La gran industria denuncia ventajas competitivas en Alemania por el CO2
Berl¨ªn da ayudas de Estado para compensar por la pol¨ªtica europea del clima
La gran industria espa?ola denuncia que el sistema europeo de lucha contra el cambio clim¨¢tico se ha vuelto en contra de las plantas del sur de Europa. La Comisi¨®n Europea ha autorizado ayudas de Estado para la industria pesada (qu¨ªmicas, sider¨²rgicas, papeleras...) en riesgo de deslocalizaci¨®n por el alto precio de la electricidad derivado de coste del di¨®xido de carbono. Alemania ha sido el primer pa¨ªs que ha anunciado que compensar¨¢ a sus productores con hasta 500 millones de euros al a?o. Espa?a, inmersa en una dura pol¨ªtica de austeridad, solo ha habilitado un mill¨®n los presupuestos para la industria local.
Desde el a?o 2008, el CO2 ha sido un gran negocio para la industria pesada. Cementeras, azulejeras, acer¨ªas... recibieron gratis unos derechos de emisi¨®n que no usaron debido a la ca¨ªda de la actividad industrial por la crisis. As¨ª que hicieron caja vendi¨¦ndolos. Solo en Espa?a, la industria ha ingresado ya 1.300 millones. Para acabar con eso, Bruselas cambi¨® el sistema. Desde el 1 de enero, las el¨¦ctricas ya no reciben gratis el CO2<. Tienen que adquirirlos en una subasta y previsiblemente lo cargaran en el recibo. Eso castiga indirectamente a plantas que consumen mucha electricidad ¡ªaunque no emitan CO2¡ª como la del cloro o la papelera.
El a?o pasado, y en contra del criterio del Gobierno espa?ol, la Comisi¨®n Europea autoriz¨® a los pa¨ªses a dar ayudas de Estado para evitar la deslocalizaci¨®n de estas industrias con un alto consumo el¨¦ctrico. Europa ve como la brecha del precio de la electricidad se agranda no solo con los emergentes sino con EE UU, debido a su auge del gas no convencional. El primer pa¨ªs en anunciar que dar¨¢ ayudas de Estado ha sido Alemania, en una cuant¨ªa que puede llegar a 500 millones al a?o, seg¨²n estimaciones citadas por la agencia especializada Point Carbon. Reino Unido podr¨ªa destinar otra partida.
Luis Serrano, presidente de la Comisi¨®n de Medio Ambiente de la CEOE y de la patronal qu¨ªmica (Feique), es muy duro con el modelo: ¡°Da una ventaja competitiva a la industria alemana frente a la del sur de Europa, cuyos pa¨ªses no pueden dar esas ayuda¡±. Las directrices aprobadas por Bruselas ¡°rezuman alem¨¢n¡±, en palabras de un industrial espa?ol.
En Espa?a, los Presupuestos han habilitado una partida de un mill¨®n de euros para el ¡°programa de compensaci¨®n costes indirectos del r¨¦gimen de comercio de derechos de emisi¨®n de gases de efecto invernadero. ¡°Es testimonial, pero al menos el Gobierno admite que el problema existe¡±, valora Serrano.
Fuentes comunitarias admiten que la queja espa?ola tiene base, aunque se?alan que es pronto para culpar al CO2. Se?alan que con el precio de la tonelada hundido ¡ªronda los cinco euros cuando el sistema se dise?¨® para 20¡ª no se puede culpar a la pol¨ªtica de cambio clim¨¢tico de afectar a la competitividad. Sin embargo, Bruselas es consciente de que si no afecta en Espa?a tampoco lo hace en Alemania y que la ayuda de hasta 500 millones, de aplicarse, ser¨ªa una compensaci¨®n excesiva que beneficiar¨ªa a su industria.
Aniceto Zaragoza, director general de Oficemen, patronal del cemento, coincide en la cr¨ªtica: ¡°Aumenta la distorsi¨®n en Europa y empeora la situaci¨®n de la industria del sur, donde m¨¢s dura est¨¢ siendo la crisis¡±.
Adem¨¢s, el sistema aprobado por Bruselas establece un factor de ayuda por pa¨ªses en el que una planta en Espa?a podr¨ªa recibir menos que en Francia o Alemania. ¡°La pol¨ªtica de cambio clim¨¢tico hasta ahora era europea, pero se ha fragmentado¡±, lamenta Zaragoza, cuyo sector no puede recibir ayudas.
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