Diez preguntas y respuestas sobre la crisis argentina

La dimisi¨®n del presidente Adolfo Rodr¨ªguez Sa¨¢ en la madrugada del 31 de diciembre agrav¨® la incertidumbre sobre el futuro pol¨ªtico y econ¨®mico de Argentina. Eduardo Duhalde, un abogado laboralista de 60 a?os, senador y gobernador durante dos mandatos de la provincia de Buenos Aires, asumi¨® la presidencia el 2 de enero. Se trata del quinto presidente argentino en 13 d¨ªas y se espera que complete el mandato presidencial hasta diciembre de 2003 en el que espera lograr tres objetivos:
Reconstruir la autoridad pol¨ªtica e institucional, garantizar la paz social y sentar las bases para el cambio del modelo econ¨®mico y social.
El Gobierno anunci¨® el domingo 6 de enero una devaluaci¨®n del peso del 28,5%, abandonando el sistema de convertibilidad cambiaria que desde 1991 ataba al peso con el d¨®lar, y puso en marcha un plan para evitar que se dispare la inflaci¨®n.
Entre otras medidas de "emergencia p¨²blica", pas¨® a pesos las tarifas de los servicios p¨²blicos, que estaban fijadas en d¨®lares y se ajustaban por el ¨ªndice de inflaci¨®n de EEUU, seg¨²n los contratos de privatizaci¨®n firmados a comienzos de los 90.
Asimismo, estableci¨® que las deudas por hipotecas o pr¨¦stamos hasta un monto de 100.000 d¨®lares se pasen a pesos sin hacer el ajuste por la devaluaci¨®n de la moneda nacional con la promesa de compensar a los bancos.
El temor del presidente Eduardo Duhalde es que una subida de precios (experimentada ya por el temor de los comerciantes a la espera de la anticipada devaluaci¨®n) inhabilite el efecto devaluatorio. Seg¨²n el ministro de Econom¨ªa, Remes Lenicov, las medidas no tienen por qu¨¦ provocar una inflaci¨®n de precios. En un lapso de "4 a 5 meses" la idea del Gobierno es que el peso flote libremente frente al d¨®lar.

El ministro de Econom¨ªa espa?ol, Rodrigo Rato, pidi¨® al FMI que hiciera efectivo el pago del cr¨¦dito acordado en agosto (8.000 millones de d¨®lares) para eludir el colapso econ¨®mico del pa¨ªs.
Tras la decisi¨®n de devaluar, el organismo se declar¨® listo para trabajar con el nuevo Gobierno de Argentina, y as¨ª lo expres¨® su directo gerente Horst Koehler, quien matiz¨® que "le corresponde al pa¨ªs solucionar su grave crisis financiera". Advirti¨® tambi¨¦n que cualquier programa dise?ado para lograr la recuperaci¨®n de Argentina debe abordar tanto los problemas econ¨®micos como los sociales.

El nuevo nivel de tipo de cambio fijo de Argentina no durar¨¢ los 4 o 5 meses que quiere el gobierno, ya que la devaluaci¨®n de casi 30 % que anunci¨® el pa¨ªs el domingo no alcanzar¨¢ para eliminar las presiones sobre el peso, seg¨²n algunos analistas. "Va a ser muy dif¨ªcil. Un r¨¦gimen cambiario es tan fuerte como los fundamentos econ¨®micos sobre los que se apoya, y si ellos no est¨¢n en equilibrio, entonces no es un buen augurio para el sistema" cambiario, dijo Mike Noone, analista de mercados emergentes de WestLB.
Otros analistas se enfocaron en la cr¨®nica falta de confianza en la gobernabilidad de Argentina, tanto a nivel dom¨¦stico como internacional. "Un pa¨ªs que ha perdido credibilidad, y trata de establecer un nuevo tipo de cambio, es inherentemente problem¨¢tico", asegur¨® Neil Dougall, jefe de an¨¢lisis de mercados emergentes de Dresdner Kleinwort Wasserstein.

El dimisionario presidente interino de Argentina anunci¨® un impopular paquete de medidas para reforzar la econom¨ªa:

• La suspensi¨®n del pago de la deuda externa de 132.000 millones de d¨®lares (117.000 millones de euros), la mayor en la historia econ¨®mica mundial.

