EEUU se contagia del mal europeo
La crisis del Viejo Continente frena la recuperaci¨®n de la econom¨ªa de su primer socio comercial
Europa, Europa, Europa. Es la cantinela que suena sin descanso en EE UU como justificaci¨®n de los malos resultados de sus grandes empresas en el segundo trimestre del a?o. El argumento tiene una plasmaci¨®n real en los concesionarios de Ford, las tiendas Apple y las oficinas de UPS del Viejo Continente, que notan cada vez m¨¢s el impacto de la crisis de la deuda soberana en el bolsillo de los europeos. El via crucis econ¨®mico que atraviesa Europa est¨¢ creando serios problemas a las multinacionales, al conjunto de la econom¨ªa de EE UU y, de paso, a las posibilidades de reelecci¨®n del presidente Barak Obama en noviembre pr¨®ximo.
La incapacidad europea para resolver sus problemas est¨¢ haciendo mella en el optimismo estadounidense justo cuando el pa¨ªs ¡ªcon el hurac¨¢n financiero de 2008 a¨²n en el espejo retrovisor¡ª entra en su cuarto a?o de crecimiento consecutivo. El frenazo es patente: la primera econom¨ªa mundial ralentiz¨® su ritmo de crecimiento en el segundo trimestre del a?o hasta un 1,5%, comparado con el 2% del primero.
Los malos resultados de las grandes compa?¨ªas estadounidenses son un s¨ªntoma inequ¨ªvoco de contagio del mal europeo. Si las empresas no ganan dinero, no podr¨¢n crear los puestos de trabajo necesarios para rebajar una tasa de desempleo que se resiste a bajar del 8%. Este es un factor de primera magnitud en Estados clave para las aspiraciones de Obama como Michigan, Pensilvania u Ohio, donde su rival est¨¢ intentando ara?ar votos como sea. ¡°La econom¨ªa no se est¨¢ ralentizando¡±, declar¨® recientemente un asesor del candidato republicano, Mitt Romney. ¡°Est¨¢ yendo marcha atr¨¢s¡±.
Como se?al de la preocupaci¨®n sobre la marcha de la econom¨ªa europea, Timothy Geithner, secretario del Tesoro de EE UU, cruz¨® esta semana el Atl¨¢ntico para abordar la crisis con su hom¨®logo alem¨¢n, Wolfgang Sch?uble, y con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Antes pas¨® por el Capitolio, donde afirm¨® ante los legisladores que ¡°la crisis europea representa el mayor riesgo¡± para la econom¨ªa estadounidense.
Una muestra del deterioro de la situaci¨®n es que el 60% de las grandes compa?¨ªas de EE UU no cumplieron las expectativas de beneficios de los analistas en el segundo trimestre. Moody¡¯s subraya que los negocios se est¨¢n viendo perjudicados tanto en el lado de las ventas como en el de los beneficios. E introduce un dato para comparar: la ganancia operativa de las compa?¨ªas que integran el ¨ªndice S&P 500 ha ca¨ªdo un 1% en lo que va de a?o.
La Uni¨®n Europea es el mayor polo econ¨®mico del mundo, y hacia all¨ª se dirige una quinta parte de las exportaciones de EE UU, principal socio comercial de los Veintisiete. Deutsche Bank calcula que una sexta parte del beneficio y de las ventas generadas por las compa?¨ªas del S&P 500 se generan en Europa.
Las multinacionales de EE UU tienen todav¨ªa margen para resistir la ca¨ªda de la demanda en el Viejo Continente y el fortalecimiento del d¨®lar frente al euro, muy perjudicial para las exportaciones. Ello se debe a los recortes y ajustes que acometieron durante la pasada recesi¨®n. Sin embargo, la mayor¨ªa de ellas est¨¢ ajustando sus planes de producci¨®n, inversi¨®n y empleo para el resto del a?o en vista de que la crisis va para largo en Europa y de que las autoridades de la eurozona no se ponen de acuerdo para solucionarla. La ralentizaci¨®n del crecimiento en las grandes econom¨ªas asi¨¢ticas tampoco son buenas noticias para EE UU y sus empresas.
Todo ello anticipa que el efecto lastre se seguir¨¢ notando hasta al menos 2013. La cautela es la nota dominante entre los principales ejecutivos de las empresas de bienes de consumo, pero tambi¨¦n entre los directivos del sector financiero y los grandes conglomerados industriales. El ambiente no es distinto en Wall Street, donde opinan que si el panorama macroecon¨®mico no da pronto signos de mejora, los resultados de las empresas no podr¨¢n m¨¢s que empeorar.
