centro de Artes Visuales Fundaci¨®n Helga de Alvear. Pizarro, 8. C¨¢ceres. Hasta el 20 de mayo de 2012.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.