El pr¨®ximo or¨¢culo burs¨¢til: Wikipedia
Diferentes estudios creen que Internet sirve para predecir qu¨¦ har¨¢ el mercado
Warren Buffett busca un sucesor. Quiz¨¢s el pr¨®ximo or¨¢culo de la Bolsa no sea alguien de carne y hueso, sino Wikipedia, Google o Twitter. Las redes sociales se han convertido en puros term¨®metros para medir por d¨®nde respira una parte importante de la poblaci¨®n. En estas ¨¢goras 2.0 se habla de todo y, por supuesto, de econom¨ªa y de los mercados. En los ¨²ltimos a?os diferentes estudios realizados por centros acad¨¦micos de prestigio tratan de demostrar que estos espacios constituyen aut¨¦nticos indicadores adelantados del comportamiento de la renta variable, de la deuda p¨²blica o de las principales divisas.
El ¨²ltimo de estos trabajos ha sido presentado en mayo por la brit¨¢nica Warwick Business School. Un grupo de investigadores liderado por Suzy Moat ha encontrado un patr¨®n de comportamiento que vincula la evoluci¨®n del mercado con el n¨²mero de visitas a p¨¢ginas financieras de Wikipedia. El an¨¢lisis hist¨®rico establece una secuencia seg¨²n la cual el tr¨¢fico hacia estas p¨¢ginas de est¨¢ relacionado con ca¨ªdas posteriores de la renta variable.
¡°El estudio pone de manifiesto que el an¨¢lisis de los datos en Internet puede ayudarnos a entender c¨®mo son las fases iniciales en el proceso que lleva a las personas a tomar decisiones y descubre un h¨¢bito seg¨²n el cual la gente recopila informaci¨®n en la red antes de plasmar su pensamiento en una acci¨®n concreta en el mundo real¡±, explica Moat. El equipo estudi¨® con qu¨¦ frecuencia los usuarios de Wikipedia entraron a consultar las p¨¢ginas que hacen referencia a las 30 compa?¨ªas del Dow Jones de EE UU, el ¨ªndice burs¨¢til m¨¢s importante del mundo, entre diciembre de 2007 y abril de 2012. La conclusi¨®n es que una estrategia de inversi¨®n simple, basada en los flujos de visitas a estas p¨¢ginas, podr¨ªa haber generado una rentabilidad del 141% en el periodo analizado.
En los momentos previos a una crisis se dispara la demanda de datos
¡°A las personas nos preocupa m¨¢s la p¨¦rdida de cinco euros que la posibilidad de ganar la misma cantidad. Esto quiere decir que la gente empezar¨¢ a buscar mucha informaci¨®n antes de vender sus acciones. Si sabemos cu¨¢ndo se est¨¢ produciendo un pico en la demanda de datos, podr¨ªamos aprovecharnos de aquella gente que va a vender en breve a precios m¨¢s baratos de los que hay en ese momento¡±, argumenta Moat.
Hace un mes investigadores de la propia Warwick Business School, junto a otros colegas de University College London y Boston University, demostraron una teor¨ªa similar, seg¨²n las cual las b¨²squedas realizadas por los internautas en Google suponen una clara advertencia de movimientos futuros en los mercados. En este caso analizaron el n¨²mero de b¨²squedas en Google de conceptos b¨¢sicos como ¡°ingresos¡±, ¡°paro¡±, ¡°cr¨¦dito¡± o ¡°Nasdaq¡± entre 2004 y 2011. Una estrategia de inversi¨®n basada en la frecuencia de b¨²squedas del t¨¦rmino ¡°deuda¡± habr¨ªa generado unos r¨¦ditos del 326%, seg¨²n el estudio. Los autores de este trabajo creen que en las fases previas a una crisis se dispara la demanda de informaci¨®n econ¨®mica y que las fases donde decae ese inter¨¦s son la antesala de mercados alcistas.
¡°A lo largo del d¨ªa generamos cantidades gigantescas de datos a trav¨¦s de nuestra interacci¨®n con la tecnolog¨ªa. Esto nos abre un fascinante mundo de posibilidades para una nueva disciplina que podr¨ªamos denominar como ciencia social de los ordenadores¡±, comenta Tobias Preis, de Warwick.
