Enganchados a los 'whatsapps'
Whaaaaattttssssaaaaaappp!!! Es 24 de diciembre y Jos¨¦ Guti¨¦rrez del ?lamo ha echado cuentas. Si felicita la Navidad a todos sus contactos a trav¨¦s del tradicional mensaje de texto, la factura del m¨®vil se le disparar¨¢. Este organizador freelance de eventos de 25 a?os acaba de llegar a Espa?a tras pasar una temporada trabajando en Angola, que ha precedido a otra en Inglaterra. Est¨¢ convencido de que dejar de lado a amigos, clientes y colaboradores de cualquiera de esos dos pa¨ªses le da?ar¨ªa el negocio. "En Inglaterra se pueden comprar paquetes de 500, 600 mensajes de texto al mes, y yo mandaba unos 400", explica. "As¨ª que est¨¢n acostumbrados a recibir mensajes m¨ªos para cualquier cosa. Pero en Espa?a me arruinar¨¦ a este ritmo, y m¨¢s con SMS internacionales".
"WhatsApp ha sido una de las aplicaciones m¨¢s exitosas en el mundo. Se trata de un club de 1.338 millones de adeptos"
"Los sms han sido muy rentables. El beneficio ha rondado el 3.000%, muy jugoso para las operadoras"
Por fortuna, la soluci¨®n es simple: WhatsApp, una aplicaci¨®n que env¨ªa los mensajes de texto gratis a trav¨¦s de la Red, sin usar la l¨ªnea de voz como los SMS. A Jos¨¦ le hace gracia el nombre, un juego de palabras entre el what's up ingl¨¦s (traducible como "?qu¨¦ hay?") y el app que denomina a las aplicaciones de los tel¨¦fonos inteligentes o smartphones.
Es posible que cuando Jan Koum y Brian Acton, dos empleados del gigante cibern¨¦tico Yahoo, decidieron en 2009 montar WhatsApp, no tuvieran presente que iban a enhebrarse en la tendencia m¨¢s notoria de nuestra ¨¦poca: la comunicaci¨®n constante por escrito. Un invento que necesit¨® dinero, el de una de las principales inversoras en nuevas plataformas tecnol¨®gicas, Sequoia, que crey¨® en el proyecto, con ocho millones de d¨®lares.
Jos¨¦ env¨ªa su primer whatsapp. A los pocos segundos, recibe la respuesta de su interlocutor desde Estados Unidos. "Esto tiene muchas salidas, ?no?", se maravilla. Las tiene: WhatsApp env¨ªa texto, im¨¢genes, v¨ªdeos, contactos de nuestro m¨®vil, incluso la localizaci¨®n desde la que se escriben los mensajes, a cualquier parte del mundo como un chat de ordenador. Y gratis. Los usuarios de iPhone ten¨ªan que pagar 79 c¨¦ntimos por la descarga hasta hace poco, y los de Android, solo la renovaci¨®n anual. Nada m¨¢s. A partir de ah¨ª, el ¨²nico l¨ªmite lo marca la tarifa de datos de cada usuario. Dicho de otra forma: si un SMS solo tiene 160 caracteres y en sus inicios costaba unos 15 c¨¦ntimos, mandar 200 mensajes costaba 30 euros. Por el mismo precio para una tarifa de datos, la cantidad de mensajes que se pueden enviar se dispara casi de forma ilimitada.
El resultado ha sido una de las aplicaciones m¨¢s exitosas en el mundo. Se trata de un club de 1.338 millones de adeptos seg¨²n la prensa especializada (WhatsApp no da cifras). En Espa?a, los usuarios de iPhone se descargaron en 2011 unos 30 millones de aplicaciones. La primera de ellas, WhatsApp. En un pa¨ªs donde, seg¨²n Nielsen, el 49% de los m¨®viles utilizados en el ¨²ltimo trimestre de 2011 son smartphones. Una legi¨®n entera que env¨ªa 1.000 millones de mensajes diarios sin rozar la l¨ªnea telef¨®nica.
El 13 de enero, WhatsApp desapareci¨® de la tienda de aplicaciones de Apple. Sin previo aviso y sin explicaciones. A los pocos d¨ªas, la inc¨®gnita era bola de nieve: cientos de blogs de todo el mundo buscaban cu¨¢l era el motivo. ?Ser¨ªa porque Apple obliga a toda aplicaci¨®n gratuita a mantenerse as¨ª para siempre y WhatsApp hab¨ªa reducido los 0,79 c¨¦ntimos que costaba la descarga como promoci¨®n navide?a? ?Una conspiraci¨®n con las operadoras? El consenso oficioso empez¨® a orbitar alrededor de los fallos de seguridad de los que varios blogs llevaban meses avisando. "El desprecio de WhatsApp por la intimidad de los usuarios roza lo ilegal en varios pa¨ªses", explica F¨¦lix Brezo, investigador en seguridad inform¨¢tica del instituto tecnol¨®gico DeustoTech de la Universidad de Deusto: "Es de los pocos programas de mensajer¨ªa que no encripta los mensajes. Cualquiera que monitorice la conexi¨®n de un particular puede leerlos". Cinco d¨ªas despu¨¦s, quedaba restablecida la aplicaci¨®n con la explicaci¨®n oficial de que el corte se hab¨ªa debido a "una actualizaci¨®n rutinaria" para ofrecer una versi¨®n m¨¢s segura.
