De mayor quiero ser... mileurista
?C¨®mo es posible que un t¨¦rmino antes degradado ("mileurista") sea hoy la m¨¢xima aspiraci¨®n de muchos j¨®venes? La "becarizaci¨®n" del mercado de trabajo, el paro y la precariedad rebajan las expectativas de quienes se han formado toda su vida para encontrar un lugar en el mundo.
Helena tiene 29 a?os, dos licenciaturas, un m¨¢ster, varios idiomas y m¨¢s de tres a?os de experiencia como periodista. Despu¨¦s de casi un a?o de pr¨¢cticas mal remuneradas en una empresa, ha conseguido un contrato de media jornada y ahora recibe 400 euros al mes.
"En mis primeras pr¨¢cticas en tercero de carrera cobraba m¨¢s. Apenas llego a fin de mes. Es humillante", lamenta en declaraciones a Efe. Con una tasa de paro juvenil que roza el 55 %, los sueldos de risa son un mal menor.
"Paro y precariedad son las dos caras de la misma moneda. Los j¨®venes aceptan casi cualquier cosa ante la amenaza del desempleo", argumenta ?ngela Mora.
Esta activista de la organizaci¨®n Oficina Precaria cree que cuantas m¨¢s personas compiten por un mismo puesto, m¨¢s dispuestas est¨¢n a perder sus derechos para conseguirlo.
La crisis econ¨®mica ha quebrado el "proyecto de vida" de los m¨¢s ansiosos por encontrar un trabajo acorde a su formaci¨®n, algo que no siempre ocurre. As¨ª lo afirma Alejandro N¨¦stor Garc¨ªa, investigador del Instituto de Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra.
La oportunidad que no llega "suscita una importante frustraci¨®n y puede generar emociones como el des¨¢nimo y la tristeza si la situaci¨®n se prolonga", se?ala el soci¨®logo.
La espera resulta especialmente larga para los "eternos becarios precarios" como Carlos, de 25 a?os. Tras 12 meses trabajando gratis para una empresa, tuvo que prolongar su vida de estudiante para poder seguir all¨ª.
"Cuando termin¨¦ mi m¨¢ster, me obligaron a pagar un curso de 300 euros para que pudieran hacerme un convenio. Sigo sin cobrar un duro y sin perspectiva de que me contraten", relata.
Seg¨²n Silvia Sazatornil, responsable de Juventud de UGT, no son pocos los j¨®venes que deciden continuar matriculados en su carrera -a pesar de haberla terminado- para poder optar a cierto tipo de becas. "Algunos no hab¨ªan cotizado ni un euro despu¨¦s de siete a?os de pr¨¢cticas", a?ade.
Esto ha cambiado. Ahora es obligatorio regularizar la situaci¨®n de los becarios que no est¨¦n cotizando, aunque seg¨²n Tania P¨¦rez, secretaria de Juventud de CCOO, "las propias universidades y empresas no tienen ning¨²n inter¨¦s en hacerlo. Muchas se resisten". No es el ¨²nico agravio para este colectivo.
Raquel, de 22 a?os, hace pr¨¢cticas sin remunerar en el sector de la moda, donde, seg¨²n ella, "est¨¢ de moda que m¨¢s del 60 % de los puestos est¨¦ cubierto por becarios que sustituyen a trabajadores".
En efecto, los becarios salen muy baratos y con frecuencia se usan para reemplazar a los veteranos, con la consecuente p¨¦rdida de rendimiento y calidad de la producci¨®n.
Las pr¨¢cticas est¨¢n orientadas a la formaci¨®n... en teor¨ªa. A Pedro le dieron una beca para cubrir una baja por maternidad, algo que sobre papel no est¨¢ permitido: "No tuve ning¨²n tipo de ayuda ni tutor. Eso s¨ª, antes de marcharme fui yo quien ten¨ªa que formar al nuevo becario".
Los j¨®venes no renuncian a este tipo de oportunidades por considerarlas una puerta abierta al mercado laboral. El becario aguanta lo que le echen con la esperanza de lograr un contrato, pero casi siempre termina siendo sustituido por otro.
?Es mejor un joven precario que un joven parado? Seguramente s¨ª, pero... "Esa m¨¢xima es peligrosa", subraya P¨¦rez. Estamos obsesionados con el empleo sin fijarnos en su calidad. Y ante la falta de oportunidades...
"La ¨²nica salida est¨¢ en Barajas". ?O no? "Mucha gente est¨¢ emigrando para encontrar en su destino la misma precariedad de la que est¨¢ huyendo", advierte Mora. "S¨¦ lo que hay en pa¨ªses anglosajones: si no tienes un ingl¨¦s perfecto, vas a trabajar fregando platos", opina Helena.
Aunque quiz¨¢ no tiene el empleo con el que siempre so?¨®, esta joven no pierde la sonrisa: "las malas experiencias tambi¨¦n te hacen madurar, no todo tiene que ser tan negativo. Tengo la esperanza de que las cosas mejoren".
Para el investigador Garc¨ªa, la juventud "atribuye el paro y la precariedad a causas externas" y conf¨ªa en que este "paso por el desierto" sea solo eso: un viaje pasajero.
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