Obama defiende la intervenci¨®n en General Motors porque su colapso habr¨ªa sido "devastador"
GM declara la mayor suspensi¨®n de pagos en la industria de EE UU.- El fabricante inicia su nacionalizaci¨®n tras ser el mejor ejemplo del modelo capitalista con unas deudas de 122.500 millones y un d¨¦ficit de 64.200 millones
El grupo automovil¨ªstico General Motors ha presentado este lunes ante un tribunal de Nueva York, tal y como se esperaba, la solicitud para acogerse al cap¨ªtulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos en lo que supone la mayor suspensi¨®n de pagos de una empresa industrial en la historia. Concretamente, la compa?¨ªa tiene un pasivo de 172.810 millones de d¨®lares (122.500 millones de euros al cambio actual), a 31 de marzo de 2009, fecha en la que valora sus activos en 82.290 millones de d¨®lares (58.360 millones de euros), lo que sit¨²a su d¨¦ficit patrimonial en 90.520 millones de d¨®lares (64.200 millones de euros).
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha defendido la decisi¨®n de intervenir General Motors, aunque aclar¨® que su Administraci¨®n se ha visto obligado a hacerlo porque haber permitido su "colapso" habr¨ªa sido "devastador" para la econom¨ªa del pa¨ªs y para millones de estadounidenses. Obama ha advertido en una comparecencia p¨²blica en la Casa Blanca que el proceso de suspensi¨®n de pagos de General Motors ser¨¢ "m¨¢s largo" y "costoso" que el que est¨¢ a punto de concluir su competidor Chrysler. Obama, que reconoci¨® que el proceso de bancarrota "no ser¨¢ f¨¢cil para muchos estadounidenses", mostr¨® su convencimiento de que al final surgir¨¢ una nueva General Motors m¨¢s "s¨®lida" y "competitiva".
Obama: Permitir el colapso de General Motors habr¨ªa sido devastador para la econom¨ªa del pa¨ªs y para millones de estadounidenses
Estamos actuando como un accionista reacio, porque es la ¨²nica forma de ayudar a General Motors ha renacer con ¨¦xito
El presidente ha explicado que debido a una situaci¨®n "heredada" de la anterior administraci¨®n su gobierno se ha visto en la "ingrata posici¨®n" de tener que intervenir en empresas privadas, aunque subray¨® que en el caso de GM no tiene intenci¨®n de dirigir la compa?¨ªa, que de eso se encargar¨¢ el consejo directivo que la Casa Blanca actuar¨¢ como un accionista m¨¢s. "Estamos actuando como un accionista reacio, porque es la ¨²nica forma de ayudar a General Motors a renacer con ¨¦xito", ha a?adido.
Suspensi¨®n de pagos para sobrevivir
Tras cuatro meses de contactos entre el fabricante de Detroit y Washington, General Motors, que cuenta con 230.000 empleados en todo el mundo y fabrica m¨¢s de 20.000 coches cada d¨ªa, no ha podido hacer nada m¨¢s que declararse en suspensi¨®n de pagos para sobrevivir en un mercado muy diferente al que ha dominado durante 77 a?os y en el que ya no hay sitio para unos coches que han pasado a la historia por consumir ingentes cantidades de gasolina. Adem¨¢s, el anuncio de la empresa, la que mejor ejemplifica el sue?o americano de los a?os 50 y que con su desarrollo hizo posible que millones de estadounidenses abrazasen la clase media, indica el final de una ¨¦poca.
General Motors, que cedi¨® a Toyota el liderazgo del mercado mundial de ventas un a?o antes de cumplir su centenario en 2008, bas¨® su expansi¨®n inicial en la compra de sus principales rivales como Cadillac, Buick u Oldsmobile. No obstante, tras sentar las bases de su ¨¦xito bajo el mandato de Alfred Sloan en 1923, no fue hasta despu¨¦s de la II Guerra Mundial, coincidiendo con los felices cincuenta y el triunfo del modelo de Estados Unidos en la esfera internacional, cuando la compa?¨ªa alcanz¨® su m¨¢ximo esplendor de la mano de Charles E. Wilson. En un claro ejemplo de la estrecha relaci¨®n que exist¨ªa entre el fabricante de Detroit y el desarrollo de la primera potencia mundial, Wilson lleg¨® a ser nombrado Secretario de Defensa por el entonces presidente, Dwight Eisenhower.
