Edificios de una democracia
Una completa exposici¨®n recorre a trav¨¦s de 230 obras el paisaje urbano espa?ol desde 1975 a 2010
El germen de la exposici¨®n Arquitectura espa?ola (1975-2010) + 35 a?os construyendo en democracia, una ocasi¨®n impagable para que el gran p¨²blico se aproxime a esta disciplina cada vez menos endog¨¢mica (Arquer¨ªas de Nuevos Ministerios, hasta el 8 de abril), fueron dos tomos de la revista El Croquis sobre la arquitectura desde la muerte de Franco hasta los noventa, que publicaron quienes ahora comisarian la muestra, el profesor Antonio Ruiz Barbarin y H¨¦ctor Barrio. De ah¨ª salieron 35 edificios. Cuando Espa?a dej¨® de presidir la UE en 2010 se utilizaron para una muestra en Atenas como gesto de despedida. Su ¨¦xito motiv¨® esta nueva exposici¨®n ampliada: un fiel recorrido por el paisaje urbano de la democracia a trav¨¦s de 230 edificios firmados por 130 estudios.
La obra debutante es Banku-ni¨®n (1975), en Madrid, de Corrales y Molez¨²n. La crisis del petr¨®leo no imped¨ªa que la arquitectura abandonara la zona gris. Aparecen "los francotiradores", define Ruiz Barbarin, "personalidades fant¨¢sticas como Corrales y Molez¨²n, S¨¢enz de Oiza, el primer Moneo, Alejandro de la Sota, Fern¨¢ndez Alba y Oriol Bohigas".
La d¨¦cada de los ochenta origina "la movida nacional". Con una mejor coyuntura econ¨®mica y m¨¢s despejado el terreno pol¨ªtico, son los a?os del destape arquitect¨®nico. Aparecen propuestas nunca vistas, ciertos regionalismos (como el vasco, mediterr¨¢neo y gallego) y la arquitectura comienza a debatirse en la universidad. Obras y nombres como Miralles con su Escuela de Morella, en Castell¨®n; la Escuela de San Ferm¨ªn, de Campo Baeza; el BBVA o las viviendas sociales de la M-30, ambos en Madrid, de S¨¢enz de Oiza; Moneo con el Ayuntamiento de Logro?o y el Teatro Romano de M¨¦rida; Cruz y Ortiz (urbanizaci¨®n en Sancti Petri, C¨¢diz), Carvajal, Correa y Mil¨¢, Coderch o Navarro Baldeweg.
Paralelamente, la concepci¨®n de viviendas sociales salta por los aires. Surgen otras m¨¢s radicales y con m¨¢s calidad, nada que ver con las casas baratas que se repart¨ªan por la geograf¨ªa nacional. El barrio obrero de Palomeras de Madrid, que sirvi¨® de experimento, est¨¢ presente con tres edificios.
La Expo de Sevilla y los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona fueron el motor de la siguiente d¨¦cada, los noventa, marcada por una arquitectura m¨¢s madura y comprometida. La estaci¨®n de Santa Justa (Cruz y Ortiz), el pabell¨®n de la Navegaci¨®n (V¨¢zquez Consuegra) o el cementerio de Igualada (Miralles y Pin¨®s) y nombres como Ferrater, Mangado o Bay¨®n, son ejemplos de una arquitectura m¨¢s reposada.
2000. Nuevo siglo y exuberancia econ¨®mica. "Revienta una nueva generaci¨®n de arquitectos, y otros, que no son tan j¨®venes, explosionan". Ruiz Barbar¨ªn engloba, en primer lugar, al grupo que acaba en los ochenta y, m¨¢s en concreto, al que coincide en la Polit¨¦cnica de Madrid a mitad de la d¨¦cada. Antes ya se hab¨ªa estrenado, "pero construyen de verdad en el 2000". Algunos como Tu?¨®n y Mansilla, Aranguren y Gallegos, Cano Lasso hijos, Garc¨ªa de Paredes y Pedrosa, Nieto y Sobejano, ?balos y Herreros... protagonizan una ¨¦poca bipolar en la que coincide lo peor y lo mejor de la arquitectura. Entre lo primero, cada pol¨ªtico quiere importar el Guggenheim a su pueblo. Pero, a la vez estalla una efervescencia constructiva como nunca, sin ataduras formales ni t¨¦cnicas, no hay nada que no se pueda hacer.
Con la resaca (ahora) y una brutal crisis econ¨®mica, toca contenci¨®n, "cuando el medio ambiente tiene la ¨²ltima palabra". Entre los que "explosionan" est¨¢n Zaera, Arroyo, Ecosistema Urbano, Entresitio o L¨®pez y Rivera.
El criterio para decidir qui¨¦nes eran los elegidos para esta gran muestra ha sido, sobre todo, "el del paso del tiempo, que unas veces machaca obras y otras las engrandece, y estas son las que salen". Dos detalles en los que conviene fijarse (y una curiosidad): se exponen 65 maquetas originales, entre las que sobresale la del BBVA de S¨¢enz de Oiza, prestada por sus hijos, imponente como la obra. Y atenci¨®n a los paneles, armarios con ruedas, porque la vocaci¨®n de esta magn¨ªfica arquitectura espa?ola es que siga viajando por el mundo. La curiosidad: el cat¨¢logo tiene las medidas exactas del ladrillo, cuya crisis no supone ni la de la arquitectura ni la de las ideas.
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