Cerdos para el futuro de China
Pek¨ªn se asegura el suministro con la compra del mayor productor de EE UU
China necesita prote¨ªna animal para alimentar a una poblaci¨®n que emigra en masa del campo hacia la ciudad Y la carne de cerdo es clave para saciar el apetito de su creciente clase media. As¨ª es como present¨® Zhijun Yang la operaci¨®n por la que el gigante chino Shuanghui International compra la estadounidense Smithfield Foods, el mayor productor de cerdo del mundo y principal accionista de la espa?ola Campofr¨ªo. La adquisici¨®n se enmarca, adem¨¢s, en el plan de Pek¨ªn para modernizar su ganader¨ªa, como hizo en las ¨²ltimas d¨¦cadas con su sector manufacturero.
El consumidor no conf¨ªa, por lo general, en la cadena alimentaria: ni en EE UU, ni en Europa, ni en China. Eso convierte la operaci¨®n en un asunto muy sensible para el p¨²blico y los pol¨ªticos. Se vio claramente durante la presentaci¨®n de los detalles ante los analistas de Wall Street. Casi todas las preguntas a los ejecutivos chinos y estadounidenses fueron dirigidas a la seguridad alimentaria.
La l¨ªnea de defensa de las dos empresas fue simple: no es que el consumidor en EE UU vaya a comer cerdo chino; m¨¢s bien que los chinos comer¨¢n cerdo estadounidense. ¡°Miren dentro del frigor¨ªfico y ver¨¢n que no hay nada made in China¡±, afirm¨® el presidente ejecutivo de Smithfield Foods, Larry Pope, para de inmediato decir que la ganader¨ªa estadounidense es la m¨¢s competitiva del mundo.
Los chinos adquieren conocimiento, tecnolog¨ªa y marca
Smithfield Foods, que controla en la actualidad el 37% de Campofr¨ªo, anunciaba que se pon¨ªa en manos de Shuanghui el pasado mi¨¦rcoles. Los chinos pagan por ella el equivalente a 34 d¨®lares por acci¨®n y los abonan en efectivo. Adem¨¢s se hacen cargo de la deuda de la sociedad estadounidense, que pasar¨¢ a ser una filial dentro de su estructura. El valor total de la operaci¨®n es de 7.100 millones de d¨®lares.
El noviazgo entre Smithfield y Shuanghui se remonta a hace cuatro a?os. Fue entonces cuando los directivos de ambas empresas empezaron a analizar las ventajas de una eventual integraci¨®n de sus operaciones. ¡°Nuestra relaci¨®n fue creciendo a medida que ve¨ªamos las oportunidades que generaba la integraci¨®n¡±, se?al¨® Pope. Oportunidades que se ampl¨ªan ahora a toda la regi¨®n asi¨¢tica, lo que podr¨ªa llevar a nuevas transacciones de este tipo para asegurar el suministro seguro de alimentos.
Hasta ahora, China iba por el mundo a la caza de metales y de energ¨ªa para alimentar su expansi¨®n industrial. La modernizaci¨®n de su sector agr¨ªcola va m¨¢s rezagada, y en el caso concreto de la alimentaci¨®n adem¨¢s debe conseguir que sea productiva al m¨¢s alto nivel de calidad. Shuanghui fue protagonista de un caso de presunto uso de aditivos ilegales para el engorde de los cerdos, lo que merm¨® su imagen entre los consumidores chinos.
Shuanghui ya es el primer productor de carne en China. El cerdo es clave para su negocio, con 30 millones de animales sacrificados al a?o. Sus gestores entendieron hace a?os que el cerdo es tambi¨¦n una fuente imprescindible para alimentar a la poblaci¨®n. Pero, adem¨¢s de criar y matar cerdos, la empresa debe hacerlo de una manera segura. Por eso la compra de Smithfield se entiende en Wall Street como una adquisici¨®n de tecnolog¨ªa, conocimiento e imagen de marca.
Se trata de la mayor inversi¨®n china en el? sector agr¨ªcola de EE UU
La previsi¨®n de ventas de la empresa china es de 8.200 millones de d¨®lares, cantidad que espera duplicar para final de 2015. La adquisici¨®n de Smithfield, la mayor realizada por una empresa china en el sector de la alimentaci¨®n, le va a ayudar sin duda a superar de largo ese objetivo, ya que la estadounidense cerr¨® el pasado ejercicio con una facturaci¨®n cercana a los 13.000 millones.
El consumidor estadounidense no es ajeno a los esc¨¢ndalos alimentarios en China. El caso de la f¨®rmula para beb¨¦s adulterada cre¨® en 2008 preocupaci¨®n en todo el mundo. ¡°Quieren acceso a lo que consideran un suministro seguro de alimentos en EE UU¡±, reiter¨® Pope, a la vez que dejaba claro que la venta a la firma china no plantea riesgo alguno para el consumidor estadounidense.
Se espera que la operaci¨®n concluya en el segundo semestre de este ejercicio, tras superar el refrendo de los accionistas y el examen de los reguladores, tanto en EE UU como en China. Con la operaci¨®n se dispara la inversi¨®n directa china en EE UU. Se calcula que en la ¨²ltima d¨¦cada se realizaron adquisiciones y joint ventures por valor de 54.000 millones.
Esa fue la inversi¨®n directa que realiz¨® EE UU solo en los a?os 2010 y 2011 en China. M¨¢s all¨¢ del origen extranjero de la sociedad, ni los directivos ni los analistas del sector esperan dificultades desde el punto de vista regulador. En este sentido, recuerdan la operaci¨®n por la que la c¨¢rnica brasile?a JBS se hizo con el control mayoritario del productor de pollos texano Pilgrim¡¯s Pride, que le permiti¨® a la estadounidense salir de la bancarrota.
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