Orihuela autoriz¨® 200 urbanizaciones inacabadas
El nuevo Gobierno exigir¨¢ a los promotores que subsanen los fallos
Las secuelas del urbanismo salvaje que camp¨® en la primera d¨¦cada del siglo son palpables en la mayor¨ªa de urbanizaciones que copan el litoral. Pero un ejemplo de este fen¨®meno de crecimiento urbano desordenado es el t¨¦rmino municipal de Orihuela, y de manera especial su tramo costero, donde en ¨¦poca estival se concentran unos 250.000 residentes, la mayor¨ªa extranjeros.
Entre 1997 y 2010 con el PP en el Gobierno local, en Orihuela se construyeron 38.000 nuevas viviendas, distribuidas en unas 200 urbanizaciones, la mayor¨ªa inacabadas.
El PP, no obstante, acept¨® las actas de recepci¨®n sin verificar que estaban ejecutadas al cien por cien, seg¨²n denuncia el actual equipo de Gobierno (un tripartito integrado por Los Verdes, PSPV y Los Liberales).
Las deficiencias m¨¢s comunes afectan a los viales y a las zonas verdes
En respuesta a esa situaci¨®n, el Ayuntamiento est¨¢ elaborando un informe sobre las deficiencias que presentan esas urbanizaciones y obligar¨¢ a los promotores a corregir las carencias. "Nuestro objetivo es no recepcionar ninguna urbanizaci¨®n hasta comprobar que est¨¢n totalmente acabados y ejecutados todos los aspectos", asegura Antonio Zapata, concejal de Urbanismo, del PSPV. "Para ello enviaremos a los t¨¦cnicos municipales para que comprueben el estado final de las obras", a?ade.
Seg¨²n Zapata, el anterior equipo de gobierno del PP firm¨® las actas de recepci¨®n, en algunos casos parciales, y autoriz¨® las c¨¦dulas de habitabilidad, sin verificar si los promotores hab¨ªan ejecutado el 100% de las obras de urbanizaci¨®n.
Las recepciones parciales de las urbanizaciones, que a partir de ahora no aceptar¨¢ el Consistorio, "provocaron una cierta relajaci¨®n de los promotores a la hora ejecutar las obras pendientes", precisa el responsable del ¨¢rea de Urbanismo. Zapata tambi¨¦n acusa al anterior equipo de Gobierno del PP "de falta de diligencia" a la hora verificar las actas de recepci¨®n con los trabajos supuestamente completos.
Cuando los due?os de las casas ocuparon las mismas comenzaron los problemas y las posteriores quejas. Lo habitual en estas urbanizaciones inacabadas es observar calles sin aceras o sin asfaltado, que no se hayan construido las zonas verdes comprometidas, que no est¨¦ completo el alumbrado o que la red de alcantarillado est¨¦ incompleta. En otros casos, las ¨¢reas de recreo est¨¢n incrustadas en descampados o algunos residentes conviven en medio de gr¨²as de otras urbanizaciones en obras.
Otra denuncia com¨²n de los residentes de las urbanizaciones es el abandono de las zonas verdes y jardines, en algunos casos emplazados en medio de barrancos.
Y en paralelo con esta batalla contra las urbanizaciones inacabadas el Ayuntamiento tiene abierto otro frente urban¨ªstico, la regularizaci¨®n de miles de viviendas ilegales diseminadas por el t¨¦rmino. El edil zapata se?ala que, en breve, estar¨¢ redactado el pliego de condiciones para comenzar el proceso. El proceso de regularizaci¨®n de las viviendas ya construidas est¨¢ consensuado y aprobado por la Consejer¨ªa de Territorio, y ser¨¢ voluntario.
El coste del proceso depender¨¢ de situaci¨®n de cada vivienda y de los servicios e infraestructuras que tengan que ejecutarse. Esta masiva incorporaci¨®n de casas al ordenamiento urbano del municipio supone una ley de punto final para el urbanismo salvaje.
El Ayuntamiento aplicar¨¢ tolerancia cero con los nuevos infractores. Y nada m¨¢s detectar la infracci¨®n urban¨ªstica se abrir¨¢ el correspondiente expediente que, adem¨¢s de imponer una sanci¨®n, tiene como primer imperativo restituir la legalidad urban¨ªstica. Las multas previstas en el nuevo protocolo municipal contra el urbanismo clandestino oscilar¨¢n entre los 600 y 3.000 euros. La edil socialista asegura que, adem¨¢s, se trasladar¨¢ el expediente a la fiscal¨ªa y se cortar¨¢n los servicios b¨¢sicos, como luz, tel¨¦fono o agua.
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