Corrupci¨®n divina y humana

Las primeras palabras del Papa Francisco aludiendo a los cardenales que lo hab¨ªan elegido como sucesor de Pedro fueron ¡°que Dios les perdone por lo que han hecho¡±. Estas palabras, que reflejan la humildad y sentido del humor del nuevo papa, las podr¨ªa haber pronunciado en un sentido mucho m¨¢s triste, para instar el perd¨®n divino hacia lo que tambi¨¦n hicieron estos cardenales, y no tan correctamente. Y es que la curia vaticana comete errores¡­Ello lo atestiguan sucesos como los puestos de manifiesto en filtraciones del caso Vatileaks, el blanqueo de capitales realizado al amparo de la Banca Vaticana, ¡­ Y si esto ocurre en el vaticano, que no ocurrir¨¢ en el resto de naciones.

Y es que esto de administrar las cosas de todos, no es una tarea f¨¢cil. Ya dec¨ªa el premio nobel Milton Friedman que nadie administra las cosas ajenas como las suyas propias. Pero, una cosa es administrar mal, y otra muy distinta el enriquecerse il¨ªcitamente fruto de la mala gesti¨®n o por conceder trato de favor a empresas y empresarios.

Me preguntaban no hace mucho en un programa de radio si me sorprend¨ªa esta escalada de corrupci¨®n. La respuesta fue que s¨ª, ya que a pesar de llevar ya 24 a?os trabajando para la Administraci¨®n Tributaria, lo que estamos viviendo en Espa?a est¨¢ yendo demasiado lejos. En los ¨²ltimos a?os estamos descubriendo con estupor casos, de todos conocidos, relacionados con el mundo financiero y pol¨ªtico. Resulta inconcebible que en un Estado de Derecho, integrado en la Uni¨®n Europea surjan de manera casi diaria casos de corrupci¨®n, ya sean relacionados con personas f¨ªsicas, jur¨ªdicas o con instituciones, sin que las distintas instituciones sean capaces de atajar esta lacra, ni se den tomadas las medidas para erradicar la situaci¨®n.

Dicen que cada pa¨ªs se merece a los pol¨ªticos a los que vota, pero no creo que nos merezcamos este grado de corrupci¨®n. Un pol¨ªtico puede ser mejor o peor, pero el pol¨ªtico corrupto me cuesta conceptualizarlo como pol¨ªtico. Es simplemente un delincuente que se ha metido en pol¨ªtica para perpetrar sus delitos. Por ello, rompo una lanza por la mayor¨ªa de los pol¨ªticos, los honrados que tenemos y tendremos en nuestro pa¨ªs, y reivindico su apoyo para desenmascarar a los corruptos.

Los Inspectores de Hacienda estamos desgraciadamente familiarizados con los casos de corrupci¨®n, pues hay una estrecha relaci¨®n entre corrupci¨®n y dinero negro. En estos casos resulta habitual la existencia de delitos fiscales, de blanqueo de capitales y de otras figuras delictivas, como el cohecho. En todos ellos existen circunstancias comunes, como el movimiento de grandes sumas de dinero, el enriquecimiento desproporcionado de algunas personas, la utilizaci¨®n de redes de sociedades interpuestas, y la utilizaci¨®n de testaferros, sociedades pantalla y de para¨ªsos fiscales.

Por ello, la labor de investigaci¨®n de la Inspecci¨®n es fundamental para el descubrimiento de estos casos, bien como resultado de sus actuaciones de comprobaci¨®n e investigaci¨®n, o en su funci¨®n de auxilio judicial.

Por ello, los Inspectores de Hacienda hemos pedido que se incluya en plan de inspecci¨®n a los pol¨ªticos, porque el establecimiento de controles, adem¨¢s de dejar al descubierto a los que han metido la mano en las cosas de todos, eliminar¨¢ tentaciones de muchos.

Y no se trata de inspeccionar a todos los pol¨ªticos, cuyas declaraciones de la renta ya son controladas por Hacienda, igual que las del resto de ciudadanos. La inspecci¨®n se har¨ªa a aquellos que presentan perfiles de riesgo fiscal.

Demandamos que sea obligatorio remitir peri¨®dicamente a la Agencia Tributaria la informaci¨®n obrante en muchas entidades p¨²blicas que ya obligan a sus miembros a declarar rentas y patrimonio para que sean comprobadas y cruzadas con la informaci¨®n de que dispone Hacienda. Tambi¨¦n que se realice un seguimiento patrimonial especial de las personas condenadas por corrupci¨®n. Pedimos potenciar la fiscal¨ªa anticorrupci¨®n, incrementando el n¨²mero de Inspectores que auxilian a la fiscal¨ªa en la persecuci¨®n de este tipo de delitos. Y sobre todo, el que se apruebe de una vez por todas una ley anticorrupci¨®n que contemple mecanismos preventivos contra la misma. Los Inspectores de Hacienda advertimos sobre la necesidad de comprobar a los contribuyentes que presentaron la declaraci¨®n de la amnist¨ªa, ya que muchas personas acusadas de corrupci¨®n han manifestado p¨²blicamente haberse acogido a ella.

Por otra parte, tenemos que encontrar lo positivo de todo ello y valorar que si estamos hablando de estos casos es porque finalmente se han descubierto y ha generado un importante rechazo social hacia la corrupci¨®n. Estamos, por tanto, ante una oportunidad ¨²nica de sanear las instituciones, de erradicar la corrupci¨®n, de crear mecanismos de control que aceleren la recuperaci¨®n econ¨®mica y moral de Espa?a, y podamos volver a la senda del crecimiento que nos hab¨ªa convertido hace pocos a?os en la octava potencia mundial.

Como signo de reconciliaci¨®n nacional, y al igual que el Papa, debemos perdonar a los corruptos. Eso s¨ª, como ense?a la Iglesia, deber¨¢n hacer examen de conciencia, tener dolor de los pecados y prop¨®sito de enmienda, decir los pecados al juez y cumplir la penitencia impuesta por la sentencia!! Pero¡­ devolviendo el dinero que se han llevado.