Bionure busca hasta siete millones para pegar el estir¨®n

Una inyecci¨®n de capital de entre cuatro y siete millones de euros es lo que separa a la empresa biotecnol¨®gica Bionure de empezar a ensayar con humanos sus primeros f¨¢rmacos neuroprotectores para la esclerosis m¨²ltiple, el glaucoma y la neuritis. El consejero delegado de la compa?¨ªa barcelonesa, Albert G. Zamora, acaba de volver de un congreso en Tokio y ya piensa en los aviones en los que deber¨¢ montarse en las pr¨®ximas semanas para buscar esa cantidad. Y el contador est¨¢ puesto: en menos de un a?o deber¨ªan empezar los ensayos. La compa?¨ªa tiene m¨¢s de 40 negociaciones abiertas y ahora ha contratado a las consultoras londinenses Epiphany Capital y Attebion para hallar el capital que necesita para que no se frustre el trabajo que ha venido realizando en los ¨²ltimos 10 a?os.

El principal activo de Bionure se llama BN-201. Se trata de la mol¨¦cula a partir de la cual la empresa trata de desarrollar el f¨¢rmaco. De hecho, esta spin-offdel hospital Cl¨ªnico no tiene una gran infraestructura: una oficina en la zona alta de Barcelona y otra en San Jos¨¦ (California), donde sigue hirviendo la fiebre tecnol¨®gica. ¡°Decidimos no cargarnos de estructura y desde el principio decidimos trabajar con los mejores, est¨¦n donde est¨¦n. As¨ª que tenemos nuestras oficinas de gesti¨®n en Barcelona y San Jos¨¦ y subcontratamos tareas a laboratorios, est¨¦n en Reino Unido o India¡±, explica Zamora.

Si bien no requiere de grandes instalaciones tecnol¨®gicas, la empresa s¨ª necesita oficinas de representaci¨®n cerca del capital. Y con una en Europa y otra en Estados Unidos, Bionure quiere aterrizar ahora en Asia. ¡°De las 40 negociaciones que tenemos en marcha, 15 est¨¢n en ese continente¡±, asegura el consejero delegado, que todav¨ªa no ha decidido si ubicarse en Corea, China o Jap¨®n. ¡°Abriendo esas oficinas tratamos de tener m¨¢s proximidad y confianza con los inversores potenciales¡±, afirma Zamora.

La empresa est¨¢ asesorada por el l¨ªder del comit¨¦ de bio¨¦tica de Obama

En la tarjeta de presentaci¨®n de Bionure ante esos inversores hay cuatro nombres que avalan el proyecto. El consejo asesor de la empresa barcelonesa est¨¢ integrado por Stephen L. Hauser, una autoridad mundial en el ¨¢mbito de la esclerosis m¨²ltiple, presidente del comit¨¦ de bio¨¦tica creado por el presidente de EE UU, Barack Obama; Craig Smith, un neurooftalm¨®logo que asesora a la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates; Lawrence Steinman, un prestigioso cient¨ªfico tambi¨¦n en el campo de la esclerosis m¨²ltiple, y Joaquim Trias, un empresario del sector biotecnol¨®gico que opera en Silicon Valley. Este grupo debe servir a la empresa, seg¨²n Zamora, para avanzar en el ¡°dise?o estrat¨¦gico y la difusi¨®n de los proyectos de Bionure¡±.

Zamora se?ala que un proyecto biotecnol¨®gico, sin embargo, entra?a siempre riesgo, en especial si se trata de un f¨¢rmaco, puesto que su desarrollo, sometido a una estricta regulaci¨®n, necesita un periodo de maduraci¨®n que puede situarse en 10 a?os. A eso se a?ade ahora, indica, la mala imagen de la marca Espa?a en el exterior a causa no solo de la recesi¨®n, sino tambi¨¦n por la crisis pol¨ªtica y los casos de corrupci¨®n que hay abiertos. Por ello, ante las dificultades de hacerse con el capital, Zamora no descarta trasladar la sede social de Barcelona a San Jos¨¦.

La biotecnol¨®gica tiene oficina en

Hasta ahora, Bionure ha ido captando cantidades que suman cuatro millones de euros. En su accionariado est¨¢n las familias Monr¨¤s, ligada a Banco Sabadell; Reig Jofr¨¦ y Uriach, pertenecientes al negocio biotecnol¨®gico y farmac¨¦utico, y Prous, as¨ª como Pascal Nizet, de Pharmaphenix. Zamora tambi¨¦n ha explorado la obtenci¨®n de capital procedente de family offices para hacerse con el capital necesario, aunque esa posibilidad est¨¢ resultando compleja. Sin embargo, con un accionariado hoy ya diversificado, el consejero delegado busca sobre todo sociedades de capital riesgo que inviertan en el proyecto.

Precisamente porque es un proyecto de riesgo, se?ala Zamora, una biotecnol¨®gica puede ser rentable. Y de hecho, en EE UU o Reino Unido han sido frecuentes las operaciones millonarias en las que una peque?a biotecnol¨®gica ha sido adquirida por un gran grupo farmac¨¦utico. Eso es lo que, en opini¨®n de Zamora, le falta tambi¨¦n a Espa?a: ¡°una historia de ¨¦xito¡±. Y Zamora ans¨ªa que ese final feliz, si se hallaran esos cuatro a siete millones, sea el de Bionure. ¡°Si todo sale bien, podr¨ªamos plantarnos en 2016 con la segunda fase terminada¡±, sostiene.