Estrategias basadas en las b¨²squedas en la Red ofrecen altas rentabilidades
El rastro que dejamos no se limita a las palabras de b¨²squeda o las visitas de p¨¢ginas. En las redes sociales se intercambian datos y opiniones sobre la Bolsa. En 2011 un grupo de economistas de la Universidad T¨¦cnica de Munich analizaron c¨®mo se puede medir el sentimiento del mercado a trav¨¦s de Twitter.
Estos investigadores parten de la base de que en la formaci¨®n del precio de las cotizaciones interviene la opini¨®n de analistas e inversores sobre el futuro de una compa?¨ªa. Bas¨¢ndose en an¨¢lisis autom¨¢ticos de textos, rastrearon los 250.000 mensajes sobre los valores del ¨ªndice S&P 500 que se publicaron en Twitter durante seis meses. La conclusi¨®n fue que si un inversor hubiese orientado su estrategia en base a los tweets sobre las compa?¨ªas, habr¨ªa logrado una ganancia superior al 15% en el primer semestre de 2010.
¡°Si un usuario de Twitter ofrece buenas recomendaciones sobre los valores burs¨¢tiles tendr¨¢ m¨¢s seguidores y sus mensajes ser¨¢n reenviados m¨¢s veces por otros usuarios. Por lo tanto, en nuestro estudio sus opiniones tendr¨¢n m¨¢s peso que la media a la hora de establecer cu¨¢l es el sentimiento del mercado¡±, indic¨® en una nota Timm Spenger, profesor de la universidad alemana. Este estudio fue la base para el desarrollo de la web Tweettrader.net donde se puede acceder en tiempo real a la visi¨®n que tienen los usuarios sobre la evoluci¨®n que tendr¨¢n las acciones de las compa?¨ªas estadounidenses.
No es la primera vez que se usa Twitter como el canario que avisa de los peligros o las oportunidades en la Bolsa. Investigadores de las universidades de Indiana y Manchester realizaron un estudio en 2010 en esta l¨ªnea. En su caso no se analizaban los tweets con un contenido financiero, sino que a trav¨¦s de la medici¨®n del estado de ¨¢nimo que se respiraba en la red social (usaron herramientas como OpinionFinder y Google Profile of Mood States para medirlo) establecieron que un cambio de las sensaciones de Twitter era seguido de un cambio equivalente en el Dow Jones en un 87% de las veces analizadas.
¡°El estudio evidencia esa clara correlaci¨®n, pero no explica los mecanismos que provocan que un cambio de humor en twitter sea correspondido, al alza o la baja, por el precio de las acciones. Se podr¨ªa concluir que los usuarios de la red son tambi¨¦n unos expertos inversores y, por lo tanto, sus cambios en su estado de ¨¢nimo afectan directamente a sus decisiones en los mercados, pero esta ¨¢rea permanece a¨²n sin explorar y queda para siguientes investigaciones¡±, concluyen.
El uso de las redes sociales como bola de cristal para predecir qu¨¦ har¨¢ la Bolsa es el pen¨²ltimo intento de buscar m¨¦todos al margen de la ortodoxia econ¨®mica. En 1973, cuando la red no era ni un prototipo futurista, el profesor Burton Gordon Malkiel public¨® el libro Un paseo aleatorio por Wall Street. Para comprobar si los aciertos de los analistas burs¨¢tiles eran aleatorio, Malkiel propuso un concurso entre profesionales y una selecci¨®n de acciones elegidas al azar. La met¨¢fora de esta elecci¨®n fortuita consist¨ªa en imaginar un mono con los ojos vendados lanzando dardos a las p¨¢ginas de mercados del The Wall Street Journal. Los redactores del diario cogieron el guante del profesor e hicieron la prueba. El resultado de la cartera elegida por el mono obtuvo ese a?o una rentabilidad mayor que el 85% de los fondos estadounidenses.
En defensa de los analistas hay que decir que este experimento se realiz¨® durante 14 a?os y en el largo plazo los expertos batieron a su rival. ?Suceder¨¢ lo mismo con el uso de las redes sociales como or¨¢culos? Habr¨¢ que esperar a ver los resultados. Mientras tanto se puede releer a los cl¨¢sicos. ¡°Si los mercados fueran eficientes, yo estar¨ªa pidiendo caridad en la calle¡±. Buffett, or¨¢culo testado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.