En vilo por la burbuja siguiente
Las pol¨ªticas de los bancos centrales disparan el apetito por activos de riesgo entre los inversores Los bonos corporativos de baja calidad pagan el inter¨¦s m¨ªnimo de su historia
Lo peor de las burbujas es que solo lo son en tanto que estallan. Hasta entonces se trata de precios inflados y algunos indicadores de riesgo que alimentan el debate entre economistas: sobre si se est¨¢ fraguando un nuevo ¡ªpeque?o o gran¡ª desastre o si solo se trata de algunos desajustes de valor a corregir de forma gradual. El mes pasado, Ruanda llev¨® a cabo su primera subasta de deuda internacional: coloc¨® 200.000 d¨®lares en bonos a 10 a?os con un inter¨¦s del 6,8%, el nivel que estaba pagando Espa?a tan solo el a?o pasado. Pero lo m¨¢s inquietante no es ese bajo precio exigido a uno de los pa¨ªses m¨¢s maltratados de ?frica, con las heridas de un genocidio a¨²n recientes, sino que la demanda que recibi¨® por parte de los inversores, de m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares (2.309 millones de euros), equival¨ªa a pr¨¢cticamente el 50% del PIB de todo ese pa¨ªs.
Es frustrante: resulta m¨¢s sencillo calcular el movimiento de los cuerpos celestes que adivinar lo que har¨¢n con su dinero en el mundo los inversores, la locura de una multitud. Isaac Newton solt¨® este lamento cuando se arruin¨® en una de las primeras burbujas de la historia, la de la Compa?¨ªa de los Mares del Sur, en el siglo XVIII, que se hizo con el monopolio del comercio con Am¨¦rica e hizo aflorar miles de proyectos de negocios que lograban colocar acciones a precios de locura sin ni siquiera haber empezado a funcionar. Los ahorros cosechados entonces durante una etapa pr¨®spera abonaron el terreno. Hoy, los popes de la econom¨ªa mundial debaten si los est¨ªmulos econ¨®micos de los grandes bancos centrales est¨¢n fabricando una burbuja, y el principal sospechoso es el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, que ha inyectado m¨¢s de dos billones de d¨®lares en la econom¨ªa.
El exceso de dinero da para llevar a Wall Street a m¨¢ximos hist¨®ricos o para inflar la deuda p¨²blica de Ruanda
No es Ruanda un destino de moda para las inversiones as¨ª de repente. El milagro procede de un entorno de tipos de inter¨¦s a un nivel casi cero y la oleada de liquidez disponible que ha despertado el apetito por el riesgo y el ansia de alta rentabilidad hasta el punto que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha llamado al orden para advertir de ¡°peligro de burbuja¡± en algunos activos financieros. Aunque aseguran que los est¨ªmulos de los bancos centrales siguen siendo necesarios, tanto el FMI como el propio Bernanke han advertido de la necesidad de controlar los peligros que se ciernen.
El tsnunami de liquidez produce milagros inquietantes: dispara el encanto de la deuda p¨²blica de Ruanda, lleva a Wall Street a m¨¢ximos hist¨®ricos pese a lo incierto de la recuperaci¨®n econ¨®mica y la estabilidad de las cuentas p¨²blicas estadounidenses o deja el coste de financiaci¨®n de las empresas de alto riesgo en el m¨ªnimo del que se tienen registros.
¡°Cada vez hay m¨¢s emisiones de baja calidad de empresas norteamericanas y proliferan de nuevo los productos financieros complejos, como antes de la crisis. Es mejor controlar estos procesos cuando a¨²n son incipientes¡±, dijo el responsable financiero del FMI, Jos¨¦ Vi?als, en una reciente entrevista con este peri¨®dico.
Cinco a?os despu¨¦s de la ca¨ªda de Lehman Brothers, hay signos de preocupaci¨®n. El ¨ªndice de bonos basura o de alta rentabilidad de Barclays revela que la deuda de empresas ha tocado su precio m¨¢s alto de la historia o, lo que es lo mismo, que la rentabilidad que los inversores exigen por estos bonos est¨¢ en su suelo hist¨®rico, por debajo del 5%, en parte tambi¨¦n porque los periodos de vencimiento m¨¢s corto. Nunca hasta entonces prestar dinero a empresas de alto riesgo hab¨ªa resultado tan poco rentable (super¨® el 20% en lo agudo de la crisis), muestra de la potente demanda.
¡°Detr¨¢s de todo eso est¨¢ la b¨²squeda de rentabilidad, porque la alternativa son unos tipos de inter¨¦s a casi cero, y es un riesgo, pero eso no significa necesariamente que vaya a venir ahora otra crisis financiera¡±, apunta Sachin Gupta, desde Pimco, la mayor gestora de renta fija del mundo. ¡°El comportamiento de estos bonos refleja la pol¨ªtica monetaria expansionista, pero no puedes hablar de burbuja a menos que digas que esta pol¨ªtica est¨¢ siendo incorrecta, esa es la pregunta¡±, a?ade.
¡°Las burbuja solo se conocen cuando estallan, lo que est¨¢ claro es que hay un exceso, pero este se puede reconducir sin que explote¡±, explica Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Campuzano, estrategia de Citi. La Reserva Federal acumula una cartera de dos billones de euros y los bancos acumulan otros 2,5 billones, eso explica que Estados Unidos pague un 1,85% de inter¨¦s por la deuda a 10 a?os, cuando el potencial de crecimiento no pasa del 2%. Para Campuzano, los intereses deber¨ªan acercarse al 4%.
