Bandazos

Quien sostiene que nada ha fabricado m¨¢s ateos que la religi¨®n, reconocer¨¢ que nada fabrica m¨¢s antisistemas que el sistema y m¨¢s anticapitalistas que el capitalismo. Estamos acostumbrados a reconocer entre las tribus urbanas a los antisistema por su vestimenta y por su actitud. Como si fuera un estado cosm¨¦tico m¨¢s que un estado mental. Es un error. La crisis econ¨®mica nos ha ense?ado que los m¨¢s radicales antisistema ten¨ªan cargo en consejos de administraci¨®n, vest¨ªan traje caro y disfrutaban de planes de jubilaci¨®n multimillonarios. As¨ª que los perroflautas ni ten¨ªan perro ni ten¨ªan flauta. Y los verdaderos okupas ten¨ªan llaves de la caja y conoc¨ªan la combinaci¨®n para proceder a desvalijarnos sin violencias ni malos modos.

El ministro de Hacienda se estren¨® en Los desayunos de TVE con m¨¢s evasivas que precisiones, pero para la ¨²ltima pregunta Ana Pastor le reserv¨® una guinda dolorosa. ?Qu¨¦ le dice a la gente que mira con recelo su paso por la presidencia espa?ola de Lehman Brothers? De Guindos arrug¨® los labios y lo reconoci¨® casi como un tach¨®n en su larga y exitosa trayectoria profesional. Para reafirmarlo agreg¨® que inmediatamente despu¨¦s fue contratado por la empresa que auditaba al banco hundido. Hay que frenar la sensaci¨®n de c¨ªrculo vicioso que transmite la econom¨ªa, donde lo p¨²blico parece un recurso de urgencia para recobrar la fuerza perdida.

En los pr¨®ximos d¨ªas llega el bandazo. La obsesi¨®n por el d¨¦ficit choca contra la necesidad imperiosa de crecimiento. Lo notable ser¨ªa empezar a considerar a las personas y no tanto los algoritmos financieros. Signos como la fiscalidad del aspirante republicano Romney, que vuelve a dar la raz¨®n a Warren Buffet cuando escribi¨® que paga menos impuestos un millonario que su secretaria, confirman que la especulaci¨®n sufre menos presi¨®n fiscal que el trabajo honrado. P¨®nganle remedio y dejen de escuchar a las grotescas agencias de valoraci¨®n financiera, que siendo coherentes lo que aplauden es el modelo de China con su balance econ¨®mico radiante pese a la persecuci¨®n de libertades y la honda ra¨ªz comunista. Y no saben si aplaudir a la Venezuela de Hugo Ch¨¢vez, que con su 4% de crecimiento econ¨®mico ridiculiza sus recetas. Antes que el comunismo y el caudillismo estar¨ªa bien que el capitalismo se diera otra oportunidad.