La vida es un disfraz
Consciente del poder¨ªo de un personaje cargado de matices, Glenn Close lleva agarrada a Albert Nobbs desde 1982, a?o en el que lo interpret¨® por primera vez en el teatro. Sin embargo, la actriz ha tenido que esperar casi 30 a?os para llevarlo al cine, tras muchos esfuerzos, en una pel¨ªcula en la que ella lo es todo: act¨²a, produce y participa en el guion. Close es Nobbs. Nobbs es Close. No hay m¨¢s, quiz¨¢ porque la historia, de inmensas posibilidades, se queda a mitad de camino de todo. De la profunda reflexi¨®n moral o social. Tambi¨¦n de la emoci¨®n de una de esas historias m¨¢s grandes que la vida: la de una mujer que durante a?os se hace pasar por un hombre para poder ganarse el sustento en el Dubl¨ªn de la ¨¦poca victoriana; una especie de mayordomo de un peque?o hotel que, atrapado en un cuerpo ficticio, comienza a dudar de su propia condici¨®n. Apariencia de poder masculino frente a la opresi¨®n social femenina. Apariencia de convenci¨®n afectiva frente a la represi¨®n (homo)sexual. Un pedazo de personaje cuyo disfraz se ha convertido en una prisi¨®n. Sin embargo, Albert Nobbs, la pel¨ªcula, no tiene el fuelle de su criatura.
ALBERT NOBBS
Direcci¨®n: Rodrigo Garc¨ªa.
Int¨¦rpretes: Glenn Close, Mia Wasikowska, Aaron Johnson, Janet McTeer, Pauline Collins.
G¨¦nero: drama. Irlanda, 2011.
Duraci¨®n: 113 minutos.
Da la impresi¨®n de que por el largo proceso de preproducci¨®n han pasado demasiadas manos. Seg¨²n los cr¨¦ditos, se supone que Istv¨¢n Szab¨®, especialista en vidas artificiales, en existencias de doble capa (Mephisto, Taking sides), cre¨® un relato basado en la novela original, La vida singular de Albert Nobbs, de George Moore, publicada en 1928, y que de ese relato parti¨® Gabriella Prekop, su colaboradora habitual, para confeccionar un guion que, m¨¢s tarde, han variado Close y John Banville. Pero el resultado, adocenado por una puesta en escena de Rodrigo Garc¨ªa cercana a un lujoso telefilme, pero poco m¨¢s, es un tanto alicorto. No hay un verdadero an¨¢lisis y Albert Nobbs se convierte en una obra casi conceptual, de pincelada impresionista, que en ¨²ltima instancia pide ayuda al melodrama al ser consciente de su propia frialdad.
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