Baltar califica a sus enchufados de "profesionales competentes"
El bar¨®n del PP dimite en un pleno en el que por primera vez acepta todas las propuestas de la oposici¨®n
Jos¨¦ Luis Baltar ya no es presidente de la Diputaci¨®n de Ourense. La dimisi¨®n era el ¨²ltimo punto de un farragoso pleno que fue alargado a prop¨®sito por las mociones que la oposici¨®n llevaba a debate. Su voz, entrequebrada casi desde el primer minuto, delataba los nervios del bar¨®n, que termin¨® arropado entre los abrazos y lloros de la mayor¨ªa de diputados provinciales del PP -todos alcaldes de feudos baltaristas- y de otros cargos del partido. No estaba ning¨²n representante del birrete. Alberto N¨²?ez Feij¨®o se desentendi¨® de la sucesi¨®n y tambi¨¦n de la despedida del hombre que ha garantizado, con su granero de votos, la mayor¨ªa absoluta parlamentaria. El baltarismo cop¨® el sal¨®n de plenos y paraliz¨® la instituci¨®n. Entre el p¨²blico o agolpados en los pasillos del Pazo Provincial, muchos de los trabajadores colocados por Baltar durante 22 a?os, miraban con a?oranza al patriarca del clan.
El PSOE retira una moci¨®n inc¨®moda para el PP por respeto al adi¨®s
Al patriarca se le quebr¨® la voz y sus diputados rompieron a llorar
Un largo aplauso de un minuto y medio sirvi¨® para arropar al ¨²ltimo bar¨®n. Con el p¨²blico y los baltaristas en pie, la oposici¨®n esper¨® sin inmutarse el momento de la fotograf¨ªa oficial. El ambiente fue relajado y distendido durante las dos horas de pleno. Incluso hubo tiempo para bromear. "Lo veo muy en forma as¨ª que a¨²n podr¨ªa seguir algunos a?os m¨¢s", espet¨® el portavoz socialista, Jos¨¦ Ignacio G¨®mez. Las risas fueron rebajando la tensi¨®n inicial y la voz temblorosa con la que inici¨® sus intervenciones dej¨® paso a las habituales perlas que le han valido decenas de titulares. Baltar aludi¨® a su esposa, Alicia Blanco, en numerosas ocasiones. Al final de su discurso declar¨®: "Mi mujer perdi¨® un hombre en su mejor momento y ahora recibe un jubilado. Tratar¨¦ de hacerla feliz aunque muchas cosas ya no se pueden hacer". As¨ª finaliz¨® su despedida, con risas de los presentes.
La primera referencia en su discurso fue para los trabajadores de la Diputaci¨®n -muchos parientes de cargos del PP all¨ª presentes-, a los que calific¨® como "magn¨ªficos y competentes profesionales" que convirtieron al ente provincial en "pionero en gesti¨®n". En segundo lugar agradeci¨® el "apoyo y respaldo incondicional" a sus compa?eros de grupo pol¨ªtico, controlado por el baltarismo hasta la ¨²ltima tuerca y sin un solo verso suelto. El bar¨®n defendi¨® el papel del ente que presid¨ªa hasta ayer, asegurando que "hay que modernizarla, quererla y cuidarla; necesita nuevas competencias para evitar duplicidades". Pero tampoco evit¨® reconocer errores: "Si en alg¨²n momento no fui capaz de estar a la altura de las circunstancias, os presento mis m¨¢s sinceras disculpas".
Tambi¨¦n tuvo palabras de agradecimiento para la oposici¨®n. Los diputados conservadores acompa?aron a Baltar y rehusaron la confrontaci¨®n con PSOE y BNG por ser "un d¨ªa especial". Tan buen ambiente se respiraba, que el grupo popular aprob¨® todas las mociones presentadas por socialistas y nacionalistas, incluidas algunas con reproches a la Xunta por la gesti¨®n de la estaci¨®n de monta?a de Manzaneda o las inversiones en la pol¨ªtica agraria de la comarca de A Limia. El expresidente insisti¨® en varias ocasiones que era un d¨ªa "para tener la fiesta en paz". Tras esa aparente calma est¨¢ un pacto de no agresi¨®n acordado por socialistas y populares horas antes. El PSOE incluso retir¨® una moci¨®n de urgencia sobre la planta basurera de O Irixo con la que pensaban "poner contra las cuerdas" al alcalde de O Carballi?o y diputado, Argimiro Marnotes.
A los periodistas reconoci¨® el buen el trato y lament¨® que "ahora pierden un fil¨®n de titulares". Reiter¨® que su objetivo a partir de ahora es convertirse en una "persona an¨®nima" para poder dedicar m¨¢s tiempo a su familia. Nada m¨¢s terminar la ronda de besos, abrazos y miradas c¨®mplices entre los amigos populares que llenaron los sillones para el p¨²blico, no quiso contestar preguntas. "No, ahora ya no toca".
Desde que el pasado martes anunci¨® su marcha, ha repetido en todas sus declaraciones p¨²blicas que quiere ser una persona an¨®nima. Quiere desprenderse de Baltar para ser "Luisi?o porque soy peque?o". As¨ª le llamaban en Esgos, su pueblo. En la teor¨ªa, va a dejar de ser el patr¨®n de los centenares de empleados colocados en la Diputaci¨®n. En la pr¨¢ctica, muchos de los que ayer lloraban el ep¨ªlogo final del astuto l¨ªder galleguista seguir¨¢n defendiendo que "es un cacique pero nunca rob¨®".
Con la formalizaci¨®n de su renuncia, el baltarismo pone un punto y parte. Jos¨¦ Manuel Baltar no estuvo ayer en el acto de despedida de su padre. A esa misma hora trabajaba en sus futuras responsabilidades a unos metros de all¨ª, en la sede provincial del PP. La maquinaria para el relevo est¨¢ en marcha y funciona m¨¢s r¨¢pido que nunca. Hoy a las 12 del mediod¨ªa se postular¨¢ oficialmente para presidir la Diputaci¨®n y antes del d¨ªa 5 de febrero ser¨¢ nombrado presidente por herencia. Trabajar¨¢ de otra forma pero continuar¨¢ la obra del padre. Gestionar¨¢ el legado rode¨¢ndose de otros colaboradores m¨¢s cercanos pero manteniendo la telara?a de fieles votantes tejida durante dos d¨¦cadas. El expresidente provincial asegura que en Galicia hay otros pol¨ªticos que no van "a las aldeas" porque "huelen mal". Ahora quiere ser otra vez un "hombre del pueblo" porque siempre escuch¨® el sentir de la gente. Y los recibi¨® en su despacho, reconvertido en oficina de empleo, para cambiar votos por favores. Baltar se inmortaliza en Baltar.
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