No habr¨¢ una ruptura del euro
Ser¨ªa imperdonable que nuestros l¨ªderes actuales llegasen a provocar tama?o fracaso colectivo
Muchos inversores est¨¢n estimando una probabilidad creciente de un ¡°gran desastre¡±, es decir, un ¡°grueso riesgo de cola¡± asociado a la crisis del ¨¢rea euro que no es otro que el de su ruptura. Observan que las decisiones de los l¨ªderes europeos han estado basadas hasta ahora, err¨®neamente, en un juego de suma cero, basado en que si unos Estados ganan otros pierden, como si fueran empresas en un mercado que no crece, cuando, entre Estados, siempre existen alternativas de suma positiva si se coopera.
Comprueban que los Estados acreedores del norte imponen a los deudores del sur un ajuste fiscal, necesario pero excesivamente r¨¢pido y adem¨¢s nominal y deflacionario que puede llevarles a una recesi¨®n mayor, aumentando as¨ª su deuda-PIB, que no es compensado por un menor super¨¢vit y una mayor inflaci¨®n en los del norte. No detectan compras de bonos por el EFSF y ESM a Espa?a e Italia (todav¨ªa solventes, pero con crecientes problemas de liquidez) para abortar ataques especulativos que se auto-cumplen y contin¨²an vendiendo.
Muchos inversores est¨¢n prepar¨¢ndose para una ruptura del ¨¢rea euro, incrementando as¨ª la probabilidad de que ocurra
Asimismo, domina (como antes en la carrera nuclear) el juego de la gallina. Los inversores empujan los spreads al l¨ªmite para que los l¨ªderes europeos tomen m¨¢s medidas para salvar el euro y estos aprovechan dichos spreads para empujar al l¨ªmite a Espa?a e Italia para forzarles a hacer m¨¢s reformas y reducir m¨¢s sus d¨¦ficits. Si ninguno cede, caeremos todos al abismo; si todos ceden algo, nos salvaremos todos.
Por estas razones, muchos inversores est¨¢n prepar¨¢ndose para una ruptura del ¨¢rea euro, incrementando as¨ª la probabilidad de que ocurra, ya que sus profec¨ªas tienden a autocumplirse.
El ¨¢rea euro est¨¢ hoy partida en dos por los Pirineos y los Alpes: el interbancario ha dejado ya de funcionar al sur de ambos y sus bancos no tienen acceso normal a liquidez, mientras mejora en los del norte, dadas las salidas crecientes de dep¨®sitos del sur hacia el norte. Adem¨¢s, los bancos del norte y sus supervisores no permiten que dichos dep¨®sitos sean reinvertidos en el sur, provocando una desintegraci¨®n bancaria y una fuerte contracci¨®n del cr¨¦dito en el sur.
El Banco Central Europeo, tras su LTRO, que ha permitido darles liquidez y adem¨¢s comprar deuda soberana del sur a trav¨¦s de sus bancos, deber¨¢ ahora intervenir nuevamente para que funcione la transmisi¨®n de su pol¨ªtica monetaria. Siendo su tipo de refinanciaci¨®n del 0,75%, los tipos de inter¨¦s de los cr¨¦ditos al por menor en Italia y Espa?a son tres puntos mayores que en Alemania al estar correlacionados con sus spreads de deuda soberana y no con el tipo de refinanciaci¨®n del BCE.
A pesar de la gravedad de esta situaci¨®n, me resisto a pensar que la estupidez humana pueda llegar tan lejos como para aceptar una ruptura del euro que produzca otra gran recesi¨®n en la que todos los Estados miembros del ¨¢rea euro y de la UE y sus 500 millones de ciudadanos salgan perdiendo y ninguno ganando. Adem¨¢s, conf¨ªo en la creciente presi¨®n internacional para evitarla, pero, sobre todo, en el BCE, que, con su ilimitado poder de intervenci¨®n, har¨¢ todo lo necesario para evitarlo, como anunci¨® recientemente su presidente, Mario Draghi.
?Cu¨¢les ser¨ªan los principales efectos de la ruptura del euro?
Me resisto a pensar que la estupidez humana pueda llegar tan lejos como para aceptar una ruptura del euro que produzca otra gran recesi¨®n
Primero, los Estados del norte, especialmente Alemania, sufrir¨ªan una elevada apreciaci¨®n de sus monedas originales frente al euro (que podr¨ªa desaparecer, al preferir Alemania recuperar su marco o crear una zona marco con Austria y Holanda), mayor todav¨ªa frente al d¨®lar y, sobre todo, frente a las monedas originales de los Estados del sur, que a su vez sufrir¨ªan una fuerte depreciaci¨®n frente al euro, al d¨®lar y mayor todav¨ªa frente al marco.