El 18 de diciembre, estall¨® una revuelta popular en Argentina en protesta contra una serie de medidas de restricci¨®n bancaria que los argentinos interpretaron como un pre¨¢mbulo a la confiscaci¨®n de sus dep¨®sitos para financiar los gastos de un Estado cuyas arcas est¨¢n vac¨ªas.
Los ciudadanos, desesperados y hambrientos, se echaron a la calle y saquearon supermercados en busca de alimentos. Las protestas se saldaron con 22 muertos y m¨¢s de un centenar de heridos.
Fue el peor estallido social en la historia de Argentina en m¨¢s de una d¨¦cada, el presidente De la R¨²a declar¨® el estado de sitio durante 30 d¨ªas y Domingo Cavallo se sinti¨® acorralado. Tard¨® 24 horas en presentar su dimisi¨®n junto la de todo su gabinete, explicando que "lejos de ser una ayuda, se constituy¨® en un obst¨¢culo" para el presidente Fernando de la R¨²a.
El entonces presidente intent¨® formar un Gobierno de coalici¨®n con la oposici¨®n, pero sus esfuerzos fueron vanos. Tras dos d¨ªas de violencia en las calles, dimiti¨® De la R¨²a, y procedi¨® a derogar el estado de sitio.

Fueron precisamente las ¨²ltimas medidas puestas en pr¨¢ctica por Domingo Cavallo las que desencadenaron el profundo descontento social, el saqueo posterior de comercios y el levantamiento del estado de sitio. Estas medidas entraron en vigor el lunes 3 de diciembre para frenar la fuga de capitales y, debido a las cr¨ªticas suscitadas, la Administraci¨®n De la R¨²a realiz¨® una serie de modificaciones 48 horas despu¨¦s. Se decret¨® que un ciudadano podr¨ªa retirar un m¨¢ximo de 1.000 pesos en efectivo al mes. Pero la rebeli¨®n de los herededados sigui¨® convulsionando casi todos los rincones del pa¨ªs, la Plaza de Mayo bonaerense fue vigilada durante d¨ªas por la polic¨ªa, ante las continuas manisfestaciones de ciudadanos.
Miles de empresas y familias argentinas endeudadas en d¨®lares, pero que reciben sus ingresos en pesos, est¨¢n bastante nerviosas ante la devaluaci¨®nde la moneda y la subida de precios.

Con distintos grados de exposici¨®n, las empresas espa?olas con fuertes inversiones en Argentina como los dos grandes bancos BBVA y SCH, Telef¨®nica, Endesa y Repsol. Concretamente, SCH y BBVA suman 15.000 millones de d¨®lares en dep¨®sitos, y han reiterado que est¨¢n listos para todo, incluso para afrontar 2 a?os sin beneficios en ese pa¨ªs. Argentina supone el 4% de los ingresos del SCH y un 6% de los del BBVA. Pese a la l¨®gica preocupaci¨®n por la situaci¨®n de Argentina, todas las firmas mencionadas han reafirmado, que mantendr¨¢n su presencia a largo plazo.
No obstante, se calcula que las empresas y bancos espa?oles perder¨¢n unos 2.600 millones de d¨®lares por la devaluaci¨®n del peso, la "pesificaci¨®n" de las tarifas de servicios p¨²blicos y los impuestos a la exportaci¨®n de hidrocarburos. Mientras, el Gobierno argentino ha iniciado una una ronda de dif¨ªciles negociaciones para cambiar las reglas del juego a las empresas extranjeras que controlan los servicios p¨²blicos y el petr¨®leo, a fin de atenuar el impacto de la devaluaci¨®n.
El ministro de Econom¨ªa, Jorge Remes Lenicov, ha confesado que el ¨¦xito de sus planes depende de que no se disparen los precios y ratific¨® que se aplicar¨¢n controles en los sectores dominados por "oligopolios", es decir peque?os grupo de empresas. "Si nos va mal, nos va mal a todos", advirti¨®, tras pedir a los consumidores que "peleen y discutan" los precios de los productos y servicios.
La ronda de negociaciones ha comenzado con las empresas de electricidad, la mayor¨ªa de capitales espa?oles y franceses, que denuncian la falta de seguridad jur¨ªdica y temen por sus millonarias inversiones.
Mientras, las petroleras, entre las que destaca por su mayor peso Repsol YPF, expresan su "preocupaci¨®n" por la decisi¨®n gubernamental de aplicar un impuesto a las exportaciones que califican de "discriminatorio".