Ganar un chiringuito o c¨®mo cumplir un sue?o

El sue?o de dejarlo todo para montar un chiringuito en la playa puede cumplirse. Un joven padre de familia barcelon¨¦s se dispone a afrontar la temporada de calor desde el establecimiento que gan¨® en un concurso en Torrevieja (Alicante), con la ilusi¨®n de hacer negocio y crear empleo.

Carlos Tenza se qued¨® "pasmado" cuando recibi¨® la llamada que le anunciaba que era el ganador del primer concurso organizado por una conocida marca de gaseosa e incluso pens¨® que "era mentira", hasta que comprob¨® "con sorpresa" que se trataba de "un restaurante de 220 metros cuadrados a cinco metros de la orilla, con vivienda incluida", explica a Efe.

"Concurs¨¦ por los regalos para los ni?os (equipo para playa o campamentos de verano), nunca pens¨¦ que me iba a tocar el chiringuito", asegura este barcelon¨¦s, que regenta en su ciudad un bar en un pol¨ªgono y quien bromea diciendo que "el premio le ha tocado realmente" a su hijo de seis a?os "que se pasa el d¨ªa jugando en la playa".

Dada la distancia entre Torrevieja y Barcelona, donde reside junto a su mujer y sus dos hijos, al principio dud¨® en aceptar el premio. "Pero si no lo acepto me arrepentir¨¦. Esto es algo que s¨®lo pasa una vez en la vida", dijo a la organizaci¨®n del concurso.

Pese a su experiencia en hosteler¨ªa, asegura que el negocio del chiringuito, al que ha bautizado con la misma palabra, es "totalmente diferente" no s¨®lo por la ubicaci¨®n sino por la clientela, extranjeros "en un 60 o un 70 por ciento". "Lo bueno es que dejan m¨¢s propinas", comenta entre risas.

Adem¨¢s, "los productos y los precios son distintos a los de Barcelona, m¨¢s baratos", por lo que ha tenido que reciclarse y adaptarse al nuevo panorama.

Por eso la oferta gastron¨®mica es muy marinera, con tapas y raciones de pescado y men¨²s que incluyen la "inevitable" paella y que son "muy b¨¢sicos" porque "la gente en verano no se complica mucho comiendo". Chocos, calamares a la romana, boquerones, anchoa, fritura de pescado y jam¨®n destacan en su oferta.

"Es una experiencia muy gratificante", se?ala quien conf¨ªa en que el negocio "tire de maravilla en verano haciendo caja" por estar en "una playa muy tranquila de un puerto recreativo, sin oleaje, ideal para ni?os, muy familiar".

Cuando lo abri¨® por primera vez en Semana Santa "para ver c¨®mo funcionaba" el primer d¨ªa hizo "una caja de 40 euros, pero al siguiente en dos horas fueron 270". Por el momento ha contratado a dos desempleados, pero conf¨ªa en ampliar plantilla en temporada alta, de julio a septiembre.

El premio consiste en el traspaso del local junto al pago del primer a?o de alquiler. "Espero conseguir alguna ganancia, pero a malas me quedo igual porque tengo el dinero del traspaso. Perder no, no me reportar¨¢ ninguna p¨¦rdida, en realidad s¨®lo tengo cosas que ganar, entre ellas la experiencia", dice.

Una vez finalice el a?o de alquiler ganado con este concurso de La Casera pensar¨¢ si continuar o no con el negocio en la playa.

Aunque ahora vive a caballo entre Barcelona y Torrevieja, en verano se instalar¨¢ junto a su familia en la playa para aprovechar la experiencia al m¨¢ximo.

Por ahora es el ¨²nico espa?ol que puede decir que ha logrado cumplir un sue?o como el de abrir un chiringuito en la playa gracias a un concurso que, en su pr¨®xima edici¨®n, lo sortear¨¢ en la costa de Andaluc¨ªa.

Pilar Salas.