Embajadas SA
Espa?a impulsa una estrategia para dotar a todas sus legaciones de m¨¢s contenido econ¨®mico
Ahora, convertido el sector exportador, junto con la arena de la playa, en el gran motor econ¨®mico de Espa?a, y convencidos de que o se crece fuera o no se crece, nuestro pa¨ªs quiere formar parte del selecto club diplom¨¢tico que integran pa¨ªses como Jap¨®n, Reino Unido, EE UU, Alemania y Francia. As¨ª que la corneta del Ministerio de Exteriores ha tocado a rebato, y todas nuestras representaciones ah¨ª fuera tienen dos prioridades: ocuparse del bienestar de los ciudadanos espa?oles y generar negocio las empresas nacionales.
A ello se aplican con intensidad este a?o 971 diplom¨¢ticos (550 trabajan en el exterior), 118 embajadas, 10 representaciones permanentes y 88 consulados generales. Este es nuestro particular ej¨¦rcito para conseguir que Espa?a, a trav¨¦s de sus empresas, pero tambi¨¦n a partir de la imagen de sus deportistas, artistas o cocineros, haga caja. Y el primer paso, tal y como anda el mundo, es dar a los embajadores y c¨®nsules una inmersi¨®n en las finanzas. ¡°En junio de este a?o, y como gran novedad, hemos impartido, por primera vez, un curso para que ambos cuerpos conozcan los cada vez m¨¢s complicados instrumentos financieros que se usan en la actividad econ¨®mica y exportadora¡±, dice Alberto Ant¨®n, experto de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica (OID). El prop¨®sito es que puedan atender las necesidades econ¨®micas de las empresas all¨ª donde Espa?a no tenga oficina comercial directa.
Porque los recortes llegan tambi¨¦n a la diplomacia. ¡°Crear ese tipo de oficinas, sobre todo en ¨¦poca de restricciones, es costoso y exige tiempo. Pero si podemos apoyar a los c¨®nsules y los embajadores para que ayuden en esta labor comercial ¡ªcon este fin les damos esa formaci¨®n m¨¢s financiera¡ª, entonces ser¨ªa una manera de aumentar nuestra red de influencia sin incurrir en gastos¡±, se?ala Fernando Lanzas, director general de cooperaci¨®n institucional del Icex. De hecho, Exteriores ya ha anunciado que cerrar¨¢ las embajadas de Yemen y Zimbabue por razones presupuestarias.
Objetivo Indonesia
A 12.202 kil¨®metros de Espa?a reside la mayor econom¨ªa del sureste asi¨¢tico. Indonesia se ha convertido en objeto de deseo para las grandes multinacionales del mundo. Un mercado de 240 millones de personas y una tasa de crecimiento econ¨®mico superior al 6% son razones de peso. La canciller alemana, Angela Merkel, lo entendi¨® as¨ª cuando el pasado mes de julio acudi¨®, respalda por 250 empresas de su pa¨ªs, a Yakarta en busca de negocio.
En este ambiente de enorme competitividad es donde Espa?a est¨¢ obligada a desarrollar su reci¨¦n remodelada diplomacia econ¨®mica y demostrar que puede competir con las grandes potencias del mundo por captar riqueza para el pa¨ªs. Aunque no sea un mercado ¡ªcomo advierten desde la propia embajada espa?ola en Indonesia¡ª ¡°ni f¨¢cil ni autom¨¢tico¡±. Hace falta ¡°conocerlo bien y tener suficiente capacidad de aguante para afrontar el periodo de instalaci¨®n y arranque¡±. Aun as¨ª, ¡°este mercado es un reto y una oportunidad¡±, sostienen en la legaci¨®n. Sectores como infraestructuras, transporte, energ¨ªa o incluso bienes de consumo, por ejemplo, los productos de lujo ¡ªgracias a la emergencia de una clase media de creciente poder adquisitivo¡ª, ofrecen excelentes posibilidades. En busca de ellas han llegado Indra, Acerinox y Repsol.
El futuro llega pre?ado de trabas y toda ayuda ser¨¢ bienvenida. ¡°Nos movemos hacia un mundo que ver¨¢ con m¨¢s frecuencia conflictos geopol¨ªticos y econ¨®micos. Hay m¨¢s pa¨ªses compitiendo por menos recursos, y har¨¢ falta una mayor diplomacia econ¨®mica¡±, seg¨²n Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano.
En realidad, lo que vemos es la escenificaci¨®n de un cambio profundo; la eclosi¨®n de un ¡°mercado global, en el que el comercio, los negocios, las relaciones internacionales ya no se crean entre naciones, sino entre empresas¡±, analiza Aurelio Garc¨ªa de Sola, presidente de la firma de promoci¨®n empresarial Madrid Network.
