Evitar la agon¨ªa en forma de ¡®L¡¯
En los pr¨®ximos Presupuestos se va a trazar la senda de una especie de econom¨ªa de guerra
Cien d¨ªas despu¨¦s de la asunci¨®n del Gobierno con mayor¨ªa absoluta, Rajoy puede exhibir al menos tres grandes reformas econ¨®micas: la laboral, la financiera y la de estabilidad presupuestaria. M¨¢s all¨¢ de las opiniones que se tengan sobre cada una de ellas (todas van en la misma direcci¨®n: satisfacer las obligaciones impuestas por Bruselas y tranquilizar a los mercados) no se puede acusar al Gobierno del PP de inacci¨®n.
Sin embargo, el resultado no ha sido hasta ahora el que se pretend¨ªa: La UE sospecha y se ha producido el sorpasso entre Italia y Espa?a, de modo que nuestro pa¨ªs ha sustituido al primero en la vanguardia de los problemas relacionados con la prima de riesgo y se ha puesto en la zona roja de las preocupaciones de los inversores en la eurozona. Adem¨¢s, durante los ¨²ltimos d¨ªas, la econom¨ªa espa?ola ha sido objeto de los ataques m¨¢s duros por parte de las principales biblias de la prensa econ¨®mica mundial, de diversos informes de los bancos de inversi¨®n y, lo m¨¢s parad¨®jico, del propio primer ministro italiano, Mario Monti (¡°Espa?a est¨¢ dando a toda Europa motivos de gran preocupaci¨®n¡±). Probablemente para evitar que los ojos de los mercados se fijen en las dificultades italianas y en la fragilidad pol¨ªtica de sus reformas, Monti ha se?alado con el dedo a Espa?a. Ese tipo de pol¨ªticas de perjuicio al vecino, de s¨¢lvese quien pueda, abundaron en la Gran Depresi¨®n.
Las cr¨ªticas coincidentes sobre la pol¨ªtica econ¨®mica espa?ola son de tres tipos: el temor de que los topes de d¨¦ficit no se cumplan este a?o (dado que la tardanza en la aprobaci¨®n de los Presupuestos va a hacer que los esfuerzos en la reducci¨®n de gastos y en el incremento de impuestos se tengan que concentrar en s¨®lo ocho meses); que la reforma financiera es mucho menos ¡°extremadamente agresiva¡± que la laboral y va a c¨¢mara lenta, ya que sigue aumentando la morosidad y reduci¨¦ndose el cr¨¦dito ; y que en la acci¨®n del Gobierno no hay ni rastro de medidas de reactivaci¨®n del crecimiento.
La declaraci¨®n de Monti recuerda las pol¨ªticas de "perjuicio al vecino" del pasado
En este inquietante contexto se van a presentar el pr¨®ximo viernes los Presupuestos de 2012. Nadie duda de que en ellos se va a trazar la senda de una especie de econom¨ªa de guerra, valga la met¨¢fora. El Gobierno va a enfrentarse a dos legitimidades contrapuestas: la exigencia de los ciudadanos (combatir en primera instancia la gigantesca bolsa de paro, superior a ning¨²n otro pa¨ªs de la OCDE, y mantener los sistemas de protecci¨®n) y las demandas exteriores (la prioridad es corregir a la baja el d¨¦ficit p¨²blico). Esta contradicci¨®n, cada vez m¨¢s presente, es la que hace que Ivan Krastov, fundador del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, haya establecido un dilema creciente: ¡°Somos testigos de un colapso de la confianza en las ¨¦lites pol¨ªticas y empresariales (¡) Las elecciones est¨¢n perdiendo su significado de opci¨®n entre alternativas y se transforman en procesos a las ¨¦lites. As¨ª, la democracia ya no es cuesti¨®n de confianza sino m¨¢s bien de gesti¨®n de la desconfianza¡±.
Entre algunos analistas empieza a cundir la idea de una salida dis¨ªmil de la Gran Recesi¨®n. Pendientes de la incidencia de nuevos choques contractivos (el petr¨®leo, las materias primas, los pa¨ªses emergentes, ¡) podr¨ªa ocurrir que el mundo se recuperase poco a poco a poco de sus problemas y la econom¨ªa de unos pocos pa¨ªses (entre ellas la espa?ola) se quedase atascada en una especie de ¡°L¡±, en la que el trazo horizontal de la letra se extendiese durase bastante tiempo, en un estancamiento a largo plazo. Para evitarlo se requerir¨ªa un consenso en el diagn¨®stico y un acuerdo entre las principales fuerzas pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales. Tal es el grado de deterioro que probablemente no baste ni la fuerza de disponer de una mayor¨ªa absoluta tan amplia como la del Gobierno. Un compromiso hist¨®rico entre fuerzas diversas que representen a la mayor¨ªa de los ciudadanos, sin sujetar su contenido a una ideolog¨ªa y con cesiones mutuas. Trabajar para el bienestar de la poblaci¨®n con un pacto transversal que recorra los distintos ¨¢mbitos territoriales e incorpore medidas de saneamiento y reformas estructurales, pero tambi¨¦n pol¨ªticas de crecimiento.
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