Que aguante el paso del tiempo
La Directiva 95/46 de protecci¨®n de datos tiene sus d¨ªas contados y no precisamente para sucumbir, dejando a los ciudadanos en el desamparo, ante el tsunami de amenazas que diariamente se ciernen sobre la informaci¨®n personal que fluye masivamente en la sociedad actual.
A no dudarlo, la Directiva 95/46 ha supuesto un hito en la historia mundial de la protecci¨®n de los datos personales. Y no solo, como resultaba obligado, en Europa. El sistema europeo de protecci¨®n de datos, construido sobre la directiva, ha influido e inspirado leyes e instituciones en todos los continentes. Y, 17 a?os m¨¢s tarde, los principios consagrados en la Directiva siguen siendo v¨¢lidos. Es, pues, una historia de ¨¦xito.
Internet pone en evidencia la necesidad de un cambio legislativo
Pero la sociedad ha cambiado a una velocidad de v¨¦rtigo como lo evidencian la constante evoluci¨®n / revoluci¨®n tecnol¨®gica, la omnipresencia de Internet y la globalizaci¨®n de cuanto nos circunda. Y este cambio plantea retos ineludibles y pone inevitablemente en evidencia la necesidad de una reforma de la legislaci¨®n de la Uni¨®n Europea de protecci¨®n de datos.
Con singular intuici¨®n, la Comisi¨®n Europea inici¨® en 2009 el examen del marco jur¨ªdico europeo vigente y, en su Comunicaci¨®n de 4 de noviembre de 2010, sobre "un enfoque global de la protecci¨®n de los datos personales en la Uni¨®n Europea", identific¨® perfectamente viejos temas necesitados de nuevas normas:
1. El impacto de las nuevas tecnolog¨ªas.
2. El reforzamiento del mercado interior de la protecci¨®n de datos y la necesidad de mayor armonizaci¨®n.
3. La globalizaci¨®n y la mejora de las transferencias internacionales de datos.
4. La aplicaci¨®n efectiva de las normas sobre protecci¨®n de datos reforzando el papel de las Autoridades de Protecci¨®n de Datos.
Frente a quienes nos tem¨ªamos que las instituciones europeas fueran a atender los cantos de sirena de quienes solo ven en la Directiva 95/46 mera burocracia insufrible -en lugar de amparo y protecci¨®n para los ciudadanos-, la Comisi¨®n Europea, con la comisaria Reding al frente, ha protagonizado un ejemplo de coherencia y compromiso con la necesidad de protecci¨®n de la privacidad y de los datos personales en la sociedad presente (y, lo que es m¨¢s importante, para las futuras generaciones).
Al amparo de la base jur¨ªdica que le proporciona el art¨ªculo 8 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE -que reconoce aut¨®nomamente el derecho a la protecci¨®n de datos-, la Comisi¨®n Europea pretende afrontar los retos anteriores con un enfoque global y coherente. Y, a tal fin, ya anunci¨® en 2010 lo que, al parecer, esta misma semana se alumbrar¨¢: nuevas iniciativas normativas que ofrezcan un marco legislativo que resista el paso del tiempo para seguir asegurando un elevado nivel de protecci¨®n y seguridad, durante varias generaciones.
Y, de confirmarse las noticias oficiosas de las ¨²ltimas semanas que aventuran el alumbramiento de un proyecto de Reglamento General de Protecci¨®n de Datos -y, a su vez, de un proyecto de Directiva para la protecci¨®n de datos en polic¨ªa y justicia penal-, bienvenido sea un cambio legislativo que, sin duda, a¨²n pendiente de un tr¨¢mite arduo y complejo a trav¨¦s de las instituciones europeas, modernizar¨¢ y fortalecer¨¢ el modelo europeo y redundar¨¢ en m¨¢s protecci¨®n, garant¨ªa y derechos para los ciudadanos.
Artemi Rallo Lombarte es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad Jaume I, exdirector de la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos y exvicepresidente del Grupo Europeo de Autoridades de Protecci¨®n de Datos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.