Un mes de las nuevas cooperativas en Cuba, expectativas pero poco capital
![Varias personas hacen fila para subir a un ¨®mnibus de una cooperativa de taxis colectivos en La Habana (Cuba).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NEC3SSWSGBEESFERZPD3YDDIBA.jpg?auth=8e9d1fe3ada9ef1b6afca48411849d586921853e6f90178db7142c5dd3d6f449&width=414)
Las primeras cooperativas de servicios en Cuba cumplen ma?ana su primer mes entre las expectativas del Gobierno porque logren resucitar deficientes servicios antes estatales y el entusiasmo de los nuevos socios que sin embargo lidian con el freno de contar con poco capital.
La iniciativa es completamente novedosa en un pa¨ªs que en los ¨²ltimos 50 a?os de revoluci¨®n s¨®lo permiti¨® el cooperativismo agr¨ªcola, y que ahora intenta reestructurar su sistema econ¨®mico con un plan de reformas impulsado por el Gobierno de Ra¨²l Castro para "actualizar" el socialismo cubano.
Seg¨²n el dise?o de las reformas, la empresa estatal socialista es el eje central de la econom¨ªa, escoltada por el esperado desarrollo de las cooperativas y del sector privado, cuyo alcance ahora se concentra y limita pr¨¢cticamente a la gesti¨®n de determinados servicios y no a las actividades productivas.
De las 124 cooperativas creadas en el pa¨ªs a partir del 1 de julio, la mayor¨ªa surgi¨® del sector estatal para ocuparse de la venta de productos agr¨ªcolas, operaciones de construcci¨®n, o servicios del transporte, uno de los sectores m¨¢s carentes y problem¨¢ticos de Cuba.
Martin Betancourt, de 60 a?os y con 42 de experiencia en el mundo del transporte estatal, se estren¨® como presidente de una cooperativa de taxis colectivos en La Habana, creada a partir de una antigua terminal del Estado, y asegura que "la diferencia es notable, pero la responsabilidad es toda".
Betancourt y sus socios han escrito sus propios estatutos, promueven una alianza con otra cooperativa similar, buscan duplicar la cifra de veh¨ªculos arrendados con que trabajan, y esperan que sus ingresos crezcan alrededor de un 700 por ciento sobre el salario que ten¨ªan como empleados p¨²blicos.
Tienen facilidades de pago de 10 y cinco a?os para arrendar el inmueble y los veh¨ªculos, respectivamente, que a su vez pertenecen a la misma empresa estatal para la que trabajaban antes.
Adem¨¢s de ese tipo de contratos de arriendo, las nuevas cooperativas tienen varias cosas en com¨²n: plantillas m¨ªnimas -han hecho una dr¨¢stica reducci¨®n del personal administrativo- facilidades de cr¨¦dito bancario, beneficios tributarios, acceso a cursos de capacitaci¨®n y trabajadores m¨¢s "motivados".
"No hay terceras personas, nosotros somos los que decidimos el camino a tomar (...) las expectativas son amplias y buenas", dijo a Efe Alexander Leyva, un ingeniero mec¨¢nico de 32 a?os que lidera la otra cooperativa de taxis que existe en la ciudad.
El Gobierno cree que las cooperativas podr¨ªan revertir la ineficacia de actividades tradicionalmente a cargo del Estado y sin "peso significativo" en el desarrollo econ¨®mico de la isla, pero tambi¨¦n ha reconocido que se trata de un "proceso de experimentaci¨®n" y no habr¨¢ impacto econ¨®mico "inmediato".
En buena medida, ese impacto trasciende la competencia de los socios y depende de necesarias y organizadas inyecciones de capital, que muchos no tienen idea de d¨®nde sacar.
"Estas cooperativas nacen con lo que tienen. Yo hubiera querido empezar con equipos nuevos que garanticen un servicio de calidad las 24 horas del d¨ªa y sin m¨¢s preocupaci¨®n que darles mantenimiento", dijo a Efe Reynaldo Gonz¨¢lez, quien ahora lidera un vetusto taller de auxilio a veh¨ªculos en la v¨ªa.
?l y sus socios dieron un aporte inicial de 500 pesos (21 d¨®lares) y solicitaron un cr¨¦dito bancario de 170.000 pesos cubanos (7.083 d¨®lares), pero en total fue una suma insuficiente para modernizar el parque de gr¨²as y camiones de la era sovi¨¦tica que la empresa estatal arrendadora tampoco pudo sustituir en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
"Quiero ser rentable, no quiero decepcionar al Estado ni a mis socios, pero es como yo les dije a ellos: aqu¨ª lo que tenemos que hacer es echar pa'alante y empezamos con esto", afirm¨® un optimista Gonz¨¢lez.
Su salario como mec¨¢nico del mismo taller no llegaba antes a 300 pesos cubanos (unos 13 d¨®lares) en un pa¨ªs donde el sueldo promedio es de 466 pesos (19 d¨®lares) y en el que la situaci¨®n de los bajos ingresos se suma a los conflictos creados por la circulaci¨®n de dos monedas.
Por ejemplo, el Gobierno ha establecido una tasa de cambio m¨¢s favorable a la del mercado corriente entre el peso cubano y el CUC (peso convertible y moneda dura del pa¨ªs) para determinadas cooperativas, con tal de "compensar sus gastos" y que no alcen los precios a servicios de inter¨¦s social, como el propio transporte.
"Hay grandes empresas en el mundo que han nacido as¨ª, con un poquito, y lo han logrado. Lo que s¨ª tiene que haber es unidad", dijo a Efe Gonz¨¢lez, de 41 a?os.
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