El profesor de Harvard Martin Feldstein lo eleva m¨¢s y cree que, con unas expectativas de inflaci¨®n del 2%, el inter¨¦s deber¨ªa ser del 5%. A su juicio, s¨ª hay una burbuja en los bonos estadounidenses. ¡°Una burbuja existe cuando los precios de los activos son insostenibles porque no son consistentes con los fundamentales, y por tanto caer¨¢n en alg¨²n momento. Adem¨¢s, es cuando el inevitable cambio de precio no est¨¢ compensado por el inter¨¦s extra que conseguir¨¢n por quedarse con el bono¡±, se?ala Feldstein en un informe de Goldman Sachs. Adem¨¢s, advierte de que ¡°una vez hay una burbuja en los bonos del Tesoro, habr¨¢ una burbuja hasta cierto punto en cada activo que tenga un sustituto potencial. As¨ª que los bonos corporativos, los bonos basura, capital y tierra de cosechas tiene los precios inflados ahora o est¨¢n en un nivel de burbuja¡±.
Francesco Garzarelli, de Goldman Sachs, no ve burbuja alguna y asegura que la buena racha de los bonos americanos se debe a factores fundamentales como las expectativas de crecimiento y las menores dudas sobre la eurozona, adem¨¢s de las compras de bonos de la Fed.
"La marcha de la deuda empresarial refleja la pol¨ªtica expansiva", advierten desde Pimco, la mayor gestora de renta fija del mundo
La deuda alemana a 10 a?os, la m¨¢s fiable de Europa, est¨¢ pagando un inter¨¦s de 1,3%, en sus m¨ªnimos, e incluso tipos negativos en algunas emisiones de m¨¢s corto plazo. Y el sobreprecio que paga Espa?a respecto a los germanos, la prima de riesgo, se ha reducido a casi la mitad en un a?o y no porque el panorama econ¨®mico haya mejorado, sino por los planes anunciados por el Banco Central Europeo.
Hay quienes est¨¢n convencidos de que se est¨¢ fabricando una nueva tormenta y el tiempo les consagrar¨¢ como apocal¨ªpticos o gur¨²s. Daniel Lacalle, un economista espa?ol que trabaja en el hedge fund londinense Ecofin, no pone pa?os calientes: ¡°Estoy aterrorizado por el nivel de riesgos de renta fija de baja calidad y bonos soberanos poco fiables. Estamos reviviendo el a?o 2003, pero mucho m¨¢s endeudados¡±. ¡°No veo una burbuja incipiente, creo que est¨¢ ocurriendo ya, distinto es lo que tarde en estallar, aunque haya un ej¨¦rcito de economistas oficiales neg¨¢ndolo, como ocurri¨® antes, con la inmobiliaria u otras¡±, explica el autor del libro Nosotros, los mercados.
Para Lacalle, los pr¨¦stamos estudiantiles de Estados Unidos protagonizar¨¢n la pr¨®xima crisis subprime, como hicieron las hipotecas basura. Hay un bill¨®n de d¨®lares en pr¨¦stamos a estudiantes, muy comunes en Estados Unidos para que los j¨®venes puedan sufragar unas carreras universitarias mucho m¨¢s caras que en Europa, que te¨®ricamente se devuelven cuando los estudiantes logran sus empleos. El pero es que, la crisis, el paro y la precariedad est¨¢n entorpeciendo este proceso y la morosidad crece. Las demoras han pasado del 8,8% al 11,4% en cinco a?os y la media del pasivo ha crecido un 30% por persona, seg¨²n TransUnionFund.
Tambi¨¦n est¨¢ creciendo de nuevo el mercado privado de c¨¦dulas hipotecarias en EE UU. Standard & Poor¡¯s se?alaba el mes pasado que el sector no cubierto por las agencias oficiales (Fannie Mae y Freddie Mac) ¡°est¨¢ mostrando nuevos signos de vida¡± y podr¨ªa pasar de mover 6.000 millones de d¨®lares hace un a?o a 20.000 millones este. No tiene por qu¨¦ despertar fantasmas del pasado, en opini¨®n de Campuzano: ¡°Es un mercado muy peque?o¡±.
?ngel Berges, consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI), quita hierro al peligro de una nueva burbuja: ¡°Hay riesgo en los emergentes, pero controlado, porque los BRICS son acreedores y pueden vender los activos financieros, tiene una v¨¢lvula de escape¡±. En cuanto a productos complejos de deuda, Berges destaca que lo relevante ¡°es que est¨¦n bien valorado y bien calificados, el problema del pasado es que se pon¨ªa la nota de solvencia m¨¢xima a productos de alto riesgo. Pero creo que hemos aprendido esa lecci¨®n¡±.
Las burbujas especulativas brindan supuestamente grandes lecciones para la posteridad, para tomar todas esas medidas con las que se evitar¨¢ repetir errores. El Parlamento brit¨¢nico hizo lo propio y tras los abusos de los Mares del Sur, aprob¨® la primera Ley de las Burbujas Especulativas (la buble act), que prohibi¨® a las empresas emitir acciones. As¨ª se evitar¨ªa un desastre igual por siempre jam¨¢s. La norma se revoc¨® en 1825.
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