Es decir, el marco podr¨ªa llegar a apreciarse m¨¢s de un 25% frente al d¨®lar y m¨¢s de un 50% frente a la lira y la peseta, lo que aumentar¨ªa mucho el poder de compra y la renta relativa de los alemanes. Pero, al llevar Alemania m¨¢s de 12 a?os creciendo b¨¢sicamente a trav¨¦s de sus exportaciones, que se dirigen en un 45% al ¨¢rea euro y otro 45% al ¨¢rea d¨®lar, muchas de sus empresas quebrar¨ªan, aumentar¨ªa el desempleo y entrar¨ªa en una fuerte recesi¨®n.
Segundo, los Estados del sur retomar¨ªan sus monedas originales, que sufrir¨ªan una fuerte depreciaci¨®n frente al euro y el d¨®lar, con lo que su PIB resultante, medido en euros, caer¨ªa m¨¢s de un 30% en valor. Al estar b¨¢sicamente endeudados con ahorro externo denominado en euros y d¨®lares, se ver¨ªan obligados a dejar de pagar parte de su deuda al valer esta m¨¢s de un 30% en sus monedas originales. Este default llevar¨ªa consigo no poder acceder a los mercados de capitales para financiarse durante bastantes a?os o financiarse a costes muy superiores a los actuales.
Adem¨¢s, dado que sus importaciones de materias primas agr¨ªcolas, minerales, met¨¢licas y energ¨¦ticas son muy elevadas, dicha depreciaci¨®n provocar¨ªa una elevada inflaci¨®n y una p¨¦rdida del poder adquisitivo y empobrecimiento de sus ciudadanos, al pagar mucho m¨¢s caros dichos productos importados. Estos reaccionar¨ªan presionando al alza sus salarios y las empresas sus precios y m¨¢rgenes, haciendo que la fuerte depreciaci¨®n inicial de sus monedas no conseguir¨ªa incrementar su competitividad suficientemente como para ganar la cuota de mercado esperada. Espa?a, por ejemplo, importa el 77% de la energ¨ªa que consume.
Tercero, la desaparici¨®n del ¨¢rea euro a 17 Estados supondr¨ªa tambi¨¦n el fin de la UE a 27 Estados, ya que si no hay Uni¨®n Monetaria, no puede haber Mercado ?nico, dada la enorme divergencia de tipos de cambio creada dentro del mismo y, si no hay Mercado ?nico, no puede haber tampoco Uni¨®n Aduanera. Es decir, los tres grandes pilares de la UE desaparecer¨ªan dando fin a 57 a?os de enormes esfuerzos para construir Europa. Ser¨ªa imperdonable que nuestros l¨ªderes actuales llegasen a provocar tama?o fracaso colectivo.
Si desaparece el euro, la p¨¦rdida de peso de Europa en el mundo ser¨ªa absoluta, dejando de contar en la toma de sus principales decisiones
Cuarto, la desintegraci¨®n del AE provocar¨ªa una fuerte recesi¨®n en el resto del mundo. Estados Unidos representa el 25% del PIB mundial y el ¨¢rea euro el 21%, pero la UE alcanza el 27%. Sin embargo, Estados Unidos solo representa el 12,5% de las importaciones mundiales de bienes y el 10% de las importaciones de servicios, mientras que el ¨¢rea euro alcanza el 28% de las primeras y el 33% de las segundas, y la UE el 35% de las de bienes y el 38% de las de servicios. Aunque casi un 50% de dichas importaciones se realizan dentro del ¨¢rea euro y de la UE, la desaparici¨®n de ambas uniones tendr¨ªa un impacto negativo enorme en las exportaciones del resto del mundo y especialmente en las emergentes.
Quinto, de no evitarse tama?o desastre, la p¨¦rdida de peso de Europa en el mundo ser¨ªa absoluta, dejando de contar en la toma de sus principales decisiones. De acuerdo con las proyecciones para los BRICS, en 2050 no habr¨ªa ning¨²n pa¨ªs de la UE en el G-8, al estar este compuesto (por orden de su PIB total) por China, Estados Unidos, India, Brasil, Rusia, Indonesia, Jap¨®n y M¨¦xico.
Por el contrario, si en 2050 la UE a 27 hubiera conseguido ser una confederaci¨®n o federaci¨®n de Estados, tendr¨ªa un PIB superior al de Estados Unidos y muy cercano al de China, con lo que la pol¨ªtica global estar¨ªa dominada por un G-4 de grandes potencias: China, UE, Estados Unidos e India.
En resumen, la disyuntiva entre la ruptura de Europa o su uni¨®n creciente es simple: o su destrucci¨®n total o ser la mayor potencia de Occidente y la segunda mundial.
Guillermo de la Dehesa es presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR)
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