El crecimiento
Hay tres compa?¨ªas estadounidenses que suelen considerarse a prueba de recesiones pero que en la coyuntura actual est¨¢n mostrando grietas en sus cuentas de resultados. Es el caso de McDonald¡¯s. Las ventas del gigante de las hamburguesas en Europa no se han visto afectadas, de momento, pero el beneficio trimestral de la cadena de comida r¨¢pida cay¨® un 4% entre abril y junio, hasta los 1.347 millones de d¨®lares, como consecuencia de la apreciaci¨®n del d¨®lar.
El mismo problema con el tipo de cambio lo tiene Apple. Dos terceras partes de su negocio se genera fuera de EE UU y la fortaleza del d¨®lar le est¨¢ restando margen de beneficio. Lo curioso en su caso es que durante el anterior ciclo de recesi¨®n fue capaz de desafiar todas las leyes de la gravedad con el iPhone. Ahora sus resultados muestran adem¨¢s una contenci¨®n en el entusiasmo por parte de los devotos a sus productos electr¨®nicos. Tim Cook, sucesor de Steve Jobs al frente de la sociedad de Cupertino, describi¨® las ventas en Europa como ¡°esencialmente planas¡±. Se nota especialmente en Francia, Grecia e Italia, donde los ingresos est¨¢n siendo ¡°particularmente pobres¡±. Aunque su negocio en la zona sigue ligeramente en positivo gracias a Reino Unido, que est¨¢ fuera del euro, lo que no ocultan esos n¨²meros es que la situaci¨®n en su segundo mercado fren¨® el resultado total.
Caterpillar es la gran excepci¨®n. Una vez m¨¢s, el fabricante de maquinaria mejor¨® con creces sus resultados, con un incremento del 67% en el beneficio. Pero Doug Oberhelman, su consejero delegado, no oculta lo evidente. La zona euro tiene problemas, que se suman a una actividad deprimida en el sector de la construcci¨®n en EE UU y a las dudas sobre la econom¨ªa china. ¡°La buena noticia es que la sensaci¨®n es distinta de la de 2008¡±, a?ade el ejecutivo. Oberhelman es de los m¨¢s optimistas. No solo asegura que la compa?¨ªa est¨¢ preparada para actuar si las cosas dan un giro a peor, sino que se muestra confiando en que los bajos tipos de inter¨¦s y la disposici¨®n de los bancos centrales a inyectar m¨¢s liquidez si fuera necesario permitir¨¢n que las cosas mejoren r¨¢pido. En sus palabras: ¡°Venimos del fondo no de la cima¡±.
El problema con el fortalecimiento del d¨®lar lo tiene y lo va a seguir teniendo Coca-Cola. Pero en su caso, adem¨¢s, las ventas se contrajeron un 4% en Europa y eso dej¨® plano el beneficio global de la compa?¨ªa, que fue de 2.788 millones. La ganancia operativa en la regi¨®n cay¨® un 8%, reflejo en parte de la ca¨ªda en las ventas.
La tasa
Su gran rival, PepsiCo, tambi¨¦n vio caer el beneficio neto trimestral, hasta 1.501 millones, entre abril y junio. Es un 21% menos que hace un a?o. Pero en su caso, no sufre tanto en Europa. El beneficio operativo de PepsiCo mejor¨® gracias a las medidas de ahorro adoptadas, pero la compa?¨ªa no se libra del efecto desfavorable del d¨®lar.
Los peores problemas los tienen en Detroit, capital del autom¨®vil. Ford Motor no ve la luz al final del t¨²nel. La situaci¨®n es cr¨ªtica, hasta el punto de que espera que su divisi¨®n europea cierre el ejercicio con p¨¦rdidas superiores a los 1.000 millones.
Un agujero negro tambi¨¦n para General Motors, que ya arrastraba serios problemas por su filial europea, Opel, que le llevar¨¢ a cerrar alguna planta antes de lo esperado si la situaci¨®n no mejora. El mazazo de Europa es evidente. Hace un a?o su filial en el Viejo Continente ganaba 102 millones de d¨®lares. Ahora pierde 361 millones, lo que eleva el negativo este a?o a casi 700 millones. Eso provoc¨® que el beneficio global bajara en un a?o de 2.500 millones a 1.500 millones.
La situaci¨®n es muy distinta en Boeing, otro bueno de la pel¨ªcula, que acaba de revisar al alza su previsi¨®n de ventas y de beneficio para el conjunto del a?o. El beneficio del gigante aeroespacial subi¨® un 2,8% en el trimestre. Las ventas lo hicieron un 20%. Los movimientos en el tipo de cambio le afectan menos porque el negocio en su mercado se hace siempre en d¨®lares. Su ¨²nica gran preocupaci¨®n es evitar que sus clientes no cancelen los pedidos que acordaron.
