Empotrados en la gira del dinero
EL PA?S acompa?a durante 48 horas al equipo de BME en su 'road show' en Londres y Par¨ªs
Es un reto f¨ªsico e intelectual. Seis reuniones de una hora, desde las ocho de la ma?ana hasta las cinco de la tarde. Entre cita y cita solo hay 30 minutos para desplazarse por ciudades endiabladamente embotelladas. Estresadas consultas al reloj, comidas a base de s¨¢ndwiches en la furgoneta. As¨ª una semana entera, a veces dos. No m¨¢s de dos d¨ªas en una misma ciudad. Cambios constantes de pa¨ªses, en ocasiones de continentes. Enfrente tienen a tipos brillantes, tiburones del dinero, tribunales a los que cantar la lecci¨®n y que llevan al l¨ªmite con sus preguntas. Las giras que hacen las empresas cotizadas para visitar a los inversores se conocen como road shows. EL PA?S acompa?¨® a Bolsas y Mercados Espa?oles (BME) esta semana durante sus escalas en Londres y Par¨ªs.
En realidad, un road show empieza mucho antes de coger el primer avi¨®n. El pasado jueves 28 de octubre las oficinas de BME en Las Rozas (Madrid) estaban vac¨ªas. El reloj marca las 19.00 y solo pululan entre las mesas los trabajadores de limpieza. El ¨²nico signo de actividad corporativa se concentra en el despacho del presidente. Antonio Zoido lleva m¨¢s de dos horas reunido con Javier Hernani (director financiero), Brian Warren (responsable de las relaciones con inversores) y Marta Bartolom¨¦ (control de gesti¨®n). Toca planificar el road show, unificar mensajes y analizar los resultados del tercer trimestre que al d¨ªa siguiente se remitir¨¢n a la CNMV.
El viernes 29 de octubre, antes de la apertura del mercado, las cuentas de BME ya son p¨²blicas. Se acaba el apag¨®n informativo (black out) que empez¨® hace dos semanas y que les imped¨ªa hablar con inversores y analistas. A las 13.00, Hernani, Warren y Bartolom¨¦ tienen una cita con los analistas en el sal¨®n de actos de la Bolsa de Madrid. En la primera parte del encuentro el director financiero expone las cifras trimestrales y luego llega el turno de preguntas. Se da prioridad a los analistas que est¨¢n en la sala; m¨¢s tarde es el turno de las cuestiones que se han enviado por correo electr¨®nico y cuyos autores siguen las explicaciones por videoconferencia. Warren hace una selecci¨®n de estas ¨²ltimas y se las plantea a Hernani con la misma cadencia que se leen los mensajes de los oyentes en la radio.
La situaci¨®n se asemeja a un combate en el que un boxeador es consciente de su mejor golpe y al mismo tiempo trata de cubrir su lado m¨¢s d¨¦bil. Desde BME se pone el ¨¦nfasis en la fortaleza de los resultados sin extraordinarios, en el control de costes, la eficiencia, la diversificaci¨®n de sus ingresos y la remuneraci¨®n al accionista. Los analistas, en cambio, quieren saber acerca de la competencia de las nuevas plataformas, la evoluci¨®n de las tarifas y los movimientos corporativos.
Tras la conferencia con analistas llega un largo fin de semana gracias al puente de Todos los Santos. Hay que coger fuerzas. Espera una intensa semana.
La situaci¨®n se asemeja a un combate en el que un boxeador es consciente de su mejor golpe y al mismo tiempo trata de cubrir su lado m¨¢s d¨¦bil
La primera parada del road show es Londres. La capital brit¨¢nica esconde una sorpresa: importantes atascos por una huelga de metro. Esta situaci¨®n dificulta ser puntual en todas las citas. La jornada se resume en un constante ir y venir de la City a Mayfair, es decir, del distrito financiero al barrio comercial y diplom¨¢tico de la ciudad. En la City tienen su sede las grandes gestoras. Son edificios enormes con grandes carteles corporativos. En Mayfair cada vez m¨¢s hedge funds han encontrado acomodo, alquilando alguna planta en discretos edificios de oficinas donde el ¨²nico rastro de su presencia es su nombre inscrito en el panel de recepci¨®n. Los fondos de alto riesgo conviven con todo tipo de vecinos. De hecho, en una de las citas en Mayfair, el ascensor se abri¨® en una de las plantas y lo que pudieron contemplar Hernani y Warren fue una fiesta del mundo de la moda al m¨¢s puro estilo de las retratadas por Robert Altman es su pel¨ªcula Pr¨ºt-¨¤-Porter.
