?ltima 'gaiteirada' en el Obradoiro

Era su plaza predilecta, al menos para festejar victorias electorales, y ayer volvi¨® a acoger el sonido de las gaitas en su honor. El homenaje institucional a Manuel Fraga, con misa incluida en la catedral de Santiago, quiso recuperar el gusto del de Vilalba por llenar de gaiteiros el Obradoiro, aunque en esta ocasi¨®n el encuentro fue m¨¢s comedido, en m¨²sicos, unos 300, y en simpatizantes. La Real Banda de Gaitas de la Deputaci¨®n de Ourense y la Banda de Gaitas de la Deputaci¨®n de Pontevedra amenizaron el acto de recuerdo al expresidente, fallecido hace una semana en Madrid, bajo un cielo plomizo y ante la mirada de cuatro de los cinco hijos del pol¨ªtico, y del presidente del gobierno, Mariano Rajoy, acompa?ado de su esposa, as¨ª como del jefe del ejecutivo gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que acudi¨® rodeado de conselleiros y exconselleiros.

El homenaje, organizado por el PP, sirvi¨® adem¨¢s para ver caminar juntos a los tres presidentes que ha tenido la Xunta en 31 a?os de historia: los dos que precedieron a Fraga, el popular Gerardo Fern¨¢ndez Albor y el socialista Fernando Gonz¨¢lez Laxe, y el que le sucedi¨®, Emilio P¨¦rez Touri?o, tambi¨¦n del PSOE. Al acto acudieron, seg¨²n c¨¢lculos del Partido Popular, unas 5.000 personas, aunque en el Obradoiro no hab¨ªa m¨¢s de 1.500. El Ayuntamiento de Santiago esperaba el viernes la presencia de al menos 3.000 personas, llegadas en 60 autobuses de toda Galicia pagados por el PP. No se llenaron. El acto coincidi¨® con una manifestaci¨®n de independentistas en la Alameda de la ciudad, que se desarroll¨® pac¨ªficamente, aunque m¨¢s tarde, terminada ya la marcha, cinco personas fueron detenidas.Protestaban contra "la amnesia" con la que se glosa la figura del expresidente gallego, que tambi¨¦n fue ministro franquista, un cargo del que nunca quiso renegar, y presentaban un programa de actos festivos para la tarde y la noche de ayer en varios bares de la ciudad.

El homenaje de la Praza do Obradoiro, retransmitido en directo por Televisi¨®n de Galicia, fue mucho m¨¢s amable y la alusi¨®n a la faceta p¨²blica de Fraga, muy tibia. Adem¨¢s de una nutrida representaci¨®n de diputados y alcaldes gallegos, al funeral por Fraga acudieron tambi¨¦n el candidato del PP a la presidencia de Andaluc¨ªa, Javier Arenas; el vicesecretario de comunicaci¨®n del PP, Esteban Gonz¨¢lez Pons; la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, y los ministros Ana Pastor, Ana Mato y Alberto Ruiz Gallard¨®n. Pachi V¨¢zquez, secretario general de los socialistas gallegos, tambi¨¦n estuvo presente en la ceremonia, que pudo seguirse desde la Praza do Obradoiro, donde se instal¨® una pantalla para los que no consiguieron entrar en el templo. A primera hora de la ma?ana se cortaron varias calles. La presencia policial fue constante en el casco hist¨®rico de la ciudad.

Vocaci¨®n pol¨ªtica

El arzobispo de Santiago, Juli¨¢n Barrio, encargado de oficiar la misa por Fraga, ensalz¨® la religiosidad del que fuera presidente de Galicia. "Don Manuel, siendo sabedor de que cumplir la misi¨®n es alcanzar el destino, manifest¨®: 'Para un cristiano la muerte carece de problemas y de dramatismos, porque est¨¢ superada por la resurrecci¨®n, que es dogma esencial". No fue este el ¨²nico aspecto que alab¨® el arzobispo de la trayectoria del de Vilalba, al que se refiri¨® como una "persona de bien, que supo mirar lejos, con amplitud y con profundidad, descubriendo los retos de la existencia en las encrucijadas de la Historia". "Don Manuel se le muri¨® a Galicia, a la que conoci¨® profundamente porque am¨® intensamente su historia, a su cultura y a sus gentes, y se le muri¨® a Espa?a, a la que sirvi¨® en su vocaci¨®n pol¨ªtica con dedicaci¨®n y honradez admirable", elogi¨® Barrio.

Terminado el oficio religioso, la pantalla instalada en el Obradoiro ofreci¨® un repaso en im¨¢genes de algunos momentos de la vida del pol¨ªtico, como el famoso ba?o de Palomares, el viaje a Cuba, o encuentros con el Rey, Gonz¨¢lez, Aznar o incluso Julio Iglesias. El acto lo cerr¨® el himno gallego, interpretado por las 300 gaitas que esperaban en la plaza.