Capitalismo de amiguetes

El Banco de Valencia, la aspiraci¨®n hist¨®rica de la burgues¨ªa local, pende de un hilo. Intervenido en noviembre de 2011 tras detectarse un agujero de 548 millones de euros que no ha dejado de crecer, el banco tiene ante s¨ª un camino malo y otro peor. El malo consistir¨ªa en que, tal y como est¨¢ previsto, el Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB), que acaba de inyectar 1.000 millones de euros haci¨¦ndose con el 91% del capital, encuentre un comprador dispuesto a qued¨¢rselo en subasta (ahora aplazada) recibiendo a cambio m¨¢s ayudas p¨²blicas, dif¨ªciles a¨²n de cuantificar. El peor es que, como sugiri¨® el comisario europeo de la Competencia, Joaqu¨ªn Almunia ¡ªaunque en posible referencia tambi¨¦n a Catalunya Caixa y Novagalicia Banco¡ª, el an¨¢lisis coste-beneficio y la grave tensi¨®n que atraviesa la deuda p¨²blica espa?ola lleve al Gobierno a liquidarlo.

Ser¨ªa el final de un banco fundado en 1900 que vivi¨® su mejor momento entre los a?os veinte y treinta del siglo pasado, la etapa en que notables burgueses valencianos se hicieron con la entidad. El Valencia financi¨® empresas agr¨ªcolas, pero tambi¨¦n tranv¨ªas, electricidad, negocios urbanos e industrias exportadoras. Creci¨® lo bastante como para dar la impresi¨®n de poder situarse ¡°entre los ¨²ltimos, pero dentro de la gran banca nacional¡±, explica la catedr¨¢tica Clementina R¨®denas.

Aquel sue?o se esfum¨® tras la Guerra Civil. El Valencia qued¨® integrado en el Banco Central y limitado al ¨¢mbito regional. Con los a?os fue superado en tama?o por la Caja de Valencia (despu¨¦s Bancaja), que acabar¨ªa compr¨¢ndolo en 1994. Aquel a?o entr¨® en escena quien ser¨ªa consejero delegado de la entidad hasta su intervenci¨®n, Domingo Parra, protagonista principal junto a Jos¨¦ Luis Olivas de la ca¨ªda del banco.

De Olivas se sabe casi todo. Abogado en los setenta y pol¨ªtico profesional desde entonces. Concejal en el Ayuntamiento de Valencia con UCD y el PP. Autor de la ley que entreg¨® el control de las cajas al Gobierno aut¨®nomo. Presidente de la Generalitat durante 10 meses, entre Eduardo Zaplana y Francisco Camps. Y, finalmente, presidente de Bancaja y del Banco de Valencia.

Domingo Parra es, en cambio, m¨¢s desconocido, aunque los c¨ªrculos econ¨®micos locales lo consideraron durante a?os uno de los tres hombres m¨¢s poderosos de Valencia, por detr¨¢s del presidente de la Generalitat y del presidente de Bancaja. Tres despachos que, adem¨¢s, estaban conectados.

Domingo Parra fue nombrado consejero delegado del Banco de Valencia porque se le consideraba un experto en riesgo financiero

Parra fue nombrado consejero delegado del Banco de Valencia, sobre todo, porque se le consideraba un experto en riesgo financiero. La paradoja es que, 17 a?os despu¨¦s, el motivo fundamental del hundimiento del banco fue la excesiva concentraci¨®n del riesgo en el negocio inmobiliario, que lleg¨® a alcanzar el 65,8%, cuando la media del sector era del 59%. Los ¨²ltimos datos disponibles de la entidad, ya tras la intervenci¨®n, retratan una p¨¦sima gesti¨®n. ¡°Una tasa de mora del 16,4%, el doble que la media del sector; una ratio de solvencia del 1,7%, muy por debajo del l¨ªmite exigido del 8%; un d¨¦ficit de recursos propios de 997 millones¡±, y una monta?a por delante para cumplir con los nuevos requisitos de saneamiento de activos inmobiliarios, indica el catedr¨¢tico Joaqu¨ªn Maudos.

