La presi¨®n fiscal en Espa?a se sit¨²a por debajo de la de Grecia en 2011

La fiscalidad europea se recupera a c¨¢mara lenta, sin capacidad para contener el cicl¨®n de la crisis de ingresos p¨²blicos. El peso de los ingresos sobre el PIB (presi¨®n fiscal) avanz¨® medio punto en 2011 respecto al a?o anterior, hasta alcanzar el 38,8%, seg¨²n datos de Eurostat, la oficina estad¨ªstica de la Uni¨®n Europea. Espa?a escapa dram¨¢ticamente a esta tendencia, con solo un 31,4% de presi¨®n fiscal. Pese a las subidas de impuestos aprobadas, el peso de los tributos espa?oles en la econom¨ªa est¨¢ a la cola de los Veintisiete, incluso por detr¨¢s de Grecia.

Los datos presentados esta ma?ana revelan con claridad c¨®mo se reparten los costes de la crisis por el lado de los ingresos. Mientras la crisis ha impuesto en casi todos los pa¨ªses subidas de los tipos de IRPF y del IVA, la fiscalidad sobre las empresas ha bajado durante todo el periodo, tanto en tipos medios como en recaudaci¨®n. La Comisi¨®n Europea observa con alivio que esa tendencia se ha frenado en 2011 (¨²ltimos datos disponibles), pero apenas sirve para recomponer el cuadro fiscal: la mitad de la recaudaci¨®n europea procede de cotizaciones sociales y otros impuestos al trabajo, aproximadamente un tercio lo aporta el consumo y solo un quinto proviene de las empresas.

Desde el a?o 2000, en pleno auge econ¨®mico, los pa¨ªses europeos han reducido los tipos m¨¢ximos del impuesto de sociedades casi nueve puntos porcentuales de media. La cifra supera los 12 puntos si se toma todo el periodo del que Eurostat tiene datos: 1995-2013. En el mismo periodo, tambi¨¦n los tipos m¨¢ximos aplicados a la renta de los ciudadanos han bajado, pero con menos intensidad (seis puntos desde el a?o 2000). Y adem¨¢s la llegada de la crisis ha supuesto un cambio de tendencia en esos descensos.

En Espa?a, los datos son especialmente relevantes. Con las ¨²ltimas subidas fiscales aprobadas, el tipo m¨¢ximo del IRPF (52%) se sit¨²a a la cabeza de Europa, solo superado por Suecia, Dinamarca, B¨¦lgica y ahora tambi¨¦n Portugal. El tipo nominal del impuesto de sociedades tampoco est¨¢ entre los m¨¢s bajos (30%) y el IVA ha subido cinco puntos en los ¨²ltimos a?os, hasta el 21%. Y sin embargo los resultados de recaudaci¨®n son bastante decepcionantes: mientras la media de los Veintisiete ve mejorar ¡ªmodestamente¡ª los ingresos p¨²blicos en relaci¨®n con el total de la econom¨ªa, Espa?a sigue retrocediendo. El 31,4% registrado en 2011 supone casi cuatro puntos menos que en el a?o 2000 y representa el peor dato de los pa¨ªses comunitarios m¨¢s desarrollados. Solo Lituania, Bulgaria, Letonia, Ruman¨ªa, Eslovaquia e Irlanda arrojan datos inferiores.

A la espera de ver la evoluci¨®n de las cifras en 2012 y 2013, a?os en que se han producido importantes subidas fiscales, el balance de Eurostat revela que la estrategia fiscal contra la crisis es bastante poco eficaz. Tres motivos principales lo explican. La mara?a de deducciones que contiene el impuesto de sociedades reduce a niveles rid¨ªculos (inferiores al 10%) las cantidades que acaban pagando las empresas sobre sus beneficios. Entre los cinco pa¨ªses (Francia, Italia, Malta, B¨¦lgica son los otros cuatro) con tipos te¨®ricos superiores al 30%, Espa?a es, con diferencia, la que menos recauda (un 1,9% del PIB en 2011).

Irlanda, que ha hecho bandera de tener un impuesto de sociedades muy bajo (un 12,5% de tipo m¨¢ximo) tambi¨¦n recaudaba m¨¢s que Espa?a, debido a la magnitud de las deducciones que se practicaban, que el Gobierno del PP ya limit¨® en 2012. El caso m¨¢s llamativo era el de Chipre, que con el tipo te¨®rico m¨¢s bajo (un 10%) estaba entre los que m¨¢s recaudaba (casi un 7% del PIB) en 2011, un indicio de la especializaci¨®n de la econom¨ªa mediterr¨¢nea, ahora rescatada por la UE, en atraer capitales a toda costa.

Adem¨¢s de las peculiaridades del dise?o del impuesto de sociedades, el deterioro del mercado de trabajo y la debilidad del consumo contienen la recaudaci¨®n por estos dos conceptos aunque suban los tipos aplicados. Por ¨²ltimos, el nivel de fraude fiscal en Espa?a es superior a la media comunitaria, lo que reduce la cantidad que el Estado recibe de la actividad econ¨®mica generada en el pa¨ªs.