Las empresas ¡®aprenden¡¯ a evitar la nulidad de sus ERE por errores formales
Las sentencias que dejan sin efecto los despidos colectivos menguan en 2013
Apenas 11 d¨ªas despu¨¦s de aprobarse la reforma laboral, Talleres L¨®pez Gallego trat¨® de aprovechar las nuevas facilidades que daba la nueva norma y puso en marcha un despido colectivo que acab¨® con la rescisi¨®n del contrato de toda su plantilla, 28 trabajadores. Pero el 30 de mayo se encontr¨® con una sorpresa desagradable: el Tribunal Superior de Justicia de Madrid lo anul¨®. El Tribunal Supremo confirm¨® la sentencia el pasado lunes. Y no es la ¨²nica empresa que ha tenido que replantearse los despidos. Una semana antes, a Dopec le hab¨ªa sucedido lo mismo en Catalu?a. Las nulidades de despidos colectivos fueron aumentando gradualmente en 2012. Sin embargo, en 2013 esa tendencia ha comenzado a virar. Las empresas han aprendido a no caer en los fallos que se les volvieron en contra a las pioneras de la reforma laboral, que en muchos casos cometieron errores formales o con probada mala fe.
Un informe del despacho Cuatrecasas ha recogido sentencias de despidos colectivos dictadas entre abril de 2012 y abril de 2013. De 54 casos que llegaron al juez, 27 acabaron en anulaci¨®n, cuatro en declaraci¨®n de improcedencia y 23 en visto bueno. Sin embargo, aunque ese es el c¨®mputo global, si se toma por periodos, se puede ver c¨®mo los fallos a favor y en contra se han ido equilibrando. Entre abril y junio del 2012, de 17 sentencias, 14 fueron rechazadas y solo tres se consideraron ajustadas a la norma. En cambio, entre los ¨²ltimos dict¨¢menes, entre enero y marzo de este a?o, de ocho en total cuatro han sido considerados nulos y cuatro ajustados a derecho.
De 54 procesos analizados por un informe, 27 han acabado anulados
¡°Las empresas han aprendido a hacer bien las cosas¡±, explica Ignacio Garc¨ªa Perrote, abogado laboralista del despacho Ur¨ªa y Men¨¦ndez, que suele defender los intereses empresariales. Una visi¨®n similar, aunque desde un punto de vista mucho m¨¢s cr¨ªtico, tienen el jefe del servicio de estudios de UGT, Jos¨¦ Luis Aramburu, y el del gabinete de estudios jur¨ªdicos de CC OO, Francisco Gualda. ¡°Lo bueno es que las sentencias han fijado que no se puede despedir de cualquier forma¡±, valora. Coincide con todos ellos un juez de un tribunal colegiado, que se?ala que es responsable de m¨¢s de una de las sentencias del informe de Cuatrecasas.
Adem¨¢s de acabar con la autorizaci¨®n administrativa de los ERE, la reforma laboral busc¨® la forma de acotar el papel de los jueces en los despidos colectivos. Y lo dec¨ªa claramente: ¡°El control judicial de los despidos debe ce?irse a una valoraci¨®n sobre la concurrencia de unos hechos: las causas¡±. Por eso, lo sucedido en los primeros meses contrari¨® (y todav¨ªa lo hace) a los c¨ªrculos empresariales. Han mirado adem¨¢s con preocupaci¨®n c¨®mo el lunes pasado el Supremo emit¨ªa su primera sentencia sobre un despido colectivo, el de Talleres L¨®pez Gallego. La idea de que los jueces siguen interviniendo en exceso en las regulaciones de empleo y que la reforma laboral se qued¨® corta ha calado entre el empresariado. ¡°La judicatura no tiene que interpretar¡±, exigi¨® hace una semana Juan Rosell, presidente de CEOE, y para asegurarse de que se cumple su petici¨®n, reclam¨® una nueva vuelta de tuerca a la reforma laboral para que ¡°no haya esa posibilidad¡±.
Lo cierto es que la mayor¨ªa de nulidades en los despidos colectivos no llegan por interpretaciones judiciales sobre las causas, ya que esto solo determina si un despido es ajustado o no a derecho, y por tanto, define si ser¨¢ m¨¢s o menos baratos. Las anulaciones en los tribunales de las regulaciones de empleo, sobre todo desde que se aprob¨® definitivamente la reforma en julio y el reglamento en octubre, han llegado b¨¢sicamente, como explica Aramburu, por dos motivos: falta de documentaci¨®n e informaci¨®n para acreditar las causas o por no negociar de buena fe con los representantes de los trabajadores. Esa misma idea destila en su sentencia contera Talleres L¨®pez Gallego el presidente de la sala de lo Social del Tribunal Supremo, Jes¨²s Gull¨®n, que record¨® que hay una directiva europea de 1998 que exige que haya un periodo de consultas, con negociaci¨®n real, ¡°que sea aut¨¦ntica y no una mera ficci¨®n¡±.
Aumentan el n¨²mero de empresas que opta por negociar
¡°Lo que se ha producido en estos es un reajuste empresarial. Las compa?¨ªas han dejado la pasividad absoluta, cre¨ªan que con la nueva reforma no hac¨ªa falta casi nada a tratar de cumplir", explica Aramburu, quien no cree necesaria una nueva reforma, o al menos una nueva de tuerca a la ¨²ltima. En la misma l¨ªnea opina Gualda, de CC OO, quien ve como ha crecido la disposici¨®n a la negociaci¨®n, algo que parecen avalar los datos: si en los primeros meses de la reforma los despidos colectivos no pactados se situaban en torno al 20% de los tramitados, en los ¨²ltimos tres meses con datos disponibles (hasta febrero) esa cifra ha ca¨ªdo hasta el 15%.
¡°Para un despido colectivo hace falta un aparato documental importante¡±, admite Garc¨ªa Perrote, que considera que ¡°ahora se ha aprendido y se hace mejor¡±. pese a que los grandes despachos cometen ahora menos fallos, siguen reclamando al Gobierno que ¡°aclare¡± ciertos aspectos de los despidos colectivos. Salvador del Rey, de Cuatrecasas, ha solicitado en m¨¢s de una ocasi¨®n que las exigencias de documentaci¨®n no sean tan exhaustivas o que el periodo de negociaci¨®n no sea tan estricto. Perrote, por su parte, cree que deber¨ªan especificarse aspectos esenciales, como la definici¨®n de ¡°grupo de empresas¡±, ya que a la hora de poner en marcha un despido colectivo, la norma exige a la empresa que forma parte de un grupo tenga en cuenta la situaci¨®n econ¨®mica ¡°de todo el conjunto¡±, no solo la suya propia. Y por esta v¨ªa, se han anulado bastantes regulaciones laborales. Est¨¢ siendo un punto decisivo, por ejemplo, en los despidos del fabricante de productos de saneamiento Roca, cuyo ERE est¨¢ en los tribunales, porque aunque en Espa?a su actividad se resiente por el par¨®n inmobiliario, el grupo funciona bien por su diversificaci¨®n internacional.
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