Estados Unidos zanja el esc¨¢ndalo de los embargos abusivos de viviendas

Se compara, por su importancia, con el megapacto que se forj¨® con las tabaqueras hace 14 a?os para compensar a los fumadores. Ahora el enemigo es la banca. EE UU, tras un a?o largo de negociaci¨®n en el que participaron los fiscales generales de los 50 estados, tiene ya un acuerdo con Ally Financial, Bank of America, Citigroup, JP Morgan Chase y Wells Fargo en el marco del esc¨¢ndalo de los embargos autom¨¢ticos de vivienda.

El pacto se valora en unos 26.000 millones de d¨®lares, de los que 5.000 millones son en concepto de multa, y beneficiar¨¢ a unos dos millones de propietarios que perdieron o pueden perder su vivienda. La mayor parte de ese dinero se destinar¨¢ a rebajar el principal de un mill¨®n de hipotecas morosas, para ajustarlas a la realidad del mercado y poder as¨ª reducir sus pagos mensuales. Y se compensar¨¢ a unas 750.000 familias que perdieron sus casas por estas pr¨¢cticas.

El esc¨¢ndalo tiene su origen en una t¨¢ctica abusiva y considerada il¨ªcita conocida como robo-signing. Los empleados de estas entidades, las mayores del pa¨ªs, dieron curso a miles y miles de procedimientos de embargo sin revisar la documentaci¨®n ni la situaci¨®n de los hipotecados, y sin darles tampoco la opci¨®n de renegociar las condiciones del pr¨¦stamos.

California y Florida, con Nueva York, se hab¨ªan desmarcado de la negociaci¨®n en bloque. Su participaci¨®n en el pacto era clave, porque en ellos se concentra el grueso de los embargos, junto a Arizona y Nevada, y porque se trata de los estados m¨¢s poblados del pa¨ªs. Se calcula que unos cuatro millones de familias perdieron sus casas desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en el verano de 2007, epicentro de la crisis.

Al final, optaron por sumarse al pacto. La ¨²nica que se descolg¨® de los 50 estados fue el de Oklahoma, que est¨¢ negociando un acuerdo por separado. Para los bancos, el arreglo supone evitar que el caso vaya a los tribunales y tengan que litigarlos uno a uno, con el consiguiente coste. El esc¨¢ndalo de los embargos estaba creando adem¨¢s incertidumbre sobre el impacto en su balance.

La crisis de los desahucios est¨¢ provocando en paralelo un gran atasco en los tribunales en cargados de autorizar o negar a los bancos la reposesi¨®n de las viviendas morosas. El sector sigue deprimido seis a?os despu¨¦s de tocar cima, en la primavera de 2006. El pasado, fue el peor en los registros tanto en t¨¦rminos de nuevas construcciones como de ventas. Los precios est¨¢n a nivel de 2003.