El invento ha dinamitado el negocio de los SMS. "Los SMS no eran m¨¢s que un a?adido de los ochenta, cuando las operadoras descubrieron que en la l¨ªnea de voz sobraba espacio como para mandar mensajes cortos, as¨ª que el coste de su env¨ªo era testimonial. Un tercio de c¨¦ntimo por cada SMS. El beneficio ronda el 3.000%". Algo demasiado jugoso para las operadoras, que barajan ahora un nuevo sistema de SMS, el RCS-e, del que se supone que mejorar¨¢ el servicio ofrecido por cualquier aplicaci¨®n de mensajer¨ªa online. Esto es, ?el restaurante franc¨¦s haci¨¦ndose m¨¢s asequible despu¨¦s de la inauguraci¨®n de McDonald's?
'Amigos caros'
Fernando Fern¨¢ndez, de 28 a?os y editor de v¨ªdeo para una productora audiovisual madrile?a, fue el primero en su grupo de amigos en decir adi¨®s a los mensajes de texto, primero con el chat de su BlackBerry y desde enero de 2011 con WhatsApp. Hoy no duda en que eso ha configurado su vida social. "A los 'amigos caros', a los que me hacen pagar un mensaje, les hablo menos que al resto. No es taca?er¨ªa, es inercia. Y al final est¨¢s m¨¢s c¨®modo con la gente con la que m¨¢s hablas aunque no sea en persona", reconoce. Y es que, aunque pueda sonar incre¨ªble, es cierto que quienes no tienen WhatsApp est¨¢n quedando tecnol¨®gicamente atr¨¢s.
Negocio al traste
Las fiestas son grandes indicativos del mercado del SMS, y las pasadas Navidades han mostrado la deca¨ªda de los mensajes de texto tradicionales: seg¨²n la operadora Yoigo, en Nochebuena se enviaron un 13% menos de SMS que en 2010; en Nochevieja, un 23%. Es la l¨ªnea que ya subrayaba el Comit¨¦ de Mercado de Telecomunicaciones: en el ¨²ltimo trimestre de 2009 se enviaron 2.185 millones de mensajes; en el de 2011, 1.882. Ninguna operadora quiere dar cifras exactas, pero reconoce el golpe que supone la p¨¦rdida de los beneficios del SMS.
Alternativas gratuitas
iMessage. Desde octubre, el iPhone detecta autom¨¢ticamente si el n¨²mero al que se escribe pertenece a otro m¨®vil de Apple y si est¨¢ conectado a la Red para mandar el mensaje gratis a trav¨¦s de la l¨ªnea de datos. Es, para los expertos, la amenaza al SMS m¨¢s revolucionaria desde WhatsApp.
BlackBerry Messenger. El primer sistema de mensajer¨ªa gratuita entre m¨®viles es exclusivo para 'blackberries' de todo el mundo desde su lanzamiento en la d¨¦cada pasada. Hoy cuenta con unos 50 millones de usuarios en Estados Unidos y 1,2 en Espa?a, pero se le considera la primera v¨ªctima de WhatsApp.
GroupMe. Esta aplicaci¨®n para chatear en grupo funciona para todos los sistemas y fue comprada por Skype por 85 millones de d¨®lares (60 millones de euros) el a?o pasado. Fue ideada, dise?ada y programada en 24 horas en 2010. En agosto de 2011 ya gestionaba 100 millones de mensajes mensuales (frente a los 1.000 millones diarios de WhatsApp).
Facebook Messenger. El extendido chat de Facebook era notoriamente complicado de acceder desde el m¨®vil. Por eso, el gigante de las relaciones 'online' prepar¨® una 'app' independiente en la que los mensajes van a parar al m¨®vil de quien lo tenga abierto o a la bandeja de entrada del abonado que lo consulte por ordenador.
ChatON. Con 300 millones de m¨®viles vendidos por todo el mundo, la otra gran marca de la telefon¨ªa lanz¨® en octubre su propia aplicaci¨®n de mensajer¨ªa gratuita, mezclando el resultado de iMessage con el sistema de BlackBerry Messenger. Disponible para Android, en breve llegar¨¢n las versiones para iPhone y BlackBerry.
El triunfo de la palabra escrita
"Es la continuaci¨®n l¨®gica de lo que ve¨ªamos hace 10 a?os con el Messenger: la compa?¨ªa ininterrumpida a trav¨¦s de la palabra escrita", explica Amit Ray, profesor de sociolog¨ªa del Rochester Institute of Technology. "Ha de ser as¨ª, porque una llamada es mucho m¨¢s disruptiva y tiene su formalidad: tienes que iniciar la conversaci¨®n con un hola, decir lo que tengas que decir y, si es muy banal, aclarar que solo quer¨ªas contar eso, y luego finalizarla. Con el texto, la conversaci¨®n es constante".
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