Navidades negras para Deutsche Bank
El fisco alem¨¢n investiga al banco por una trama de evasi¨®n de impuestos
El d¨²o directivo del mayor banco de Alemania, J¨¹rgen Fitschen y Anshu Jain, promete corregir el rumbo tras un mes de esc¨¢ndalos y reveses judiciales. Deutsche Bank, una de las entidades financieras m¨¢s influyentes del mundo, est¨¢ siendo investigado por su conexi¨®n una trama de evasi¨®n fiscal en Alemania que ha salpicado al propio Fitschen. En cuanto al brit¨¢nico de origen indio Jain, su curr¨ªculo como jefe del ¨¢rea de inversi¨®n de Deutsche Bank en Londres lo sit¨²a peligrosamente cerca de esos mismos manejos.
Seg¨²n el diario de M¨²nich S¨¹ddeutsche Zeitung, las autoridades fiscales brit¨¢nicas advirtieron a la direcci¨®n local del banco en Londres de que empleados de la entidad podr¨ªan estar implicados en pr¨¢cticas ilegales con certificados de emisi¨®n de di¨®xido de carbono. Deutsche Bank no depur¨® responsabilidades internas.
Hace dos semanas, la Fiscal¨ªa de Fr¨¢ncfort orden¨® una operaci¨®n a gran escala en la sede del banco. Medio millar de funcionarios de Hacienda y de la polic¨ªa participaron en los registros y arrestaron a cinco personas el pasado 12 de diciembre. Las rutilantes torres que el gran banco de Alemania tiene en el coraz¨®n financiero de Europa fueron escenario de una operaci¨®n policial como el que se reserva a las organizaciones criminales.
Aprovechando la Navidad, Fitschen y Jain explican ante los 100.000 empleados de Deutsche Bank: ¡°Pondremos todo nuestro esfuerzo para esclarecer lo sucedido¡±, alegan en una carta. Antes de adoptar este tono autocr¨ªtico, Fitschen ya hab¨ªa pedido explicaciones al primer ministro de Hesse, el democristiano Volker Bouffier (CDU): le llam¨® por tel¨¦fono para quejarse de la humillaci¨®n p¨²blica por los registros. Seg¨²n el semanario Der Spiegel, Bouffier replic¨® que la operaci¨®n policial es cosa de los fiscales. La oposici¨®n socialdem¨®crata (SPD) apoy¨® al primer ministro regional y critic¨® ¡°el error de quienes se creen por encima de la ley¡±. Los Verdes abundaron en las cr¨ªticas contra el banco y sus directivos, apuntando que ¡°el pescado apesta por la cabeza¡±.
Deutsche Bank, durante d¨¦cadas la orgullosa perla financiera en el joyero de la gran empresa alemana, est¨¢ sufriendo un serio desgaste con estos esc¨¢ndalos. El banco ya fue registrado en 2010, pero entonces fue como consecuencia de un chivatazo previo. Las sospechas contra la entidad financiera se fueron cristalizando durante el proceso contra los seis principales implicados en la llamada mafia del CO2, que estaf¨® cientos de millones de euros al fisco alem¨¢n.
En 2011 los condenaron a entre tres y siete a?os de c¨¢rcel. Compraban certificados de emisi¨®n de di¨®xido de carbono fuera de Alemania y se ahorraban el IVA. Despu¨¦s los vend¨ªan dentro y cobraban el impuesto, pero no lo transfer¨ªan a Hacienda. Los certificados cambiaban de propietario una y otra vez en Alemania, hasta que sal¨ªan del pa¨ªs y se vend¨ªan de nuevo. Esta pr¨¢ctica es conocida como fraude carrusel del IVA. La sentencia advert¨ªa de que sus delitos no habr¨ªan sido posibles sin la complicidad del banco.
La polic¨ªa volvi¨® a la sede de Deutsche Bank con otra orden de registro la semana pasada. En diciembre termin¨®, tambi¨¦n muy mal para Deutsche Bank, la larga saga de enfrentamientos judiciales entre el banco y los herederos del magnate de los medios de comunicaci¨®n Leo Kirch. El banco tendr¨¢ que indemnizarlos con una suma que podr¨ªa oscilar entre los 120 y 1.500 millones de euros, por los da?os infligidos a su empresa por el entonces presidente de Deutsche Bank, Rolf Breuer, que en 2002 dud¨® p¨²blicamente de la solvencia de imperio empresarial de Kirch.
Incapaz de acceder a nuevos cr¨¦ditos para financiase, el consorcio declar¨® la bancarrota unos meses m¨¢s tarde. Los abogados del banco sostienen que este habr¨ªa sido el desenlace inevitable de los problemas de Kirch con o sin entrevista. Seg¨²n Breuer, sus declaraciones fueron espont¨¢neas y no ten¨ªan intenci¨®n de da?ar al magnate de la comunicaci¨®n. El juez, en cambio, considera probado que Breuer actu¨® de mala fe y que trat¨®, adem¨¢s, de que su banco se beneficiara de los posteriores problemas del grupo Kirch.
La ruina de la reputaci¨®n de Deutsche Bank est¨¢ siendo un asunto de portada en Alemania, donde perdura el descontento por los multimillonarios rescates bancarios posteriores a la crisis de Lehman Brothers en 2008.
Deutsche Bank y su expresidente Josef Ackerman se ufanaron en p¨²blico de ser uno de los pocos bancos que no necesit¨® ayudas p¨²blicas estatales. Sus cr¨ªticos se preguntan si no ser¨¢ gracias a lucrativos esc¨¢ndalos como el de los certificados de CO2 o su probable implicaci¨®n en las manipulaciones del tipo de inter¨¦s interbancario de Londres (l¨ªbor), por el que el banco suizo UBS ha tenido que pagar 1.200 millones de d¨®lares de multa.
Otros nubarrones
Las sombras se ciernen sobre Deutsche Bank, que acumula acusaciones por pr¨¢cticas irregulares. Hace dos semanas tres antiguos empleados de la entidad denunciaron ante el regulador burs¨¢til estadounidense que el banco hab¨ªa ocultado unos 12.000 millones de d¨®lares (9.250 millones de euros) en p¨¦rdidas por apuestas en derivados para eludir la intervenci¨®n p¨²blica.
Deutsche Bank neg¨® los detalles de la informaci¨®n divulgada por The Financial Times. El banco asegur¨® en una nota que ya investig¨® tales acusaciones sin encontrar fundamentos y subray¨® que tales acusaciones no se sosten¨ªan.
La imagen del banco alem¨¢n se est¨¢ viendo perjudicada por esc¨¢ndalos recientes como el de la supuesta participaci¨®n de algunos empleados en la trama fiscal de fraude con los certificados de emisi¨®n de di¨®xido de carbono por el que la entidad destituy¨® a tres altos ejecutivos.
Pero la direcci¨®n tambi¨¦n ha cometido alg¨²n tropez¨®n que puede da?ar a la imagen del banco. Como el de convocar a sus directivos en un hotel de lujo para anunciar medidas de austeridad.
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