Arias, canciones y espirituales de Leontyne Price
Hasta 1965, los negros no pod¨ªan votar en todos los Estados norteamericanos. Y hasta 1968 se permit¨ªa legalmente al propietario negarse a vender o arrendar su casa a alguien por el hecho de ser negro. Mientras escuelas, autobuses y parques se manten¨ªan segregados, Leontyne Price era invitada por el MET y contratada por el Carnegie Hall y la Scala. La m¨²sica no admite barreras. Si, alguna vez, alguien intent¨® levantarlas al paso de la Price, la fuerza y la belleza de su voz se las llevaron por delante con la fuerza de un tornado.
Price ha sido la voz del siglo XX. Se retir¨® de las tablas en 1985, aunque sigui¨® dando recitales. Su presencia esc¨¦nica sigue resultando impresionante a pesar de cambios en modas y costumbres. Majestuosa y digna, con peinados afro, t¨²nicas y turbantes y una voz de pureza y perfecci¨®n pocas veces -?nunca?- alcanzadas que parece bajada del cielo, pero que oculta el infierno de su raza negra, pobre y doliente, en el realismo y el nervio de sus interpretaciones. Sus personajes son mujeres vivas, no caricaturas melodram¨¢ticas.
El padre de Leontyne trabajaba en un aserradero y su madre era comadrona en Laurel, Misisipi. Desde el principio apoyaron la facilidad musical de su hija. La madre efectuaba tareas dom¨¦sticas para los profesores a cambio de clases para Leontyne y la compra de un piano oblig¨® a los Price a renunciar a sus peque?os lujos. Una familia adinerada blanca patrocin¨® a la prometedora estudiante de canto y Paul Robeson dio un recital para recaudar fondos. Leontyne consigui¨® una beca para Julliard y desde la primera vez que pis¨® las tablas atrajo aplausos y ofertas. Gershwin la eligi¨® para la reposici¨®n de Porgy and Bess, Samuel Barber compuso para ella y la apadrinaron Stravinski y Von Karajan. Los que la vieron actuar consideran que Verdi cre¨® a sus mejores hero¨ªnas para que, 100 a?os despu¨¦s, Price las interpretase. A mediados de los sesenta era una de las sopranos m¨¢s cotizadas.
Hicieron falta 15.000.000 muertos en la Primera Guerra Mundial para que las mujeres acortasen la falda, arrinconasen el cors¨¦ y saliesen de casa. Price s¨®lo ha tenido que cantar. La naturaleza le dio potencia y registro vocal. Su t¨¦cnica impecable, su carrera indiscutible y su dignidad irreductible son fruto ¨²nicamente de su esfuerzo. Price no permiti¨® que el racismo lastrase su vida y no aceptaba papeles contrarios a su negritud.
Milagrosamente joven y bella en sus ¨²ltimas apariciones, Price ha accedido hasta recientemente a cantar breves fragmentos con su maestr¨ªa de siempre. El 10 de febrero cumple 85 a?os. Ha sido una privilegiada porque la m¨²sica no admite barreras. Pero recordando su talento, sus triunfos y sus diecinueve grammys, no podemos evitar pensar en las vidas injustas de millones de mujeres, pobres, negras o de otras razas y condiciones marginales, que no han conseguido fama y fortuna.
Para celebrar el aniversario, Sony / BMG edita The complete collection of operatic recital albums (14 CD) The complete collection of song and spiritual albums (12 CD).
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