El peor momento del Bar?a

El Barcelona lleg¨® en su peor momento a El Madrigal. Magullado por la eliminatoria copera contra el Madrid y sin esa pizca de confianza que le ha sobrado en los ¨²ltimos a?os. Como si esos malos minutos del mi¨¦rcoles en el Camp Nou hubieran agrietado su fortaleza mental. Desarmado, adem¨¢s, por el mejor Villarreal de la temporada, un equipo vigoroso y solidario que con Jos¨¦ Francisco Molina en el banquillo ha recuperado la fe en s¨ª mismo. El Madrid se dispara ya a siete puntos.

Las correr¨ªas al ataque de los centrales, Musacchio y Gonzalo, evidenciaban que el Villarreal hab¨ªa perdido ese respeto reverencial de los primeros compases. Las piernas como alambres de Bruno se hab¨ªan apoderado de una porci¨®n capital del centro del campo. Su capacidad de anticipaci¨®n, secundada por la estabilidad de Senna, sorprendi¨® a los medios azulgrana. A pesar de que, en ese af¨¢n por innovar, Pep Guardiola hab¨ªa incorporado a Mascherano junto a Busquets en la medular, conectando la defensa de tres con dos volantes, dos extremos y Messi. Era un intento de cimentar el eje para sofocar los s¨ªntomas de debilidad ofrecidos ante el Madrid. Pero no result¨®. Sinti¨¦ndose solapado por Mascherano, Busquets baj¨® su rendimiento y Guardiola rectific¨® en el descanso retrasando al argentino a la posici¨®n de central.

A Messi le faltaron siempre un par de cent¨ªmetros para llegar a buen puerto

Busquets baj¨® su rendimiento y el t¨¦cnico tuvo que retrasar a Mascherano

Messi abandon¨® la primera parte arengando a los ¨¢rbitros, enfadado con el mundo, abucheado por El Madrigal. Hab¨ªa sufrido un marcaje zonal muy severo. Los zagueros amarillos atacaron cada acci¨®n como si fuera la ¨²ltima, con una agresividad desconocida. Y a La Pulga le faltaron siempre un par de cent¨ªmetros para llegar a buen puerto. Hab¨ªa cargado con demasiado peso, poco acompa?ado por sus compa?eros en el ataque, desconectados Xavi y Cesc como volantes y desenfocados Alves y Adriano como extremos.

Consciente de que el Villarreal da pocos pelotazos, el Bar?a se abalanz¨® con voracidad sobre la salida de bal¨®n amarilla dejando en evidencia a Cani, Gonzalo o ?ngel. La vaselina enroscada de Messi sali¨® fuera esta vez por medio palmo, soplada por Gonzalo.

Sin un lateral derecho cerr¨¢ndole el paso, Borja Valero encontr¨® una v¨ªa de entrada en la esquina izquierda. Visto de cerca, al lado de los centrocampistas azulgrana, Borja no desentona. Dirige con criterio el ataque, asoci¨¢ndose con el incansable Marco Ruben, una pesadilla para cualquier rival por su tenacidad. Sin la aportaci¨®n necesaria del joven Joselu, todav¨ªa en fase formaci¨®n. Vald¨¦s vol¨® hacia su costado derecho para desviar el disparo combado de Senna.

Tanto se anim¨® el Villarreal que arranc¨® la segunda parte presionando dentro del ¨¢rea de Valdez, justamente despu¨¦s de reclamar un posible penalti de Busquets a Borja Valero. El Bar?a respondi¨® masticando m¨¢s la jugada, tratando de desbravar la fogosidad amarilla, impulsado por un Busquets ahora m¨¢s suelto tras el retraso de Mascherano.

Al Bar?a le segu¨ªa faltando frescura en el ataque y Guardiola recurri¨® a un renqueante, Alexis, por otro, Piqu¨¦. Tello y Thiago revitalizaron el ¨²ltimo tramo azulgrana, neutralizado por el enorme tajo de Bruno y Senna, as¨ª como por las milagrosas estiradas de Diego L¨®pez, primero a Cesc y al final a Messi.

Las secuelas de la Copa abren un abismo en la lucha por la Liga.