"Nuestro trabajo consiste en contar la compa?¨ªa a los inversores, nunca vend¨¦rsela", explica Warren durante uno de los desplazamientos en la furgoneta. En un road show la log¨ªstica es fundamental. La preparaci¨®n corre a cargo del br¨®ker encargado de la jornada. Las compa?¨ªas cotizadas van rotando y en cada ciudad conceden la organizaci¨®n del evento a una de las entidades que cubren el an¨¢lisis del valor. En Londres el turno es para el Banco Santander. Lo primero es fijar la fecha de la visita. A partir de ah¨ª, la empresa dar¨¢ al br¨®ker una lista de inversores a los que les gustar¨ªa visitar y este le ofrece a la compa?¨ªa su propia lista, que suele coincidir con sus mejores clientes, es decir, aquellos que les dan m¨¢s ¨®rdenes de contrataci¨®n. En algunas citas se permite la presencia del representante y en otras se exige confidencialidad. La confecci¨®n final de las visitas no es sencilla. Para lograr seis citas a veces hay que llamar a 20 puertas. Durante el primer semestre de 2010 la cosa se complic¨®: los inversores no quer¨ªan saber nada de todo lo que llevase la marca Espa?a, seg¨²n confirman fuentes de la City.
Un mes en la carretera
BME es el gestor burs¨¢til espa?ol y como tal asume que debe dar ejemplo en su relaci¨®n con los mercados. Una de las cosas que m¨¢s cuida es la relaci¨®n con los inversores. La compa?¨ªa realiza tres road show al a?o. El m¨¢s importante es el que efect¨²a en marzo. En esta gira se presentan las cuentas anuales y el viaje dura dos semanas. Se visitan las principales plazas financieras europeas (Londres, Par¨ªs, Fr¨¢ncfort) para luego desembarcar en Estados Unidos (Nueva York y Boston). Los otros road shows coinciden con los resultados del primer trimestre (mayo) y del tercero (noviembre). Duran una semana y se centran en Europa.
Adem¨¢s de estos eventos, tambi¨¦n hay visitas puntuales. En las pr¨®ximas semanas, por ejemplo, se citar¨¢n por primera vez con inversores n¨®rdicos. Se trata de visitas ordinarias a las que hay que sumar los road shows extraordinarios y m¨¢s trascendentales como el que se hace antes en la salida a Bolsa o cuando se anuncia una ampliaci¨®n de capital.
La preocupaci¨®n por la econom¨ªa espa?ola est¨¢ tan presente que Hernani confiesa que han preparado un breve argumentario con los datos m¨¢s positivos de nuestra coyuntura, ya que el tema es recurrente. La actualidad tambi¨¦n manda en las reuniones. La gira londinense coincidi¨® con la sospecha de sabotaje en la plataforma alternativa Turquoise, propiedad de la Bolsa de Londres, y en algunos encuentros se hizo referencia a este suceso.
"La clave de estos eventos es establecer una relaci¨®n de confianza con los inversores", explica el director financiero de BME. Hernani y Warren llevan cinco a?os dando vueltas por el mundo explicando las bondades de su empresa. Tienen personalidades distintas pero, al mismo tiempo, complementarias, lo que facilita que haya qu¨ªmica entre ellos, algo fundamental cuando se pasa tantas horas juntos. Cuando es la primera vez que se re¨²nen con una gestora, Warren hace una breve introducci¨®n de BME. Si el inversor ya es conocido el peso de la entrevista lo lleva Hernani. En ocasiones surgen dudas acerca de un dato, una cifra o un tema de legislaci¨®n y ah¨ª est¨¢ la famosa cartera negra de Warren llena de documentos para salir airosos.
Tras los saludos de rigor y algunos comentarios para desengrasar, sobre todo futbol¨ªsticos, se meten directamente en harina. El inversor es el que dirige el encuentro, no en vano es el anfitri¨®n. ?l no se mueve de su sede, vienen a verle. Puede pedir una visi¨®n general de la compa?¨ªa o ir directamente a cuestiones concretas. A pesar de los avances tecnol¨®gicos, a la hora de decidir si se compran o no acciones de una compa?¨ªa se prefiere la entrevista presencial. La empat¨ªa, el lenguaje corporal o la capacidad de los gestores de la empresa para solventar preguntas delicadas son activos muy valorados.
Las reuniones se asemejan a una partida de cartas. El inversor rara vez dice a los directivos de la empresa si posee acciones y mucho menos si tras la conversaci¨®n va a comprar o vender t¨ªtulos. A veces la reuni¨®n es una emboscada: el inversor cita a la compa?¨ªa para estudiar si se pone corto, es decir, si apuesta por la ca¨ªda de su cotizaci¨®n. "Como ocurre con el mus, hay buenos y malos jugadores. Si las cinco primeras preguntas de la entrevista son negativas te das cuenta de que algo raro pasa", apunta Hernani.
