Espa?a pide un rescate de hasta 100.000 millones para la banca
El Eurogrupo exige condiciones para los bancos y limitar¨¢ la soberan¨ªa fiscal Madrid capitula ante Berl¨ªn, el BCE, Bruselas, el FMI y Washington Las ayudas se dar¨¢n a trav¨¦s del fondo de rescate a tipos en torno al 3%
Habr¨¢ vigilancia a¨²n m¨¢s estrecha y peri¨®dica. Vendr¨¢n los hombres de negro. La Gran Recesi¨®n, la crisis m¨¢s profunda y prolongada del capitalismo en las ¨²ltimas d¨¦cadas, dejar¨¢ profundas secuelas a su paso por Espa?a, que se convierte en la ¨²ltima frontera de la crisis existencial del euro. Cay¨® Grecia. Cayeron Irlanda y Portugal. Y arrastrada a c¨¢mara lenta por una banca que financi¨® la madre de todas las burbujas inmobiliarias, cae Espa?a: el Gobierno de Mariano Rajoy, con el presidente desaparecido ayer, mostr¨® su disposici¨®n a pedir el tantas y tantas veces negado rescate de los socios europeos para tapiar el agujero incontenible del sistema financiero.
Madrid recibir¨¢ hasta 100.000 millones de euros, el 10% de la riqueza que produce Espa?a en un a?o, en una l¨ªnea de cr¨¦dito destinada exclusivamente a los bancos. El Ejecutivo capitula as¨ª ante las fuertes presiones internacionales, ante el temor a que la banca espa?ola, la pol¨ªtica griega o el p¨¢nico en los mercados detonen una espiral de estampidas bancarias e impagos de pa¨ªses que deriven en una depresi¨®n causada por un accidente financiero. Europa trata de poner un dique de contenci¨®n en Espa?a. La respuesta de los mercados llegar¨¢ tan pronto como ma?ana.
No hay comidas gratis: las ayudas europeas (a trav¨¦s del fondo de rescate temporal o del permanente) son en realidad pr¨¦stamos para recapitalizar el sistema financiero, que el Tesoro deber¨¢ devolver religiosamente, a tocateja. Una vez m¨¢s, el Estado sale al rescate de la banca. Eso s¨ª, se trata de cr¨¦ditos blandos, en condiciones mucho mejores que las de mercado: en torno al 3%, seg¨²n fuentes conocedoras de las negociaciones entre Espa?a y sus socios europeos. Frente a ese 3%, el Tesoro paga actualmente intereses de m¨¢s del 6% por la deuda a 10 a?os. A cambio de los tipos subvencionados, Espa?a ceder¨¢ soberan¨ªa sobre su sistema financiero, pero tambi¨¦n perder¨¢ soberan¨ªa fiscal, en contra de lo que explic¨® ayer el Gobierno.
El ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, asegur¨® tajantemente que la ¨²nica condicionalidad ser¨¢ para los bancos que requieran ayudas. ¡°No habr¨¢ ning¨²n tipo de condiciones macroecon¨®micas o fiscales¡±, dijo en varias ocasiones en una rueda de prensa multitudinaria, informa Amanda Mars. Pero el Eurogrupo le enmend¨® la plana: junto a las alabanzas hacia los esfuerzos espa?oles por abordar sus variados y agudos desequilibrios, el comunicado de los ministros de Finanzas de la zona euro deja claro lo contrario. Europa supervisar¨¢ con mano de hierro que Madrid contin¨²e por el camino de la consolidaci¨®n fiscal, las reformas estructurales y del mercado de trabajo. ¡°Revisaremos de cerca y regularmente los progresos en estas ¨¢reas, en paralelo con la asistencia financiera¡±, seg¨²n el texto.
Vigilancia de Bruselas
En esas revisiones est¨¢n impl¨ªcitas las visitas de los hombres de negro citados por el ministro Crist¨®bal Montoro: misiones de funcionarios de la Comisi¨®n, del FMI e incluso del BCE en las que se estrechar¨¢ la vigilancia sobre Espa?a. Se reduce as¨ª hasta pr¨¢cticamente cero el margen del Gobierno para desviarse de las directrices que lleguen de Bruselas. Y las ¨²ltimas recomendaciones son claras como el agua: embridar el gasto de las comunidades aut¨®nomas, elevar el IVA, acelerar la reforma de las pensiones y endurecer todav¨ªa un poco m¨¢s la reforma laboral, entre otros aspectos. El cr¨¦dito a Espa?a, como en el caso de Grecia, Portugal e Irlanda, se concede a plazos: si se incumplen las condiciones, Bruselas cierra el grifo.
El Gobierno de Zapatero neg¨® la crisis; el de Rajoy niega que la petici¨®n de Espa?a sea un rescate con condiciones. El Ejecutivo insisti¨® ayer en evitar a toda costa esos dos t¨¦rminos: rescate y condicionalidad. En uno y otro caso se trata de un ejercicio completamente in¨²til: la palabra ¡°condicionalidad¡± aparece en ese texto que marcar¨¢ la pol¨ªtica econ¨®mica ¡ªy muy probablemente, el futuro del propio Gobierno¡ª en los pr¨®ximos a?os. En el caso de la banca ser¨¢ a¨²n m¨¢s evidente que en el ¨¢mbito fiscal: Europa exige que las entidades que necesiten ayudas activen ¡°los planes de reestructuraci¨®n de acuerdo con las reglas de las ayudas de la UE y los reformas horizontales del sector¡±.
