La UE impone un duro rescate a Chipre
La eurozona pacta una ayuda de 10.000 millones para evitar la bancarrota del pa¨ªs Nicosia se ve obligada a gravar los dep¨®sitos bancarios y activa un ¡®corralito¡¯ parcial
![Clientes del Laiki Bank de Larnaca (Chipre) hacen cola en el cajero automático, ayer sábado por la mañana](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HSBJUFSLFTXLQDPGEQ5TZFCSBU.jpg?auth=dcc13c753d3296b59bb5c456ca94ce8abde62ad0ae0ecda6a919c375469efa57&width=414)
Las 10 horas de reuni¨®n que los ministros de Finanzas del euro mantuvieron en la madrugada del s¨¢bado y que precipitaron el rescate de Chipre amenazan con tener consecuencias imprevisibles. Las tendr¨¢n, desde luego, para todos los chipriotas, que anoche se iban a la cama con la frustraci¨®n de ser los primeros ciudadanos de la UE a los que se les priva a la fuerza de una parte de sus dep¨®sitos bancarios. Y las tendr¨¢n tambi¨¦n para gobernantes como el ministro de Finanzas griego, que ayer, sentado en su asiento de clase turista del vuelo Bruselas-Atenas, justificaba la decisi¨®n tomada como la ¨²nica posible. ¡°No nos quedaba otro remedio¡±, dec¨ªa a este peri¨®dico Yanis Stournaras, que negaba tajante que el corralito que Europa acaba de decretar ¡ªtemporal y limitado, pero corralito al cabo¡ª vaya a transformarse en un p¨¢nico bancario en el sur de Europa.
El bloqueo de todos los dep¨®sitos en los bancos de esta isla mediterr¨¢nea de solo un mill¨®n de habitantes ha sido la principal concesi¨®n que Europa y el FMI han arrancado a Nicosia a cambio de un pr¨¦stamo de 10.000 millones de euros imprescindible para no declararse en bancarrota. Una vez m¨¢s, la UE sale al rescate de la banca: la paradoja es que esa ayuda se destinar¨¢ en gran parte a sanear los mismos bancos que en los pr¨®ximos d¨ªas ejecutar¨¢n la expropiaci¨®n del dinero de los ciudadanos con cuentas en Chipre, ya sean nacionales o extranjeros. Quienes tengan m¨¢s de 100.000 euros pagar¨¢n un gravamen equivalente al 9,99% de sus ahorros; quienes no lleguen a esa cantidad abonar¨¢n el 6,75%.
Las filiales de los bancos chipriotas que est¨¦n en Grecia vender¨¢n sus activos a bancos helenos, todav¨ªa sin identificar, para evitar las limitaciones en el efectivo, seg¨²n Reuters. En Londres, seg¨²n Financial Times, las filiales chipriotas aseguran no se ver¨¢n afectados por los impuestos a los dep¨®sitos.
El chipriota Emmanuel Constandinou, profesor de espa?ol de 21 a?os, coment¨® ayer: ¡°Mi madre me ha levando esta ma?ana temprano para que sacara todo el dinero que pudiera del banco. Ella, mis t¨ªas, mi abuela, ya lo hab¨ªan hecho. Yo soy joven y no perder¨¦ mucho, unos 200 euros, a otros les costar¨¢ mucho m¨¢s¡±, se lament¨®. Constandinou lament¨® que el Gobierno que acaba de llegar ¡°ya lo est¨¢ haciendo fatal¡±.
Quienes tengan m¨¢s de 100.000 euros pagar¨¢n el 9,99% y un 6,75% el? resto
La UE ha evitado hablar de una quita a los depositantes; legalmente, se trata de un impuesto. Pero en el fondo es un recorte puro y duro a los dep¨®sitos, que sol¨ªan ser el producto financiero m¨¢s seguro: el acuerdo del Eurogrupo no respeta el l¨ªmite de los 100.000 euros que en teor¨ªa cualquier ahorrador europeo tiene asegurado por el Estado. Con esa medida, Nicosia recaudar¨¢ 5.800 millones; una parte del rescate correr¨¢ as¨ª por cuenta de los ahorradores chipriotas (y rusos, que concentran un 30% de los dep¨®sitos), y se aligera la carga de los contribuyentes europeos.
Fuentes conocedoras de la reuni¨®n del Eurogrupo aseguran que algunos ministros se opusieron a la quita a los peque?os ahorradores. Tambi¨¦n dudaba el BCE, pero varios pa¨ªses del Norte llevaban semanas presionando por esa v¨ªa. El FMI se negaba a participar en una ayuda que se estimaba inicialmente en 17.000 millones (equivalente al PIB de Chipre), e insist¨ªan en reducirla para asegurarse de que la deuda p¨²blica no se dispare. As¨ª ha sido al final, aunque en el fondo de la decisi¨®n de hacer pagar a los ahorradores hay que buscar, sobre todo, la sombra de las elecciones alemanas: la canciller Angela Merkel consigue as¨ª impedir que nadie en Alemania acuda a la imagen de que el rescate lo paga el carnicero de Stuttgart, en lugar del oligarca ruso que lava su dinero en Chipre.
Asumida la necesidad de reducir la cuant¨ªa de la ayuda, quedaban pocas a posibilidades. Los l¨ªderes se negaban a una reestructuraci¨®n de la deuda y que Grecia pagase parte del desaguisado, a la vista de que la quita decretada en su d¨ªa para sus bonos aboc¨® a Chipre a la ruina. La soluci¨®n final trata de encontrar un precario equilibrio: mantener a bordo al FMI, conseguir que Rusia se rasque el bolsillo (a trav¨¦s de los dep¨®sitos, pero tambi¨¦n con la petici¨®n de mejorar los plazos de devoluci¨®n y los intereses asociados a un rescate de 2.500 millones concedido en 2011) y meterle un buen meneo a la econom¨ªa chipriota y a sus bancos.
A Chipre le espera una larga recesi¨®n que con estos nuevos recortes se har¨¢ a¨²n m¨¢s profunda
M¨¢s all¨¢ del corralito y del gravamen para los dep¨®sitos, el rescate obliga a Nicosia a apretarse el cintur¨®n a lo grande, con el paquete completo: un ajuste draconiano, del 4,5% del PIB, que incluir¨¢ recortes del gasto, privatizaciones y alzas de impuestos, adem¨¢s de una quita para la deuda privada de peor calidad. Habr¨¢ tambi¨¦n reformas para impedir que el pa¨ªs siga siendo uno de los lavaderos de dinero negro de Rusia. A Chipre le esperaba ya una larga recesi¨®n, que ser¨¢ m¨¢s profunda.
En Bruselas preocupan otros efectos secundarios del rescate: la quita a los depositantes y el corralito parcial suponen adentrarse en aguas desconocidas en la eurozona. Los mercados decidir¨¢n a partir de ma?ana si se creen esa promesa de estabilidad, pero antes el Gobierno del conservador Nikos Anastasiadis aprobar¨¢ este fin de semana una ley para permitir el corralito parcial.
Contra el comprensible disgusto de la ciudadan¨ªa, declaraciones: ¡°Era la ¨²nica soluci¨®n para evitar la bancarrota¡±, dijo el presidente Anastasiades. ¡°Puede ser una decisi¨®n dolorosa, pero es la ¨²nica que nos permite seguir con nuestras vidas¡±, vaticin¨®. A la vista de c¨®mo van las ayudas en Lisboa y Atenas, esa declaraci¨®n parece poco m¨¢s que un deseo.
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