El equipo corporativo en un road show no suele superar las tres personas (consejero delgado, director financiero y el encargado de las relaciones con inversores), mientras que por parte de las gestoras la representaci¨®n varia en funci¨®n del n¨²mero de fondos bajo cuyo radio de acci¨®n entre la compa?¨ªa examinada. Hay veces que solo hay un gestor, otras dos, y se han dado casos, como en una cita en Nueva York, en los que Hernani y Warren tuvieron enfrente hasta ocho personas.
En las entrevistas no solo los inversores obtienen informaci¨®n. Los directivos de la compa?¨ªa tambi¨¦n se aprovechan de los encuentros. Pueden darse cuenta de tendencias en su sector (los inversores tambi¨¦n reciben a la competencia) o reparar en aspectos que interesan al mercado y a los que quiz¨¢s ellos no est¨¢n dando la importancia que se merecen.
Cae la noche sobre Londres. Los representantes de BME abandonan un coqueto edificio en Argyll Street donde tiene sus oficinalas la gestora OCH Ziff Capital. Hay que coger con urgencia la furgoneta para llegar a St. Pancras Station donde espera el Eurostar, que nos llevar¨¢ a la pr¨®xima parada del road show, Par¨ªs.
En la capital francesa no hay ninguna huelga, todo un privilegio si se mira el historial reciente del movimiento sindical local. A pesar de esta ventaja las medidas de seguridad por la visita del presidente chino, Hu Jintao, cortocircuitan el tr¨¢fico, complicando de nuevo los desplazamientos.
El formato de entrevista no varia por cambiar de pa¨ªs, aunque s¨ª puede haber matices en el tipo de preguntas, en las preocupaciones de los inversores. Londres y Nueva York son los centros financieros universales y en ellos caben gestoras con todo tipo de estrategia: long only (gestoras alcistas a largo plazo), short (bajistas), value (buscan empresas infravaloradas), growth (apuestan por empresas de crecimiento), event driven (rastrean operaciones corporativas)... Mientras que en Europa Continental la estrategia que m¨¢s predomina es la long only. "El mensaje es el mismo, pero la variedad de fondos obliga a poner el acento en unos aspectos m¨¢s que en otros", reconoce Hernani.
En Par¨ªs las primeras reuniones tienen lugar en el coqueto Distrito Ocho, cerca de la Avenue Montaigne, el templo de las tiendas de lujo. Luego habr¨¢ que trasladarse a La D¨¦fense, el imponente distrito financiero situado al oeste de la ciudad. El br¨®ker encargado de organizar la jornada es ahora Caja Madrid, en colaboraci¨®n con un socio local CM-CIC Securities. Javier Bernat, analista de la entidad madrile?a, acompa?a en las reuniones a Hernani y Warren. "Uno de los puntos clave es qu¨¦ tipo de accionistas se quieren tener. Seg¨²n la fase en la que se encuentre la compa?¨ªa sus gestores deben decidir si interesan m¨¢s fondos de inversi¨®n, fondos de pensiones, hedge funds, fondos soberanos...", explica. Bernat reconoce que las empresas deben de poner un celo especial en no difundir informaci¨®n que no conozca el mercado. "Mi experiencia es que no hay informaci¨®n privilegiada, en todo caso hay una informaci¨®n m¨¢s experta".
En los road shows la mayor¨ªa de los encuentros son individuales, one to one como se los conoce en la jerga, aunque tambi¨¦n hay ocasiones en las que se organizan comidas de trabajo. En Par¨ªs sucede as¨ª. Los representantes de BME se re¨²nen para almorzar con gestores de cuatro entidades. Aunque sea dif¨ªcil por el bombardeo de preguntas, hay que comer. Hernani lo sabe bien y encuentra un hueco para catar los huevos escalfados y el salm¨®n. "Hay que alimentarse. De lo contrario te puede entrar una p¨¢jara similar a la de los ciclistas", se?ala.
En los Campos El¨ªseos hay tantas banderas chinas como polic¨ªas. El atasco es monumental. Hay que llegar a La D¨¦fense donde espera el ¨²ltimo inversor del d¨ªa: Axa. Ma?ana vuelta a empezar. Esta vez en Fr¨¢ncfort. ?Merece la pena un esfuerzo semejante teniendo en cuenta que la fidelidad no es la virtud m¨¢s extendida en el mercado cuando vienen mal dadas? Quiz¨¢s convenga volver a los cl¨¢sicos. Blas Calzada, ex presidente de la CNMV, suele recordar que las relaciones con los inversores se asemejan a la reflexi¨®n que hizo Her¨¢clito sobre los r¨ªos que son a la vez ¨²nicos y diferentes, ya que el agua que pasa no vuelve y sin embargo el r¨ªo sigue siendo el mismo. En el caso de los accionistas tambi¨¦n hay que identificar el r¨ªo por el cauce y no por el agua. Se trata de que los analistas y t¨¦cnicos reconozcan la compa?¨ªa y sus ventajas burs¨¢tiles, ya que los accionistas ¨²ltimos son como el agua del r¨ªo de Her¨¢clito.
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