Espa?a pierde 20.000 millones en los presupuestos de la UE hasta 2020
Las propuestas de presupuestos de la UE hasta 2020 recortan partidas clave Las mayores rebajas ser¨¢n en los fondos de cohesi¨®n y las ayudas agr¨ªcolas
Presupuesto es una palabra poco fiable en Bruselas. Solo a partir de un cierto volumen ¡ªpor supuesto muy superior al actual 1% del PIB, y bajando¡ª podr¨ªa aspirar Europa a desempe?ar un papel estabilizador ante una crisis como lo actual, que divide como nunca el continente entre ricos y pobres. No es el caso: los pa¨ªses que llevan las riendas de la UE no quieren elevar ese p¨ªrrico porcentaje, 20 veces menor que el de Estados Unidos, por ejemplo. Han decretado recortes en los presupuestos 2014-2020. Zanjado ese debate casi antes de empezar, en la cumbre de la semana pr¨®xima se anuncia una de esas batallas ¨¦picas por el reparto del dinero. Y ah¨ª hay malas noticias para Espa?a, que por primera vez pasa de ser receptor de fondos a contribuyente neto, y eso en medio de la peor crisis del ¨²ltimo medio siglo. Madrid teme perder 20.000 millones de euros en ayudas hasta 2020, b¨¢sicamente en fondos de cohesi¨®n (un invento del expresidente Felipe Gonz¨¢lez para que el Norte financie inversiones en el Sur) y en agricultura, tradicionalmente la pol¨ªtica estrella en Bruselas, que sigue acaparando el 40% de los recursos p¨²blicos pese a suponer apenas el 4% del PIB.
En los proyectos conocidos hasta esta misma semana Espa?a hab¨ªa logrado amortiguar el golpe. Pero finalmente puede verse perjudicada si sigue adelante la propuesta del presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, seg¨²n aseguraron fuentes diplom¨¢ticas conocedoras de las negociaciones. Van Rompuy present¨® el mi¨¦rcoles una propuesta que recorta en 80.000 millones la de la Comisi¨®n y est¨¢ en l¨ªnea con los deseos de Berl¨ªn. M¨¢s que la cifra, preocupa que los criterios de asignaci¨®n son muy lesivos para Espa?a: por encima de todas, sufren la pol¨ªtica de cohesi¨®n (un recorte de un tercio de los 35.000 millones recibidos en el periodo anterior) y la agr¨ªcola (un 17% menos de los casi 50.000 millones asignados a Espa?a en los ¨²ltimos siete a?os).
Eso suma unos 20.000 millones menos de 2014 a 2020. Es decir, casi 3.000 millones por a?o: m¨¢s o menos lo que cuesta revalorizar las pensiones anualmente.
Espa?a ser¨¢, por primera vez, contribuyente neto
Las posibilidades de llegar a un acuerdo en la cumbre son ¡°microsc¨®picas¡±, seg¨²n fuentes europeas. El veto de Londres se da pr¨¢cticamente por sentado: persigue un tajo mucho m¨¢s profundo. Tambi¨¦n Par¨ªs, que ha recibido un severo castigo por el retroceso en agricultura, anuncia una oposici¨®n frontal. Justo en el otro lado, el denominado grupo cohesi¨®n, que lidera Polonia, aglutina a varios pa¨ªses que rechazan cualquier tipo de recorte, al igual que el Parlamento Europeo. Los l¨ªderes se preparan para una cumbre largu¨ªsima: han reservado habitaciones hasta el domingo, a la espera de que las conversaciones, que empiezan el jueves, sean tan ag¨®nicas como acostumbran. Ese calvario tiene algo de parip¨¦: la liturgia de las negociaciones pr¨¢cticamente exige un fracaso en una primera cumbre para que todo el mundo salve la cara en casa.
Eso no quita para que todas las alarmas hayan saltado en Madrid. Espa?a se agarra a un pu?ado de condicionales para tratar de conseguir mejoras. Le conviene un retraso para que las cifras definitivas se calculen con datos m¨¢s recientes, que reflejen en mayor medida la intensidad de la crisis en Espa?a. En caso contrario, Madrid pelea para introducir cl¨¢usulas de revisi¨®n a lo largo del periodo. Adem¨¢s, Espa?a presiona para que se incluya un fondo destinado a pa¨ªses que han acometido grandes ajustes y que por esa raz¨®n est¨¢n metidos en el cenagal de la crisis: Grecia, Irlanda y Portugal, m¨¢s Espa?a y Chipre, deber¨ªan ser los acreedores de esa bolsa, incluida en las propuestas que circulan por Bruselas. Finalmente, Madrid puede obtener una compensaci¨®n para suavizar el impacto de las regiones que ya no reciben fondos de cohesi¨®n porque han conseguido mayores niveles de renta (Castilla-La Mancha, Galicia y Andaluc¨ªa), aunque ah¨ª no ha jugado sus bazas negociadoras de la mejor manera: el presidente Mariano Rajoy no asisti¨® esta semana a una reuni¨®n con el grupo cohesi¨®n, liderado por Polonia. Envi¨® al secretario de Estado de Asuntos Europeos, ??igo M¨¦ndez de Vigo, pese a que en el c¨®nclave hab¨ªa 12 primeros ministros. Tras esa declaraci¨®n de intenciones, fuentes europeas esperan poca ayuda por ese lado.
El m¨¢s que probable fracaso en la cumbre no saldr¨¢ gratis. Aunque la recesi¨®n que sacude Europa obliga a mirar con lupa cada c¨¦ntimo, tanto Bruselas como las capitales coinciden en que el riesgo de no alcanzar un acuerdo puede contaminar otras ¨¢reas. El principal argumento del Consejo para animar a los pa¨ªses a acercar posturas es sencillo: nada relevante va a cambiar en los pr¨®ximos meses y, por tanto, conviene dar una imagen de unidad que Europa ha perdido desde hace tiempo. El problema es que los Estados se agrupan en dos bloques muy diferenciados: los que piden a¨²n m¨¢s recortes (Alemania, Reino Unido, Holanda y Dinamarca, entre otros) y los que consideran excesivos los tijeretazos aplicados en cohesi¨®n o agricultura (Francia, Italia, Espa?a, Portugal...).
En medio de esa guerra de guerrillas, en Bruselas sigue sin hablarse de lo esencial. Nadie se plantea si hay que seguir dedicando el 40% del presupuesto a la agricultura, cuyos mayores beneficiarios son las casas de Alba y los Windsor. Nadie piensa en eliminar extravagancias como el cheque brit¨¢nico. Nadie, en suma, parece interesado en un presupuesto verdaderamente ¡°federal¡±, que ayude a solucionar los errores de dise?o de la Uni¨®n.
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