Trias pretend¨ªa pagar 22 millones por una parcela sin uso urban¨ªstico
La compra del solar del Guinard¨® quer¨ªa desbloquear el proyecto de Can Batll¨® - La negativa de la oposici¨®n bloque¨® el plan, pactado con una inmobiliaria
El Ayuntamiento de Barcelona estaba dispuesto a pagar 22,5 millones de euros -m¨¢s el IVA correspondiente- a la inmobiliaria Inmogaudir por una finca de 16.000 metros cuadrados en el Guinard¨® calificada de zona verde sin uso urban¨ªstico. El precio, pues, del metro cuadrado de la citada parcela, que hace esquina en Mare de D¨¦u de Montserrat y Francesc Alegre, sale a 1.343 euros el metro cuadrado. La valoraci¨®n, efectuada por la gerencia de H¨¢bitat Urbano, se realiz¨® dentro del expediente de expropiaci¨®n de la citada finca instado por la inmobiliaria. Esa parcela ha entrado en juego para arrancar el proyecto de transformaci¨®n de Can Batll¨® en el barrio de Sants que se vio bloqueado hace dos semanas porque CiU no obtuvo apoyos de la oposici¨®n.
La tasaci¨®n de la finca de Mare de D¨¦u de Montserrat se ha calculado teniendo en cuenta el valor del suelo y el de los pisos de renta libre y protecci¨®n del entorno, aunque en ella no se podr¨¢ edificar nunca. Por otra parte, el valor catastral de la parcela no llega a los dos millones de euros, muy lejos de los 22,5 pactados entre la inmobiliaria y la gerencia de H¨¢bitat Urbano. El Consistorio defend¨ªa en el convenio al que hab¨ªan llegado el edil de H¨¢bitat Urbano, Antoni Vives, e Inmogaudir "el inter¨¦s en la adquisici¨®n de la finca como uso p¨²blico en una localizaci¨®n privilegiada en los accesos al parque de los Tres Turons".
La inmobiliaria, que tiene 80.000 metros cuadrados de espacio comercial y residencial en Espa?a seg¨²n explica en su p¨¢gina web, ha alegado falta de liquidez para iniciar el proceso de transformaci¨®n de Can Batll¨®, proyecto que prev¨¦ levantar un millar de pisos de renta libre, 450 protegidos y varios equipamientos. Seg¨²n los datos que obran en el expediente, el negocio previsto en la operaci¨®n de Can Batll¨® es de 147 millones de euros con un gasto de 40 millones para hacer frente a los costes de indemnizaciones a los todav¨ªa ocupantes, los de la demolici¨®n de las naves y la urbanizaci¨®n posterior. El Ayuntamiento iba a asumir la direcci¨®n del proyecto inyectando 10 millones de euros para sufragar parte de los 17 millones, el coste de la primera fase de la urbanizaci¨®n. A cambio, el Consistorio obten¨ªa en Can Batll¨® unos 5.000 metros cuadrados para construir los pisos protegidos.
Pero, adem¨¢s de esa aportaci¨®n, con una contrapartida clara para la ciudad, el Ayuntamiento dio por bueno expropiar por 22,5 millones de euros la finca de Inmogaudir en el Guinard¨® y que ese dinero lo destinara la inmobiliaria a pagar el resto de los costes de la urbanizaci¨®n de Can Batll¨®. Es decir, que, al final, ser¨ªa el Consistorio el que iba a pagar buena parte de los 40 millones de euros de los costes totales de la operaci¨®n de Can Batll¨®; eso sin tener una contrapartida a cambio, m¨¢s all¨¢ de 16.000 metros cuadrados de zona verde.Un portavoz municipal aleg¨® que el precio acordado est¨¢ por debajo del precio que pod¨ªa exigir la inmobiliaria y que, en cualquier caso, la prioridad es desencallar el proyecto de Can Batll¨®. No lo tuvieron nada claro los grupos de la oposici¨®n y CiU, al ver que estaba en minor¨ªa, acab¨® retirando el convenio que se someti¨® a debate en la comisi¨®n de H¨¢bitat Urbano hace 10 d¨ªas. El Partido Popular hab¨ªa dado el apoyo a la aportaci¨®n de los 10 millones de euros del Ayuntamiento porque obten¨ªa suelo en Can Batll¨® pero no vio claro el pago de los 22,5 millones m¨¢s.
