Los venecianos refuerzan su batalla contra el transito de grandes cruceros
El reciente accidente en el puerto de G¨¦nova o el tr¨¢gico caso del "Costa Concordia" frente a la isla italiana de Giglio han reavivado las reivindicaciones de muchos venecianos, que exigen que los cruceros se alejen de la "Ciudad de los Canales", ya que creen que son los causantes de su deterioro.
Congregados en torno al denominado "Comit¨¦ No a las Grandes Naves en Venecia", han decidido intensificar la batalla en favor de una exigencia hist¨®rica a las autoridades portuarias: que los cruceros dejen de atravesar la laguna.
Por esta raz¨®n, el 8 y el 9 de junio pr¨®ximo llevar¨¢n a cabo una movilizaci¨®n nacional para mostrar al mundo su desesperaci¨®n y, seg¨²n afirma a Efe Tomasso Cacciari, presidente del Comit¨¦, hacer todo lo que sea necesario con tal de que los cruceros desaparezcan de los canales.
"?De todo, haremos de todo! Bloquearemos su paso con nuestro cuerpo, impediremos la facturaci¨®n de los turistas en las naves, despu¨¦s les invitaremos a pasear a pie por la ciudad y, por supuesto, nos colocaremos frente a estos bisontes del mar para que, si quieren atravesar nuestra ciudad, sea por encima de nosotros", advierte Cacciari, con tono enfadado.
Porque Venecia, seg¨²n el presidente del Comit¨¦, no es una ciudad para ser admirada desde un rascacielos flotante, sino que "es perfecta para ser recorrida a pie".
Y porque, en su opini¨®n, el verdadero esp¨ªritu de Venecia reside en los puentes, en los canales y en las enmohecidas paredes de sus coloridos edificios, que soportan desde hace siglos el acoso constante del agua y, desde hace menos tiempo, la insistente llegada de m¨¢s de 10 millones de turistas al a?o, de acuerdo con los datos ofrecidos por el ayuntamiento de la ciudad.
En este sentido, el "Comit¨¦ No a las Grandes Naves" tiene muy clara cu¨¢l es la problem¨¢tica que conlleva el tr¨¢nsito de estas blancas embarcaciones, que pasan hasta en siete ocasiones por Venecia en temporada alta.
Temen, sobre todo, la posibilidad de que un barco colisione contra alguno de los edificios de la ciudad, como ocurri¨® con la nave que la noche del pasado 7 de abril derrib¨® una torre de control en el puerto de G¨¦nova, causando varios muertos.
"Las embarcaciones que llegan a Venecia son cuatro veces m¨¢s grandes que la nave 'Jolly Nero' de G¨¦nova y, si un crucero tuviera problemas, necesitar¨ªa kil¨®metros de frenada, cuando, en cambio, pasan a 50 metros de nuestras casas, a pocos metros del Palacio Ducal", explica Cacciari.
Adem¨¢s, est¨¢n completamente en contra de la idea de que los cruceros traen dinero y riqueza a la ciudad.
"?Es mentira! Es completamente falso lo que dicen los pol¨ªticos de que las naves traen riqueza a Venecia porque los cruceros est¨¢n dise?ados para que sus usuarios gasten a bordo y, adem¨¢s, la mayor¨ªa de los beneficios recaen en los puertos, es decir, en el Estado que despu¨¦s, en vez de invertir m¨¢s en Venecia, recorta en su conservaci¨®n", argumenta Cacciari.
Venecia est¨¢ protegida desde 1973 por una Ley Especial que, entre otras cosas, proclama su singularidad y obliga al Estado italiano a invertir excepcionalmente con el objetivo de asegurar su protecci¨®n, extremo que, seg¨²n Cacciari, "no cuadra con la pol¨ªtica de recortes que ha emprendido el Gobierno".
El activista responsabiliza a los cruceros, asimismo, de contaminar la ciudad, pues, en su opini¨®n, esos grandes barcos usan combustibles con un 4 % de azufre.
Un porcentaje muy superior al exigido por el Parlamento Europeo, que en septiembre de 2011 estableci¨® el l¨ªmite de este elemento qu¨ªmico en el combustible mar¨ªtimo en un 0,5 %.
Cacciari deja claro, no obstante, que no se trata de un ataque contra el turismo porque son conscientes de que "una joya como Venecia debe compartirse" e insiste en que lo ¨²nico que pretenden es proteger a una de las ciudades m¨¢s evocadoras del mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.