La UE manda: Bankia no sigue con las obras del Mestalla ni cancela la deuda
Bankia Habitat ha comunicado al club valenciano que no dispondr¨¢ ni de los 150 millones para obras de su estadio de f¨²tbol ni cancelar¨¢ la deuda de 250 millones de euros
Si finalmente se fija el monto de la ayuda financiera de la Eurozona que van a necesitar las entidades espa?olas y llega a sus balances, lo har¨¢ con unas condiciones tan restrictivas que la capacidad de maniobra para tomar decisiones de manera unilateral quedar¨¢ pr¨¢cticamente anulada. Y cuando de ayudas se habla, todo el mundo piensa en Bankia, cuyo agujero superior a los 20.000 millones de euros motiv¨® que el Gobierno tuviera que solicitar el rescate.
En la entidad presidida por Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri, esa capitidisminuida capacidad de decisi¨®n se ha empezado a atisbar la semana pasada cuando dio marcha atr¨¢s en su intenci¨®n de finalizar las obras del nuevo estadio del Valencia.
De la noche a la ma?ana, nueve meses despu¨¦s de anunciar el proyecto, Bankia Habitat ha comunicado al club presidido por Manuel Llorente que romp¨ªa el acuerdo por el supuesto incumplimiento en desarrollar el plan por parte de la promotora Aedifica, su socio local en Newcoval, la empresa creada al efecto.
Pero, en el fondo, lo que hay es una decisi¨®n por parte de los gestores del FROB, el fondo estatal garante de que las entidades financieras que van a recibir ayudas estatales, como Bankia, no vuelvan a cometer los errores del pasado. Como podr¨ªa ser poner 150 millones de euros para acabar el estadio y cancelar la deuda financiera de unos 250 millones que tiene el club de f¨²tbol del Valencia a cambio de los aprovechamientos urban¨ªsticos.
Y a esa pol¨ªtica de ni un euro m¨¢s para actuaciones inmobiliarias que las que tengan garantizado el ¨¦xito por adelantado -caso del apoyo financiero a peque?as promociones con riesgo compartido a medias con un promotor- se enfrenta Bankia y el resto de entidades que van a recibir ayudas de la Eurozona. Inversi¨®n m¨ªnima, y menos en ladrillo, cierre de sucursales, despido de personal y ventas de todos los activos ajenos al negocio principal son algunas de las condiciones impuestas en el memorando de la Eurozona a cambio de que lleguen las ayudas.
Y todo se debe hacer a la menor brevedad posible, aunque sea con la asunci¨®n de nuevas y cuantiosas p¨¦rdidas adicionales a las del 35% tras el estallido de la crisis.
En esa desinversi¨®n de activos entra todo. De las participaciones industriales m¨¢s lustrosas en las cotizadas solo quedar¨ªa libre de liquidarse el 14,9% de Mapfre, en virtud del pacto y participaciones cruzadas que lo impiden. Las dem¨¢s deben venderse ya. Ah¨ª est¨¢n los inversores, sobre todo extranjeros, ansiosos de quedarse con el porcentaje de Bankia en Realia, Metrovacesa, Indra, Deoleo, NH, IAG, Iberdrola y Sacyr.
Con todo, esto no es lo peor. Lo peor, en el caso de Bankia, son esos 30.000 millones en activos inmobiliarios, buena parte enterrados en m¨¢s de 350 sociedades participadas, en su mayor¨ªa dedicadas a la promoci¨®n, y cuyas refinanciaciones de deuda permanente, en muchos casos, tambi¨¦n han sido objeto de exhaustivo an¨¢lisis al mantenerse como cr¨¦dito normal y libre de las provisiones que el Gobierno oblig¨® a practicar.
Son empresas, algunas controladas por Bankia al 100%, que no tienen otra salida que la de su liquidaci¨®n con el apunte contable de p¨¦rdidas correspondiente o, como mal menor, si todav¨ªa cuenta con activos susceptibles de obtener por ellos una rentabilidad futura, ser vendidas a precio de saldo por inversores que se interesen por ellas.
En Realia comparte el control con FCC y en Metrovacesa forma parte del grupo de siete bancos que se hizo con la empresa entre 2009 y 2011.
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