Espa?a tiene que moverse deprisa. Debemos enjugar un retraso de d¨¦cadas a la hora de maridar negocio y diplomacia. Tan solo a partir de los a?os noventa, como consecuencia del incremento de la actividad exportadora y, sobre todo, de la llegada de las grandes multinacionales espa?olas a Am¨¦rica Latina, es cuando nos dimos cuenta de que las embajadas no solo eran un recurso pol¨ªtico, sino econ¨®mico, que a¨²n, critican los expertos, no sabemos explotar totalmente.
Tanto es as¨ª que juristas reputados, como Antonio Garrigues Walker, hablan de la necesidad de reformular el oficio diplom¨¢tico de ¡°una manera seria y profunda¡±. Puesto que en muchos aspectos vamos por detr¨¢s, y nos falta cintura. ¡°Conozco algunas embajadas que se pueden alquilar para que las empresas de sus pa¨ªses organicen eventos¡±, apunta Garrigues Walker. Es un ejemplo. Pero tambi¨¦n una constataci¨®n de nuestros lastres: ¡°El estamento que m¨¢s da?o est¨¢ haciendo al desarrollo econ¨®mico es el pol¨ªtico¡±, a?ade.
Tampoco ha ayudado mucho ese, a veces, transitar por caminos enfrentados entre t¨¦cnicos comerciales y diplom¨¢ticos. O ciertos fallos estructurales, como que ¡°est¨¦n en edificios separados la legaci¨®n, en el sentido estricto, y la oficina econ¨®mica y comercial. Algo que no ocurre en pa¨ªses punteros como Francia, Reino Unido o Estados Unidos¡±, apunta Steinberg. Y luego hay un d¨¦ficit de dimensi¨®n. ¡°El servicio exterior espa?ol es muy peque?o; por ejemplo, Holanda nos supera en tama?o¡±, apostilla este experto. Aunque tambi¨¦n hay responsabilidades m¨¢s globales.
¡°Los m¨¢s cr¨ªticos afirman, con raz¨®n, que los defectos de dise?o de la Uni¨®n Europea fueron evidentes desde el principio, y muchos de los problemas actuales podr¨ªan haberse evitado con una mejor planificaci¨®n¡±, reflexiona Stephanie Hare, experta de la consultora Oxford Analytica. ¡°As¨ª que hist¨®ricamente ha habido muchos fallos que han evitado sacarle todo el partido a la diplomacia econ¨®mica¡±.
Pero no hay tiempo para lamerse las heridas, la competencia es tremenda y tiene todo el sentido del mundo ¡°usar la totalidad de los recursos del Estado en el exterior¡±, precisa Antonio Fern¨¢ndez-Martos Montero, director general de Comercio e Inversiones. De ah¨ª los cursos de formaci¨®n para que embajadores y c¨®nsules mejoren sus conocimientos econ¨®micos, ya que ¡°el apoyo en el exterior a las empresas es una materia cada vez m¨¢s t¨¦cnica y compleja¡±, avanza Fern¨¢ndez-Martos.
Fijado el prop¨®sito, ahora hay que localizar en el mapamundi estos nuevos objetivos. Alberto Ant¨®n, de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica, identifica algunos: EE UU, India, Indonesia, Brasil, Australia, China, Jap¨®n, Nigeria, Angola, Sud¨¢frica, Argelia, Marruecos. Hablamos de naciones que ayuden a contrarrestar la excesiva dependencia europea.
Porque ¡°en esta dif¨ªcil coyuntura, la prosperidad de Espa?a y el crecimiento econ¨®mico sostenido al que debemos aspirar dependen de manera muy relevante de nuestra proyecci¨®n en el exterior¡±, incide Juan-Miguel Villar Mir, presidente de OHL, quiz¨¢ uno de los grupos empresariales m¨¢s internacionalizados de Espa?a.
Aunque tal vez lo m¨¢s trascendente de este viaje es que desborda los l¨ªmites de lo econ¨®mico y nos enfrenta a preguntas que ata?en a nuestra identidad como pa¨ªs. Porque todo este replanteamiento del servicio exterior que hemos visto es, en verdad, una interrogaci¨®n sobre nuestro futuro. ¡°?Qu¨¦ pretende ser Espa?a? ?Aspiramos a convertirnos en un poder blando, como Suecia, o queremos que la parte militar tenga m¨¢s peso?¡±, se interroga Federico Steinberg. Se admiten respuestas.
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