C¨®mo salir de esta
La econom¨ªa espa?ola ir¨¢ a peor antes de remontar, pero tras la crisis producir¨¢ m¨¢s y mejor. Ahora bien, todo tiene su ritmo. A los principales servicios de estudios les cuesta ver la salida inmediata de la recesi¨®n. As¨ª lo cuenta el periodista Jos¨¦ Luis G¨®mez en su nuevo libro, titulado C¨®mo salir de esta (Actualia Editorial), del que EL PA?S avanza la parte sustancial del cap¨ªtulo 7
El 9 de septiembre de 2012, el joven Alejandro Maqueda, licenciado en ADE por la Universidad de Granada e interesado en asuntos de econom¨ªa, finanzas, auditor¨ªa y consultor¨ªa, seg¨²n su propia definici¨®n, me escribi¨® en Twitter ¡°con esp¨ªritu emprendedor¡± para comentarme lo siguiente:
¡ª? Hablas de un horizonte de la crisis actual de 10 a?os (hasta 2018). ?De verdad lo crees? Malas noticias para los j¨®venes¡
Alejandro Maqueda se refer¨ªa a un an¨¢lisis que yo hab¨ªa publicado aquel domingo en el diario La Regi¨®n, titulado ¡®Rajoy teme ser el presidente del rescate¡¯, en el que comentaba la ampliaci¨®n del horizonte de la crisis de 2008, ¡°hasta completar un ciclo de al menos diez a?os¡±. Como no pod¨ªa ser de otro modo, le respond¨ª a @AMaqueda90 de la mejor manera posible, en un intento de no renunciar a nada: ni a la veracidad, ni a darle ¨¢nimos como emprendedor:
¡ª Hablo de ese horizonte para volver a 2007, con crecimiento, tasa de paro razonable y sin problemas de d¨¦ficit ni de tipos.
La clave sigue estando en la devaluaci¨®n interna que precisa el pa¨ªs
Con el tiempo sabremos qu¨¦ pas¨® en la realidad y qu¨¦ supuso esta peque?a an¨¦cdota en la, esperemos, exitosa vida del joven Alejandro Maqueda. Pero, de entrada, no falta quien piensa que otra econom¨ªa es posible: Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Econom¨ªa en 2001 y catedr¨¢tico de la Universidad de Columbia, as¨ª lo atestigua en su libro El precio de la desigualdad (Taurus, 2012), donde condena la espiral de recesi¨®n, austeridad y m¨¢s recesi¨®n que arrastra a Europa debido a las recetas impuestas por Alemania en el BCE.
Seg¨²n Stiglitz, el gran error de esta crisis es no acertar a identificar su verdadera causa. ¡°Que quede claro: el d¨¦ficit no ha provocado la recesi¨®n, es la recesi¨®n la que ha causado el d¨¦ficit¡±, explica, convencido como est¨¢ de que ¡°solo si se vuelve a crecer, el d¨¦ficit bajar¨¢¡±. ?Pero qu¨¦ sucede? Que las pol¨ªticas de austeridad que impone el BCE matan el crecimiento, por lo que el d¨¦ficit tarda en mejorar. ¡°Eso de que los de abajo han de apretarse el cintur¨®n para que la m¨¢quina vuelva a funcionar es, sencillamente, mentira¡±, concluye este premio Nobel.
?Por qu¨¦ el BCE sugiere reducir el salario m¨ªnimo, relajar las leyes de protecci¨®n laboral, permitir la negociaci¨®n salarial a nivel de empresa y abolir la interrelaci¨®n entre salarios e inflaci¨®n? ?Y por qu¨¦ lo hace sabiendo que ese tipo de pol¨ªtica fracas¨® en Irlanda, sin ir m¨¢s lejos? La clave sigue estando en la devaluaci¨®n interna que precisa hacer Espa?a, un ajuste mucho m¨¢s duro y m¨¢s lento que a trav¨¦s de una devaluaci¨®n del tipo de cambio cuando se tiene una moneda propia.
El economista Guillermo de la Dehesa suele explicar que una devaluaci¨®n convencional ¡ªrecordemos las de Carlos Solchaga¡ª se decide en una noche y afecta de inmediato a todos los ciudadanos y empresas, mientras que una devaluaci¨®n interna requiere negociar y pactar los aumentos necesarios de productividad y las reducciones de salarios reales, y adem¨¢s obliga a ceder m¨¢rgenes de beneficio para que no sean solo los trabajadores los que paguen la devaluaci¨®n.