En plata: vender¨¢n oficinas, recortar¨¢n personal, se deshar¨¢n de activos y participaciones empresariales, despedir¨¢n a equipos gestores (como ha ocurrido en el caso de Bankia con Rodrigo Rato), pondr¨¢n en marcha nuevas fusiones o incluso podr¨ªan verse, en ¨²ltimo caso, liquidaciones de alguna entidad. El ¨²ltimo jarro de agua fr¨ªa llega por la intervenci¨®n del Fondo Monetario Internacional (FMI), a la que el Gobierno se opon¨ªa para ahuyentar el riesgo de quedar estigmatizado. Este organismo no ser¨¢ un prestamista m¨¢s, como lo fue en los casos de Atenas, Lisboa y Dubl¨ªn, pero s¨ª apoyar¨¢ y supervisar¨¢ a las entidades con informes peri¨®dicos.
Estrechar el cerco
Bruselas, el Banco Central Europeo, el FMI e incluso el Gobierno de Barack Obama se han encargado en los ¨²ltimos d¨ªas de estrechar el cerco para que Espa?a pida ayuda. Pero Berl¨ªn es la clave de b¨®veda de toda la jugada. Las presiones alemanas para que el Gobierno de Rajoy recurra al fondo europeo tuvieron su punto ¨¢lgido el mi¨¦rcoles, cuando el Ministerio de Hacienda germano se mostr¨® favorable a que la intervenci¨®n se limite al sector financiero. Esta intervenci¨®n ¡°suave¡±, conced¨ªan, estar¨¢ sujeta a las normas especiales para rescates bancarios y tendr¨¢ as¨ª un calado menor que los programas de Grecia, Irlanda y Portugal. El viernes, diversas agencias internacionales citaban fuentes europeas para anunciar la conferencia telef¨®nica celebrada por el Eurogrupo. La agencia brit¨¢nica Reuters se refiri¨® a una fuente ¡°del Gobierno alem¨¢n¡±, que oficialmente se ha mantenido cauteloso durante los dos d¨ªas. Ayer, el ministro Wolfgang Sch?uble disip¨® cualquier duda acerca de qui¨¦n ha ejercido presiones: ¡°Hemos instado a Espa?a a que tome decisiones¡±, informa Juan G¨®mez.
El nerviosismo en las grandes capitales se explica por la proximidad de las elecciones griegas, en las que la posible victoria de la plataforma izquierdista Syriza podr¨ªa acarrear la supresi¨®n de los programas de austeridad y, con ellos, de los pagos de los pr¨®ximos tramos del rescate a Atenas. Si esto sucede, podr¨ªan precipitarse los acontecimientos. Ni siquiera una fractura del euro puede descartarse. En esas condiciones, el contagio podr¨ªa arrollar a Espa?a y a otros pa¨ªses como Italia. De ah¨ª el apremio para que Espa?a apuntale sus bancos con dinero p¨²blico europeo.
La petici¨®n de rescate fue la habitual ceremonia de la confusi¨®n: Bruselas viene a decir que es Espa?a quien lo ha pedido, y Madrid asegura que es la UE quien ha puesto ese dinero a su disposici¨®n. En cualquier caso, el mero anuncio de esa l¨ªnea de cr¨¦dito de 100.000 millones ¡ªque concede un margen considerable frente a las necesidades de unos 40.000 millones para la banca, seg¨²n la primera estimaci¨®n del FMI¡ª puede dar algo de aire al Gobierno ante unas semanas complicadas, seg¨²n fuentes financieras. Al efecto de las elecciones griegas se sumar¨¢n en el plazo de unos d¨ªas las futuras evaluaciones del sistema bancario. ¡°Espa?a debe tener un cheque preparado en cuanto esas cifras se conozcan¡±, explicaron fuentes diplom¨¢ticas.
Pendientes del mercado
Al Ejecutivo le quedan d¨ªas duros por delante, en los que deber¨¢ convencer a los mercados y a los ciudadanos de que el acuerdo es tan positivo como ayer vend¨ªa el titular de Econom¨ªa. Guindos se esforz¨® en recalcar por activa y por pasiva que lo acordado por el Eurogrupo no constituye un rescate, sino un pr¨¦stamo ¡°en condiciones muy favorables¡± que tendr¨¢ efectos positivos en la econom¨ªa, porque reforzar¨¢ a la banca y reactivar¨¢ el cr¨¦dito a empresas y familias. Vaticin¨® que supondr¨¢ un b¨¢lsamo para los mercados. Y justific¨® la ausencia de Rajoy: ¡°Yo soy el miembro del Eurogrupo; el presidente del Gobierno no lo es¡±.
Pero no consigui¨® disipar algunas dudas acerca de las secuelas de esa decisi¨®n fundamental para el devenir de Espa?a. El rescate espa?ol es diferente, pero las tres experiencias europeas parecidas no son precisamente un ¨¦xito. Los pa¨ªses que solicitan ayudas internacionales, en general, no suelen querer repetir esa experiencia: para los gobernantes, la prueba del ajuste forzado se paga generalmente con la p¨¦rdida de las elecciones, incluso con un alejamiento duradero del poder; para los pueblos, el coste se mide en empleos destruidos, en rentas perdidas, en prolongadas y dolorosas recesiones. Algunas consecuencias del rescate, en fin, supondr¨¢n profundos cambios, algunos de los cuales est¨¢n todav¨ªa en la penumbra. El Ejecutivo, por ahora, se niega a anticiparse a esas cuestiones. ¡°Si la sociedad no va a sufrir las consecuencias del rescate, como sostiene el Gobierno, ?por qu¨¦ no se pidi¨® antes la ayuda?¡±, le espet¨® un periodista a Guindos en su comparecencia. ¡°A usted no le toca preguntar ahora¡±, cerr¨® el ministro.
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