Una vez confirmada su bancarrota, la cuarta m¨¢s importante en la historia de Estados Unidos y la primera en el sector industrial de las manufacturas, el futuro de General Motors pasa ahora por el traspaso de sus activos de calidad a una nueva empresa en la que el Estado ser¨¢ el principal accionista con m¨¢s de un 72,5% del capital junto con los sindicatos y acreedores, que recibir¨¢n a cambio de los 27.200 millones que les adeuda la empresa entre un 15 y un 25% de la nueva compa?¨ªa.
Una apuesta arriesgada de Obama
Para ello, la Administraci¨®n de Barack Obama pondr¨¢ sobre la mesa 30.100 millones de d¨®lares (21.200 millones de euros) adicionales y ha avisado de que "no espera proveer ayuda adicional". La apuesta de Obama, que los analistas califican de arriesgada por la inc¨®gnita de si se podr¨¢ recuperar todo este dinero, supone la nacionalizaci¨®n del otrora mejor ejemplo del desarrollo del modelo capitalista americano pero que ha acabado sumido en las deudas v¨ªctima de una inadecuada gesti¨®n. Hasta la fecha, el Tesoro ha inyectado en el fabricante 19.400 millones de d¨®lares (13.770 millones de euros) provenientes del dinero de los contribuyentes y cuyo reembolso es m¨¢s que dudoso.
En cuanto al impacto de la decisi¨®n en Europa, el concurso de acreedores no afecta directamente a las actividades en el Viejo Continente.
Para Estados Unidos, la ¨²ltima versi¨®n del plan de reestructuraci¨®n que Obama exigi¨® a General Motors contemplaba la supresi¨®n de 21.000 empleos, el cierre de 16 f¨¢bricas en Norteam¨¦rica (al final parece que van a ser 14: cuatro de montaje, cuatro de estampado y seis de ejes motor, la primera de ellas en junio) y la eliminaci¨®n o venta de cuatro de sus marcas: Pontiac, Saturn, Hummer y Saab. As¨ª, se centrar¨¢ en cuatro marcas para su actividad en Norteam¨¦rica: Chevrolet, Cadillac, Buick y GMC. Por su parte, Pontiac desaparecer¨¢ a finales de 2010, mientras que Saab, Saturn y Hummer tendr¨¢n su propia soluci¨®n.
Siguiendo con los planes de futuro, el Gobierno conf¨ªa en poder dejar prontos las riendas de la direcci¨®n, una vez estabilizadas sus cuentas y superar el proceso de suspensi¨®n de pagos en un periodo que se prev¨¦ que dure entre los seis y 18 meses. En este sentido, la Casa Blanca asegura que General Motors, una vez se desprenda algunas de sus f¨¢bricas, recorte un excedente de plantilla que se eleva hasta los 21.000 trabajadores y cierre 2.641 concesionarios podr¨¢ subsistir incluso con su actual cuota de mercado, que no supera el 20%. Un porcentaje m¨ªnimo si se tiene en cuenta que lleg¨® a vender uno de cada dos coches que circulaban por las carreteras de Estados Unidos y daba empleo a m¨¢s de 600.000 personas en el pa¨ªs.
Sin embargo, la falta de visi¨®n de sus directivos para cambiar un sistema de producci¨®n de autom¨®viles anquilosados en el pasado y la pujante competencia de los fabricantes asi¨¢ticos han acabado por tumbar a un gigante que, aunque parec¨ªa demasiado grande para caer, ha entrado en el siglo XXI con los pies de barro.
GM descarta que la quiebra afecte a sus plantas en Europa
Las operaciones de General Motors en Europa (incluida la planta de Figueruelas, Zaragoza) no se ven afectadas por la declaraci¨®n de suspensi¨®n de pagos presentada hoy por el consorcio automovil¨ªstico ante el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, seg¨²n ha anunciado hoy la divisi¨®n europea de la compa?¨ªa, General Motors Europe, que ha se?alado que sus plantas del Viejo Continente funcionan con normalidad y que los pagos a sus trabajadores y proveedores se llevar¨¢n a cabo de la forma habitual.
La filial europea de General Motors se?al¨® que el grupo ha transferido los activos en Europa a Opel, que ha asegurado la concesi¨®n de un cr¨¦dito puente, por parte del Gobierno de Alemania, por un importe de 1.500 millones de euros y ha alcanzado un acuerdo marco con el fabricante canadiense de componentes Magna para que entre en el capital de Opel.
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