El gigante de la mensajer¨ªa UPS es otro de los canarios en la mina de la recesi¨®n. Genera el 40% de sus ingresos fuera de EE UU. En el segundo trimestre su facturaci¨®n baj¨® a 3.010 millones de d¨®lares, frente a 3.140 millones hace un a?o. Y el beneficio operativo baj¨® un 10%, hasta los 454 millones. Lo interesante en su caso es que este rendimiento se debe a una ca¨ªda de dos d¨ªgitos en las exportaciones de Asia hacia Europa y EE UU.
¡°Es la evidencia de que la econom¨ªa global est¨¢ inmersa en una fase de desaceleraci¨®n sincronizada¡±, como indican en la consultora IHS Global Insight. El debilitamiento planetario, combinado con el fortalecimiento del d¨®lar, da?¨® tambi¨¦n las ventas de 3M, cuyos ingresos bajaron un 2%, hasta los 7.530 millones de d¨®lares. Peor fue la cosa para Dow Chemical, que los redujo un 10%, hasta los 14.510 millones.
Quiz¨¢s el ejemplo m¨¢s evidente de esta espiral que atrapa a las multinacionales sea Avon Products. Las crisis suelen potenciar el negocio de los cosm¨¦ticos, porque lo que se ahorra en renovar el armario va a mantener la apariencia. El beneficio trimestral operativo en Europa cay¨® un 43%, tras registrar un desplome del 14% en las ventas.¡°Nuestros clientes est¨¢n cada vez m¨¢s nerviosos¡±, afirma Scott Davis, consejero delegado de UPS. Se?ala por eso que su compa?¨ªa se est¨¢ viendo obligada a ¡°hacer los ajustes necesarios para responder a los retos actuales¡±.
Eso, en el caso de Starbucks, se traduce en acelerar el cierre de cafeter¨ªas que en Europa no son rentables. El proceso comenz¨® a inicios de a?o, cuando mand¨® a sus ejecutivos a Londres para ver por d¨®nde recortar. Starbucks, entretanto, trata de atraer a los consumidores con nuevos productos m¨¢s all¨¢ del caf¨¦, como zumos, bebidas energ¨¦ticas y comida. Y como otras corporaciones con fuerte presencia en el extranjero, rebaj¨® la previsi¨®n de beneficio para el trimestre en curso. Eso decepcion¨® a los inversores, que tumbaron sus acciones un 12% tras presentar resultados. ¡°Europa contin¨²a siendo de lejos nuestro principal reto en este momento¡±, se?ala Troy Alstead, director financiero, quien opina que la situaci¨®n seguir¨¢ con toda probabilidad empeorando.
Voz de alarma de las grandes multinacionales, que temen que salpique a la econom¨ªa global. En ese contexto, Coca-Cola anuncia un cambio en su estructura operativa para ganar en ¡°flexibilidad¡± y poder ajustarse r¨¢pido a la demanda en cada regi¨®n.
US Steel, la mayor sider¨²rgica del pa¨ªs, ya someti¨® a su filial europea a una reestructuraci¨®n. Ahora, los n¨²meros de esa unidad son positivos. Pero el beneficio global del grupo cay¨® un 55% en el segundo trimestre por la ca¨ªda de precios y de pedidos debido a la desaceleraci¨®n econ¨®mica. Y en este sentido, hace referencia a la ca¨ªda de env¨ªo de productos a sus clientes en el sector energ¨¦tico, consecuencia de que est¨¢n limitando las prospecciones.
La gran preocupaci¨®n en este clima de incertidumbre y de tensi¨®n es la falta de liderazgo pol¨ªtico, mientras los directores financieros ponen la mirada ya en 2013. Ah¨ª ser¨¢ cuando se sienta el impacto de las medidas de austeridad en el crecimiento. Es una visi¨®n opuesta a la de hace tres meses, cuando se miraba con optimismo el a?o pr¨®ximo. ¡°Todo el mundo est¨¢ preocupado y est¨¢n revisando sus planes de negocio¡±, remachan en BNP Paribas.
Como concluyen en Credit Suisse, este clima incierto en el mundo de los negocios provoca que las compa?¨ªas den un paso atr¨¢s y retrasen la inversi¨®n en equipamiento, en mano de obra o planes de fusi¨®n o adquisici¨®n. Y eso, como consecuencia, tiene un efecto en el crecimiento econ¨®mico de EE UU y la creaci¨®n de empleo, en ambos casos an¨¦mica. La esperanza es que cuando las cosas se aclare, la m¨¢quina empiece a funcionar.
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