En este tipo de escenarios, la conclusi¨®n, seg¨²n el Nobel Paul Krugman, es que muchas empresas ajustan plantillas, recortan salarios, reducen costes e incluso bajan los precios. Los sindicatos alertan de que esta pol¨ªtica puede generar tensi¨®n; m¨¢xime cuando la subida salarial apenas llega al 0,5% en los nuevos convenios en un pa¨ªs donde la inflaci¨®n, por encima del 2%, acent¨²a la p¨¦rdida de poder adquisitivo de los trabajadores, castigados a su vez por importantes subidas fiscales. ?Conclusi¨®n? Para Espa?a toca empobrecimiento o cambio de modelo en la pol¨ªtica europea. Si algo ya sabemos es que en todos los rescates la recesi¨®n suele impedir reducir el d¨¦ficit, lo que precipita sacrificios no previstos.
Los n¨²meros cantan. La crisis la est¨¢n pagando los trabajadores. Veamos las grandes cifras para demostrarlo. Tras infinidad de ajustes llevados a cabo por el Consejo de Ministros, la recaudaci¨®n por ingresos tributarios en 2012 aumentar¨ªa en 5.300 millones de euros con respecto al presupuesto aprobado, seg¨²n estimaciones realizadas a ra¨ªz de los datos que se fueron conociendo. El total quedar¨ªa en casi 175.000 millones, frente a los menos de 170.000 que aprob¨® el Congreso. Es la cifra m¨¢s alta de los ¨²ltimos a?os, lo cual puede parecer chocante, pero no lo es, ya que el Estado, a pesar de los recortes, tambi¨¦n tiene ahora m¨¢s gastos, sobre todo financieros ¡ªcon algunas emisiones al 7%¡ª y en prestaciones por desempleo, debido al incremento del paro, que se ha disparado.
La partida que sigue aportando m¨¢s ingresos a las arcas p¨²blicas es el IRPF, con m¨¢s de 73.000 millones, seguida del IVA, con casi 51.000 millones. Por sorprendente que parezca, en 2012, ya con cuatro meses de fuertes aumentos de los tipos impositivos ¡ªde septiembre a diciembre¡ª, se recaudar¨¢ lo mismo por IVA que en 2007, con tipos mucho m¨¢s bajos, lo que quiere decir que la ca¨ªda de la actividad econ¨®mica es impresionante. La prueba m¨¢s evidente est¨¢ en el impuesto de sociedades, que en 2007 recaudaba unos 40.000 millones, mientras que ahora, a pesar tambi¨¦n de los aumentos previstos, solo aportar¨¢ 22.000 millones.
Si comparamos el escenario presupuestario para 2012 con el a?o 2007, el ¨²ltimo de la bonanza econ¨®mica, vemos tres grandes claves: el IVA recauda lo mismo, el IRPF aporta casi 10.000 millones m¨¢s y sociedades se reduce poco menos que a la mitad. En pocas palabras, la crisis la pagan los contribuyentes por IRPF, es decir, los asalariados, a pesar de ser cada vez menos los que tienen n¨®mina y de que sus sueldos, lejos de aumentar, disminuyen como consecuencia de la devaluaci¨®n interna a la que est¨¢ sometida Espa?a debido a la crisis del euro.
Para Espa?a toca empobrecimiento o cambio de modelo en Europa
La austeridad en periodos econ¨®micos como el actual es mala por varios motivos. Stiglitz lo cuenta yendo al grano: ¡°La gente que no tiene trabajo se empobrece. Y con un alto nivel de desigualdad, los salarios bajan. Y la austeridad lleva a cortar gasto en cosas importantes, como la educaci¨®n y la salud. Por eso estos planes de austeridad acrecientan los problemas de la desigualdad, lo que a su vez es una de las razones de la debilidad econ¨®mica actual¡±.
Algunos c¨¢lculos indican que la situaci¨®n real de Espa?a incluso puede ser peor, ya que si se tiene en cuenta el desfase de aproximadamente un mill¨®n de parados entre los datos de Empleo y los de la EPA, considerados m¨¢s fiables, habr¨ªa cerca de tres millones de parados sin cobertura, una cifra sin precedentes en la historia econ¨®mica de Espa?a, donde son las familias las que sostienen a los parados, a su vez dependientes de la econom¨ªa sumergida, que se calcula en un 25% en Espa?a, frente a solo un 12% en Alemania. Si la econom¨ªa sumergida tributase lo que le toca, el Gobierno podr¨ªa prescindir de los recortes, siempre y cuando aquellos que mueven el llamado dinero B pagasen todos sus impuestos directos e indirectos, lo cual resulta tan deseable como improbable.
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