El Consistorio ten¨ªa previsto el pago de esa cantidad a Inmogaudir en tres anualidades, correspondientes a los presupuestos de 2013, 2014 y 2015 y con cargo a las partidas de expropiaciones de cada uno de los ejercicios. La operaci¨®n dise?ada por H¨¢bitat Urbano tiene el visto bueno del ¨¢rea jur¨ªdica y de la intervenci¨®n del Consistorio. En ella se da por sentado "el compromiso del expropiado de destinar lo que perciba para el pago de las cuotas de urbanizaci¨®n".
La finca del Guinard¨®, afectada por el Plan General Urbano (PGM) de 1976, lleva a?os en liza y es bien conocida por los gobiernos socialistas que ha tenido Barcelona. Fue adquirida por el grupo inmobiliario en 1971 y cinco a?os despu¨¦s se vio afectada por el PGM como zona verde. La idea de Inmogaudir era obtener m¨¢s provecho de ella -buscaba una "soluci¨®n urban¨ªstica", es decir, una recalificaci¨®n- y en diciembre de 2005 casi lo logra. Firm¨® un protocolo con el Ayuntamiento -lo firm¨® el entonces gerente Ramon Massaguer- en el que adquir¨ªa el compromiso de recalificarla en parte para que pudiera ser edificable cuando se afrontara la definici¨®n del parque de los Tres Turons.
La inmobiliaria dio el plazo de cuatro a?os para no ejercer su derecho a ser expropiada. Pas¨® ese tiempo e Inmogaudir insisti¨® al Consistorio en que quer¨ªa una "soluci¨®n urban¨ªstica" que no era ofrecida pese a las presiones. La Administraci¨®n socialista tambi¨¦n hizo sus n¨²meros para intentar llegar a un acuerdo que se dej¨® de lado por completo con el estallido de la crisis.
En marzo de 2011, la inmobiliaria comunic¨® al Ayuntamiento que iniciaba el proceso de expropiaci¨®n. Tras el cambio de gobierno, ahora ha sido el Consistorio de CiU el que ha negociado con Inmogaudir. El resultado fue el convenio que no ha llegado a buen fin y que obliga al Ayuntamiento a replantear la operaci¨®n.
Esta planificaci¨®n tambi¨¦n ha despertado ciertos recelos entre los vecinos de la zona de Can Batll¨®. Est¨¢n deseosos de que se desencalle la transformaci¨®n de la antigua colonia textil porque all¨ª est¨¢n previstos equipamientos de barrio. Pero no a cambio de que la ciudad destine 22,5 millones de euros para pagar unos costes de urbanizaci¨®n que, por ley, corresponden a la inmobiliaria. "Est¨¢n las cosas muy mal como para que nos gastemos tanto dinero para pagar a un grupo inmobiliario", argumenta Josep Domingo, de la asociaci¨®n de vecinos de Sants que recuerda que ya se produjo un primer plan de Can Batll¨® en 2002 que no lleg¨® a buen puerto "porque exigieron m¨¢s edificabilidad".
Por otra parte, la finca del Guinard¨® no est¨¢ del todo libre. En el frente que da a Mare de D¨¦u de Montserrat hay varias naves que albergan peque?os talleres, alguno de ellos con empleados y actividad. El resto de la finca es forestal y est¨¢, de hecho, en uno de los accesos al parque del Guinard¨®. El solar, en la parte inferior, se utiliza como aparcamiento de los que tienen las naves en alquiler. El resto es un zarzal abrupto que se encarama hasta la calle de Budapest.
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