La dif¨ªcil tarea de reducir el d¨¦ficit p¨²blico
?Qui¨¦n dijo que el rescate a la banca no iba a costar un euro a los contribuyentes?
En anteriores semanas dedicamos esta p¨¢gina de coyuntura a analizar la evoluci¨®n de las cuentas de las familias y de las sociedades no financieras durante el pasado a?o. Falta, para completar el cuadro, el sector p¨²blico.
Las administraciones p¨²blicas (AA PP) cerraron sus cuentas en 2012 con un d¨¦ficit de 111.616 millones de euros (el 10,6% del PIB), que se reducen a 73.273 millones (7% del PIB) si no se tienen en cuenta las ayudas a instituciones financieras. Estas tienen, en el momento en que son concedidas, la consideraci¨®n de operaciones financieras y no computan, por tanto, en los gastos y el d¨¦ficit. Pero cuando estas ayudas pasan a ser consideradas irrecuperables (p¨¦rdidas), hay que darlas de baja en el balance financiero y contabilizarlas como gasto, concretamente como transferencias de capital, aumentando en ese momento el d¨¦ficit. En 2011 se contabilizaron p¨¦rdidas por 5.136 millones de euros y en 2012, por 38.343 millones. ?Qui¨¦n dijo que el rescate de la banca no iba a costarnos un euro a los contribuyentes? Eso no ha ocurrido en ning¨²n pa¨ªs del mundo y Espa?a no iba a ser una excepci¨®n.
Pero estas p¨¦rdidas son gastos extraordinarios que se producen una vez y no se quedan de forma permanente en la estructura del gasto p¨²blico, por lo que no suelen contabilizarse a efectos del an¨¢lisis de la evoluci¨®n y sostenibilidad de las cuentas p¨²blicas. Sin ellas, el gasto p¨²blico total ascendi¨® el pasado a?o a 455.317 millones de euros, un 4,1% menos que en el a?o anterior. Con relaci¨®n al PIB, dicha cifra fue el 43,4%, 1,3 puntos porcentuales menos, que se suman a los 1,6 puntos de disminuci¨®n en 2011. Teniendo en cuenta que en estos dos a?os el d¨¦ficit (sin ayudas a instituciones financieras) se ha reducido en 2,7 puntos del PIB, podemos concluir que toda la reducci¨®n del d¨¦ficit de estos dos a?os ha descansado en la del gasto. Eso no quiere decir que no se haya producido un esfuerzo por parte de los contribuyentes, ya que hemos soportado subidas de impuestos importantes. Lo que ha ocurrido es que estas subidas ni siquiera han compensado la disminuci¨®n de las bases imponibles, bien porque hay menos personas trabajando, porque el consumo ha ca¨ªdo, porque las empresas tienen menos beneficios o porque haya aumentado el fraude fiscal.
Por grandes cap¨ªtulos del gasto, los que m¨¢s se redujeron proporcionalmente en 2012 volvieron a ser los de capital (inversiones y transferencias, sin las ayudas financieras), que disminuyeron un 35%. Estos gastos son los que han soportado hasta ahora el grueso del ajuste, habiendo reducido su peso en el PIB desde el 5,9% en 2009 hasta el 2,4% en 2012. Con tasas negativas entre el 13% y el 15% se situaron las subvenciones y otras transferencias corrientes. Los gastos de personal se redujeron un 6%, habiendo sido clave en ello la supresi¨®n de la paga extra de fin de a?o, medida, por cierto, que no es una reducci¨®n estructural del gasto, ya que no se va a repetir en los a?os siguientes. En cambio, aumentaron un 2,9% las prestaciones sociales (pensiones y prestaciones por desempleo fundamentalmente) y casi un 20% los pagos de intereses. Las prestaciones, que suponen el 37% del gasto total, han aumentado su peso en el PIB 4,4 puntos desde el inicio de la crisis y los intereses, 1,4 puntos.
Parece dif¨ªcil equilibrar las cuentas con los gastos, pero es contraproducente tambi¨¦n subir impuestos
Por lo que respecta a los ingresos, en 2012 registraron un modesto aumento del 0,6%, a pesar de los fuertes aumentos en los tipos impositivos del IRPF e IVA y otras medidas. Como porcentaje del PIB, aumentaron 0,7 puntos, hasta el 36,4%. Esta cifra es inferior en casi cinco puntos a la de 2007. La recaudaci¨®n de los impuestos indirectos (IVA, especiales y otros) creci¨® en 2012 un 2,3%, la de la renta de las personas f¨ªsicas, un 1,1% y la de la renta de las sociedades, un 25,7%. Pero las cotizaciones sociales, uno de los cap¨ªtulos principales de los ingresos, disminuyeron un 4,3%, lo que contribuy¨® decisivamente al d¨¦ficit de la Seguridad Social.
Si comparamos algunas de estas cifras con las de la zona euro en su conjunto [gr¨¢fico inferior derecho], observamos que, como porcentaje del PIB, los gastos p¨²blicos fueron seis puntos inferiores en Espa?a, y los ingresos, casi diez. Parece dif¨ªcil, as¨ª, equilibrar las cuentas p¨²blicas espa?olas solamente reduciendo los gastos. Pero tambi¨¦n es dif¨ªcil y contraproductivo aumentar la presi¨®n fiscal en plena recesi¨®n. Se admiten ideas.
Fuerte mejora de la balanza de pagos
Seg¨²n los datos publicados la pasada semana por el Banco de Espa?a, el d¨¦ficit de la balanza de pagos continu¨® corrigi¨¦ndose a buen ritmo en los dos primeros meses del a?o. Tomando datos acumulados de estos dos meses, el saldo de los intercambios de bienes y servicios registr¨® un super¨¢vit de 1.595 millones de euros, frente a un d¨¦ficit de 2.482 millones en los mismos meses del a?o anterior. Tambi¨¦n se redujeron significativamente los d¨¦ficits por rentas y transferencias corrientes y aument¨® el super¨¢vit por transferencias de capital. En total, la necesidad de financiaci¨®n frente al resto del mundo se redujo a 2.906 millones, frente a 10.402 millones un a?o antes. La cuenta financiera, excluidas las operaciones del Banco de Espa?a, aport¨® unas entradas de capitales netas de 41.193 millones, frente a salidas netas de 30.194 millones un a?o antes. Ello indica que los inversores van recuperando la confianza en la econom¨ªa espa?ola, lo que se traduce en un descenso de la prima de riesgo.
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