El ex consejero delegado incurri¨® adem¨¢s, al parecer del FROB, en actuaciones delictivas a costa del banco, que le habr¨ªan enriquecido a ¨¦l y a empresarios con quien ten¨ªa amistad. Especialmente al presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, seg¨²n consta en la denuncia presentada en la Audiencia Nacional.

La mutaci¨®n del consejero delegado, considerado en su primera etapa en el banco como un directivo h¨¢bil y responsable y m¨¢s tarde autor de ese tipo de gesti¨®n, hay que entenderla, seg¨²n diversas fuentes, en el marco del cambio econ¨®mico y cultural que experiment¨® Espa?a y especialmente la Comunidad Valenciana con el ascenso de Zaplana a la Generalitat y la posterior etapa de Camps. El Gobierno aut¨®nomo puso a las cajas (y por tanto al banco) a su servicio. Los criterios t¨¦cnicos se vieron interferidos como nunca por los pol¨ªticos. Y el apoyo oficial a los promotores ¡ªa quien Zaplana describ¨ªa a finales de los noventa como nuevos l¨ªderes sociales¡ª reforz¨® su inclinaci¨®n excesiva por el sector inmobiliario. Una tendencia agravada con la entrada de Olivas a las presidencias de Bancaja y del Valencia en 2004.

El primero en alertar sobre la fiabilidad de sus n¨²meros fue el expresidente de Bankia Rodrigo Rato

Subido a la imponente burbuja inmobiliaria, siguen las mismas fuentes, Parra se endios¨®. La red de oficinas creci¨® entre 2000 y 2008 un 82%, muy por encima del sector. En 2009, cuando el sudor fr¨ªo recorr¨ªa las entidades financieras ante la perspectiva de verse atrapadas por millones de metros cuadrados en pisos y suelo, Parra decidi¨® que el banco comprara la promotora de Eugenio Calabuig, Costa Bellver, por 107 millones de euros, cuando sus activos (terrenos sin urbanizar) ascend¨ªan a 10 millones. En los meses previos a la intervenci¨®n, la entidad financi¨® las fianzas de Jaume Matas, el expresidente balear condenado por corrupci¨®n, muy amigo de Parra, y de Camps en el caso de los trajes.

La gesti¨®n del banco est¨¢ ahora en los juzgados. El primero en alertar sobre la fiabilidad de sus n¨²meros fue, sin embargo, el expresidente de Bankia Rodrigo Rato, que en febrero orden¨® auditar el valor que realmente ten¨ªa el Valencia cuando el grupo Bancaja, al que pertenec¨ªa, se fusion¨® con Caja Madrid, porque estaba convencido de que Olivas, su compa?ero en el PP, le hab¨ªa enga?ado.

La denuncia del FROB contra los exgestores del Banco de Valencia tambi¨¦n incluye a Aurelio Izquierdo

La denuncia del FROB contra los exgestores del Banco de Valencia tambi¨¦n incluye, como posible beneficiario de los supuestos delitos, a Aurelio Izquierdo. Mano derecha de Olivas en Bancaja, Izquierdo le relev¨® en la presidencia del Banco de Valencia en octubre de 2011, cargo en el que aguant¨® unas semanas hasta que fue intervenido por el Banco de Espa?a.

Izquierdo, a quien Olivas a¨²n recuper¨® esta primavera como director financiero de Bancaja, fue protagonista de una gran pol¨¦mica hace unas semanas, cuando se supo que ten¨ªa derecho a recibir casi 14 millones de euros de la caja de ahorros como indemnizaci¨®n. Izquierdo ha renunciado finalmente a cerca de la mitad, y recibir¨¢ 7,6 millones de euros.